Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











11 de febrero de 2008

Otra de sobremesa

Estas hermanas que estan junto a sus esposos, ahora son viudas. Nuestros hermanos ya partieron, para estar junto al Señor. Ellos son Nuestro amado Pastor Segundo Sierra y nuestro hermano Carlos Tapia. ¡Cuanto los extrañamos hermanos!

10 de febrero de 2008

No estamos preparados para la abundancia

NO ESTAMOS PREPARADOS PARA LA ABUNDANCIA
Texto base Proverbios 30:7-9
Devocional predicado en el campamento de verano.


Vamos a hablar de la abundancia, veamos que tal estamos para tenerla. Creo que todos postulamos a tener abundancia; nos gustaría tener mucho dinero, tener mucho tiempo, para gastar ese dinero tal vez; nos gustaría tener mucha salud, en fin, nos gustaría tener mucho de todo. Pero… ¿Nos conviene tener esa abundancia? ¿Estamos preparados para eso? Estoy hablando, de los seres humanos en general.
Por ejemplo, el dinero ¿Nos haría bien tener mucho dinero? Se que algunos de ustedes estarán conmigo al decir que no; algunos tal vez piensen que si sería bueno. Pero si tomamos algunos ejemplos de la vida real ¿Cuántas personas que tienen dinero en abundancia, son realmente felices? Vemos que la mayoría, termina en forma calamitosa, algunos en la cárcel, otros en las drogas, en el suicidio; a los que mejor les va, terminan en peleas, en odio, en familias destruidas. El dinero es la causa base de todos esos problemas.
También podemos hablar de la salud en abundancia, o sea cuando la persona se siente sana, o mejor dicho, no tiene ningún malestar; a pesar de que ingiere sustancias extrañas, por ejemplo tabaco, alcohol, etc. También cuando no somos cuidadosos con los alimentos; y, cuando contaminamos nuestra alma con ideas superfluas, con egoísmo, con lujuria, y en fin. Hay que pensar que la salud mental es más importante que la salud física, pero como la tenemos abundante, no la cuidamos. Solo cuando la perdemos, algunos nos damos cuenta, de… ¡que bueno era tenerla!
Y podemos seguir hablando de muchas cosas, tales como el tiempo, el trabajo, la belleza, etc.; pero todo, todo, si está en abundancia nos hace mal, por lo menos esa es la realidad que vemos a nuestro alrededor y en nosotros mismos. Lógicamente, que a nadie le parece que esta haciéndolo mal, nadie así, a buenas y primeras va aceptar una corrección, pero el resultado arroja una respuesta afirmativa rotunda. No podemos ver el error, cuando hay abundancia.
Quiero terminar con el amor. Por ejemplo el amor de padres; aquellos padres que aman tanto a sus hijos, lo mas probable es que no tengan éxito. Por un lado puede ser que los padres empiecen a confundir el amor, con sobreprotección, con engreimiento y malacrianza; esto sucede por que no sabemos encausar, ese buen sentimiento, ese amor que, por supuesto es genuino, pero finalmente acaba distorsionado; si eso no ocurre, puede ser que el hijo empiece a pensar que sus padres pueden hacer mucho mas por él, y no lo hacen, puede empezar a pensar que no tiene unos buenos padres, que no le han entregado valores, comprensión, etc. ¿Por qué digo esto? Porque si los padres supieron manejar bien el tema del amor hacia su hijo o hija, lo encausaron de manera correcta, se lo entregaron de la manera mas excelente; entonces será el hijo el que no sabrá apreciarlo, no lo vera por ningún lado. Digo esto por que eso veo que nos pasa con el amor abundante que tenemos a disposición, o sea el amor de Dios. El amor de Dios es tan grande, tan abundante, es entregado de la manera mas excelente, y en la medida mas justa, que muchos de nosotros no lo apreciamos, algunos ni siquiera sabemos de que se trata, no lo podemos descubrir y menos vivir, no lo sabemos dimensionar. Muchos seres humanos acaban pensando que es solo un invento, y que en realidad no existe. Por eso es que, es importante el darnos cuenta de que no estamos preparados para la abundancia; es necesario vivir también la escasez, la precariedad. Dios permite esto, porque en su sabiduría, él nos da una oportunidad para afinar nuestros sentidos, para que podamos ver lo que realmente esta delante de nosotros. Es como cuando sentimos frío, y vamos, y nos pegamos una ducha de agua fría, eso hará que nos sintamos luego más abrigados que antes, hará que recuperemos más rápido el calor. Debemos ser cuidadosos en vivir todo aquello que Dios nos ha entregado, puede ser mucho o poco, pero debemos agradecerlo, así la abundancia también se nos aparecerá en su real dimensión; y quizá ahí podamos vivirla. Espero que esta reflexión nos sirva, para ver mejor que no es bueno ni mucho ni poco, si no mas bien, solo lo necesario. Que Dios los bendiga mis amados hermanos. Amén.

Como acercarse a Dios

COMO ACERCARSE A DIOS
Predicado a la congregación el 31 de Enero de 2008.
Texto base: Hebreos 10:22
Lectura bíblica: Éxodo 19:10-20


Bueno, vamos a partir mirando la forma en que en la antigüedad se acercaban a Dios. En el antiguo testamento podemos ver que hubieron instancias en las que el hombre pudo acercarse a Dios, como escuchamos en la lectura bíblica, ésta fue una ocasión en que el pueblo de Israel, estuvo cerca de Dios. Como ustedes verán no fue un momento común, no fue un momento de alegría, ni una ocasión que pudo ser olvidada fácilmente. Fue una ocasión, donde este pueblo, sintió temor, sintió el peso de la responsabilidad de estar parado frente al creador del universo; esa presencia de Dios era en extremo impactante para este pueblo. De hecho si revisamos acá en este mismo libro de Hebreos, donde también el autor lo recapitula, nos daremos cuenta de cómo fue. Por favor los que están tomando apuntes pueden ver en el capítulo 12, a partir del versículo 18 dice: “Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar” o sea estamos hablando del monte Sinaí, ese monte físico ¿verdad? Porque tenemos otro monte, el monte de Sion, bueno este también es físico, pero representa la espiritualidad, representa la fe, la relación del hombre con Dios. Recuérdese que en ese monte Abraham, fue a ofrecer en sacrificio a Isaac, por que tuvo fe, este monte se le llama el “Monte Santo”. Hay en la Biblia una alegoría de Agar y Sara, y dice que la una representa al monte Sinaí, y la otra representa a Jerusalén que está en el monte Santo. Agar representa al Sinaí que es terrenal, y Sara representa a Sion, que es espiritual; porque Sara tuvo fe, ella era estéril, y fuera de su edad tuvo a su hijo Isaac, por que Dios se lo prometió, ¿lo ve? Ella representa esa relación espiritual con nuestro Dios, sin embargo Agar representa lo humano, lo terrenal. Recuérdese que primero Abraham y Sara, como no entendieron, o no creyeron a lo mejor, lo que Dios les hablaba; ellos se podría decir, que trataron de ayudarlo, Sara dio su esclava a Abraham para ver si mediante ella se podría llevar a cabo esa promesa. Pero no fue así. La promesa se cumplió cuando ellos tuvieron fe, cuando esperaron en el Señor. Bueno estábamos leyendo que no nos hemos acercado a ese monte, al Sinaí; dice: “Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad” Acá entran en juego otros elementos más; estamos hablando de ese impacto que sufrió el lugar, el cerro estaba humeando, había truenos y relámpagos, había una densa oscuridad; la gente estaba allá, llena de temor; continúa diciendo: “al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más” Que les parece, la gente a pesar que estaba escuchando la misma voz de Dios, no deseaba ya escucharla, porque entraban en razón de su pecado, de cuán distantes estaban de merecer esa compañía de Dios, ellos no lo podían soportar. Continua diciendo el pasaje: “porque no podían soportar - ¿ ve? Me adelante a las palabras del pasaje ─ lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando” ¡Imagínese! Moisés esta temblando, lleno de temor, cuanto mas el pueblo, por supuesto. Continúa el pasaje diciendo: “ Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel” Bien, que es lo que nos está revelando el pasaje, nos está diciendo que los israelitas se acercaron a algo terrenal a algo pasajero, pero nosotros hermanos, tenemos la oportunidad de acercarnos a lo celestial, a lo eterno, hay una gran diferencia entre estas dos situaciones. Tenemos que entender que las cosas terrenales, las que se hicieron en el antiguo testamento, solamente alcanzan para ser la sombra de lo que va a venir. Recuérdese que en el templo, el sacerdote podía entrar una vez al año al “Lugar Santísimo” allí donde estaba la presencia de Dios, y, ¿cómo entraba? Amarrado de una soga ¿verdad?, el tenía temor de morir. Antes de entrar, él tenía que hacer sacrificios, sacrificios primeramente por sus pecados, luego por los del pueblo, no era fácil para nadie en la antigüedad acercarse a Dios, era algo terrible. ¿Por qué será que ahora no tenemos ese mismo temor al acercarnos a nuestro Dios? Ahora no estamos entrando a un templo, no lo estamos haciendo mediante un sacerdote, nuestro sacrificio ahora no es un simple cordero. Hermanos, ahora estamos presentándonos ante el mismísimo Rey del universo, así tal como somos, sin intermediarios, el sacrifico ahora es el mismísimo Jesús de Nazaret. ¿Porque ahora tendríamos que tener menos temor que aquellos días?, digo yo. Sin embargo nosotros venimos al templo, pasamos al altar, como si nada; decimos: ¡Siento la presencia del Señor! Pero a los cinco minutos, ya nos olvidamos de eso. Hermanos yo creo que si de verdad sintiéramos esa presencia, a lo mejor estaríamos una semana llorando, nos olvidaríamos de todo; porque esa presencia nos llenó, nos sacó de toda nuestra realidad, sería algo que nos cambiaría completamente.
Entonces como dice la primera frase, de nuestro tema de hoy: “Acerquémonos con corazón sincero” Lo que acabamos de ver, a lo mejor demuestra que no hay mucha sinceridad en nuestro “acercarnos a Dios”, en lo que decimos que sentimos. Hermanos, quiero decirles que, cuando pensamos que hemos sentido la presencia de Dios, a lo mejor fue un simple toque una ligera aproximación, pero si nosotros lo magnificamos, talvez estamos impidiendo nosotros mismos, que podamos avanzar, que podamos cada vez sentir mayor impacto, mayor presencia. Quiero decir, que siempre debemos desear mas, debemos esforzarnos por realmente tratar de ser inundados por esa presencia. Tenemos que ser sinceros. Hay veces que nosotros tratamos de impresionar, tratamos de que los demás sepan que estamos cerca de Dios; ellos nos pueden creer, pero la realidad puede que no sea esa. Nosotros tenemos que ser sinceros incluso con nosotros mismos, al decir que hemos sentido esa presencia. Sinceros, quiere decir que no estamos ocultando nada, que no lo disimulamos, si no, que es verdad, que hay limpieza en lo que decimos. A propósito les contaré que escuché, de donde viene esa palabra: sinceridad. Viene de sin-cera. Viene de la antigua Grecia; ustedes saben que a los griegos les gustaba mucho el arte, ellos eran muy apegados a la poesía, a la escultura, en fin. Entonces, ellos tenían una especie de feria donde exponían su arte. Allí tenían ellos sus estatuas, de mármol; para venderlas por supuesto. Ellos tomaban una pieza de mármol, y empezaban a esculpir, hacían por ejemplo un busto; entonces a lo mejor, cuando ya estaban a punto de terminar, aparecía una grieta en el material, una parte donde no era consistente. Para que no se pierda ese trabajo, ellos terminaban la estatua, y luego rellenaban esa parte porosa con cera, ellos tenían varios tonos de cera. Después de rellenar el lugar ellos pulían y finalmente nadie se daba cuenta que el mármol no era puro. Esta estatua solo servía para ponerla en la sombra, por que si a alguien se le ocurría ponerla en el antejardín, por supuesto que había problemas, la cera se derretiría y sería toda una perdida. Entonces el comprador, que ya sabía de esto, iba y preguntaba por una estatua “sin cera”. O sea que la estatua sea limpia, sin ocultar nada, sin disimular, que sea verdadera. Nuestro comportamiento, entonces tiene que ser así, sin cera.
Bien hermanos, vamos a pasar entonces a la siguiente frase, que dice: “en plena certidumbre de fe” ¿Que quiere decir esto? Quiere decir, que nosotros no debemos dudar que Dios esta actuando en medio de nosotros, que Dios esta cerca de nosotros, tan cerca que su presencia la podemos sentir. Dios, justamente a quitado toda prueba física de su presencia, por que desea que tengamos fe. La Biblia nos dice que: “sin fe, es imposible agradar a Dios” Pero ¿Qué es la fe?, es justamente que no sucedan las cosas, es, seguir esperando, es seguir confiando, aunque todo parezca imposible, aunque todo parezca negativo, es tener la convicción de que sucederá. Eso es la fe. Veamos por ejemplo ahí en Hebreos 11:13 dice: “Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido” ¿Se da cuenta? Aquí esta hablando de los grandes hombres de fe, de aquellos que nosotros los llamamos los padres de la fe, y por que los llamamos así. ¡Por que tuvieron fe! Ellos recibieron promesas, y ellos las creyeron, pero no recibieron lo prometido, ellos se murieron y no lo recibieron, pero ellos nunca, nunca, dejaron de confiar en que las recibirían, no importa si no las recibieron, tener fe es confiar en que sí las recibiremos, no es recibirlas; pues si las recibimos, ¿para que necesitamos la fe? Eso se podría llamar bendición. A mi me da mucho gusto; y me gozo en el Señor que esta noche hayan habido tantos testimonios de sanidades, pero eso es bendición, eso no es fe, eso es poder de parte de Dios hacia nosotros; pero la fe es de parte nuestra hacia Dios. Estos hombres murieron y no recibieron lo prometido, pues dice: “sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra” Hermanos, ustedes tienen que darse cuenta que para estos hombres; Moisés, Abraham, en fin; era muy difícil poder creer y confiar en las promesas del futuro. Moisés hablaba del Mesías, pero seguramente no tenía idea de que estaba hablando, no pasa eso con nosotros, nosotros ya hemos visto al Mesías, sabemos que eso es verdad y se nos hace más fácil entenderlo. Entonces estos hombres del Antiguo testamento, tenían que tener mas fe que nosotros en ese sentido. Pero Dios en su sabiduría, usa igualmente elementos que nos ayuden a alimentar nuestra fe, justamente cuando oramos, cuando pedimos algo; y esto no sucede, ¿que podemos hacer?, confiar ¿verdad? Es justamente cuando necesitamos la fe. Es posible que nunca reciba una respuesta de parte de Dios, es posible que no reciba lo que le pido en mis oraciones con todo ruego, con lagrimas; mas tengo la instancia de confiar en que Dios me lo dará. Es posible que me muera y no lo reciba, pero Dios sabe que viví confiado, que nunca dudé que sí, lo recibiría. Entonces tuve fe. ¿Qué les parece? Es posible que prediquemos y nadie se convierta, es posible que nos critiquen, que nos digan que no somos dignos de hacer lo que hacemos, es posible que incluso, nos maltraten. Todo, todo puede estar en oposición, en completa contradicción con lo que deseamos, con lo que esperamos, pero nosotros estamos confiados, estamos gozosos, por que es la oportunidad que tenemos de decirle a Dios que confiamos en Él. Aprendamos de Pablo que dice, en Romanos 5:1 al 5 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” ¿qué se ve acá? ¡Nada hermanos!, no se ve la gracia, es algo que tenemos que creer, no se ve la gloria de Dios, como en el Sinaí, es algo que tenemos que creer. Pero dice que estamos orgullosos, “nos gloriamos” dice. Estamos con la frente en alto, por que creemos y confiamos en eso. Y continúa diciendo “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” ¡Pablo esta orgulloso y contento aún en las tribulaciones! Así murieron estos hombres, y fueron aprobados por Dios, por que tuvieron fe. Entonces pues, acerquémonos a Dios en plena certidumbre de fe, seguros, sin desconfiar.
Vamos a pasar ahora, al tercer punto de este mensaje, que dice “Purificados los corazones de mala conciencia” ¿Qué significa esto? Esto quiere decir que nuestras conciencias deben estar limpias. En Romanos 2:15-16 dice “mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres conforme a mi evangelio” ¿se da cuenta mi hermano? Aquí hay varias cosas; primero está la ley de Dios escrita en nuestros corazones, o sea, usted puede ser que nunca haya leído la Biblia, pero conoce lo que es bueno y lo que es malo, eso es suficiente para condenarlo; luego dice que nuestras conciencias darán testimonio, y junto a nuestros razonamientos, nos defenderán o nos acusarán. No podemos engañarnos a nosotros mismos; podemos engañar al Pastor, a cualquier hermano, pero en nuestra intimidad, sabemos que estamos actuando mal, eso es importante tomarlo en cuenta, por que esto es espiritual. Fíjese en 1 Corintios 2:10-11 dice: “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?...” Entonces, esto es espiritual. Yo puedo ocultar cosas; mi esposa, es posible que no sepa algunas de las cosas que yo sé, que yo pienso, como yo tampoco puedo saber todo lo de ella, pero mi espíritu, sí; el sí que sabe todo de mi, porque dice que el espíritu, todo lo escudriña, al espíritu no le puedo ocultar nada; y recuerde que Dios es Espíritu. Luego es muy importante que para acercarnos a Dios, debemos tener las conciencias limpias, de toda cosa mala, de todo mal pensamiento, de toda mala intención. Usted talvez me diga, pero hermano, eso creo que es imposible. Veamos por ejemplo al rey David; antes yo no entendía por que Dios le daba ese lugar tan importante, dentro del contexto bíblico, si David hizo algunas cosas malas. La Biblia no las oculta; sin embargo cuando usted estudia los Salmos, se da cuenta de cómo David se arrepintió. Si vemos por ejemplo el Salmo 139; nos cuenta que David dijo: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mi camino de perversidad” Esto también esta en el Salmo 26. Como usted verá, esto no es fácil; hay que tomar en cuenta que David está frente a Dios. David está diciendo que lo examine, que lo pruebe, que conozca lo que piensa, que Dios vea si hay vestigios de perversidad dentro de él. Y David era simplemente un hombre, entonces quiere decir que nosotros también podemos lograrlo ¿verdad? Eso es muy importante saberlo.
Finalmente dice: “lavados los cuerpos con agua pura”. Esto quiere decir que debemos estar limpios, completamente. El agua pura representa al Espíritu Santo; veíamos, que el Espíritu Santo es el que nos va a examinar, el que nos va a revelar todo, todo, hasta lo más intimo. Nuestras vestiduras blancas, que están descritas en el Apocalipsis, representan esa limpieza. Ustedes pueden ver que en el capítulo 8 de Levítico, que lo primero que hizo Moisés, para investir a su hermano Aarón, fue lavarlo con agua, dejarlo completamente limpio, recién se le pudo poner sus vestiduras y recién pudo ser ordenado como sacerdote. Nosotros pues hermanos, estamos llamados a ser sacerdotes, luego también tenemos que estar limpios. Tanto leer la palabra, finalmente lo vamos a lograr; porque la Biblia dice en Efesios 5:25-26 “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó así mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra” Cristo amó a la iglesia, y le dio ejemplos, su vida fue un ejemplo, para que logre ser santa, completamente limpia, quiere decir eso; y ¿cómo va a lograrlo? Con el lavamiento continuo que nos da la palabra de Dios.
Terminamos este mensaje, repitiendo lo que hemos oído de parte de Dios; y lo vamos a hacer de atrás para adelante. Vamos a partir diciendo que es necesario que, para acercarse a Dios y para permanecer junto a él, debemos estar limpios, nuestra consciencia no debe acusarnos de nada, debemos dejar que nuestro espíritu nos diga aquello en que hemos fallado, debemos luchar para sacar esas fallas de nuestro ser; debemos estar completamente seguros de que Dios esta actuando en nosotros, de que nos ha perdonado, de que él nos ha declarado limpios; y finalmente debe haber un temor dentro de nosotros por que Dios es santo y nosotros fallamos; porque Dios es poderoso, y nosotros somos débiles. Debe estar dentro de nosotros ese sentido de temor, aunque estemos enterados, y completamente seguros de que es un Dios lleno de amor y lleno de misericordia. ¡Que Dios bendiga sus vidas! Amén.

3 de febrero de 2008

Un paseo a la playa

Disfrutamos este dia plenamente, compartiendo, cantando alabanzas y haciendo camaradería. ¡Gracias hermanos!

Almorzando con los hermanos



Conversación de sobre-mesa, junto a mis hermanos de la congregación.

2 de febrero de 2008

La gracia peligrosa

LA GRACIA PELIGROSA DE NUESTRO DIOS.

Predicado a la congregación el día 10 de Enero de 2008.

Texto base: 2Co 6:1-2

Lectura bíblica: Deuteronomio 32:10-15

La palabra gracia tiene muchos significados; si buscamos en un diccionario, hay 8 o 10, y hasta 20 significados. Los hay desde la simple habilidad de hacer reír a los demás, hasta el aspecto jurídico del término, el perdón el indulto; pasando por una alusión al nombre de la persona, a cierto atractivo de la persona, independiente de la belleza, y abarcando también la bendición, la holgura, el buen momento.

Pero yo quiero hablarles de la gracia de Dios hacia nosotros, que por supuesto tiene que ver con varios de estos aspectos, y que como decíamos en el título, se torna peligrosa para nosotros. Al oír esto, algunos de ustedes pueden pensar que no estoy muy cuerdo, pero prefiero adentrarme en el tema y explicarles el porqué de este peligro. No es que la gracia sea peligrosa en sí, si no que nosotros somos los la hacemos peligrosa. Empecemos por ejemplo con el aspecto legal, aquí la gracia significa el perdón, el indulto de nuestro Dios por todos nuestros pecados. Sabemos que somos pecadores, esto es, que hemos cometido faltas en contra de nuestro Dios, y que nos espera un castigo por aquello; más la Biblia nos habla de la gracia, por ejemplo en Efesios 2:8 dice: “Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios” y otra vez dice en Romanos 3:24 “Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” Estos son solo algunos ejemplos en la Biblia que nos hablan de la gracia en este aspecto, o sea del indulto, del perdón de nuestras faltas, en forma gratuita. Ahora por que podría ser peligrosa esta clase de gracia, ¿por qué lo cree usted? Justamente por que es gratuita, ¿verdad? Es tan admirable, que de un momento a otro seamos perdonados, que hace que nosotros a veces no lo podamos sentir así, no le demos la correcta dimensión, la importancia que tiene el ser limpios de nuestros pecados, pasa casi desapercibido. Es más, la gente del mundo, ni siquiera lo puede creer, ellos se admiran de que alguien, de repente diga que ha sido perdonado por Dios de todas sus faltas, y que ahora esta limpio delante de él. No lo pueden aceptar. Cuando nosotros no le damos el valor necesario, la dimensión necesaria, en realidad, la estamos tornando en peligrosa, por que así, no tendrá la importancia que merece, pasará a ser algo trivial. Si a un condenado a cadena perpetua, de repente le perdonan todas sus fechorías, y lo dejan libre, sería para él una gran cosa, no hallaría como agradecerlo, sería algo maravilloso, sin embargo, para algunos de nosotros, este perdón pasa a segundo o tercer plano, a ser algo sin importancia, eso es lo peligroso. ¿no lo ve así usted? Hermano ¡no se canse de agradecer a Dios por la gracia del perdón! ¡que bendición, que fortuna el ser perdonado!

Ahora si pasamos al atractivo especial de la persona, a esa gracia que Dios puso en la persona, al don, a la habilidad, con que ha sido bendecido cada hermano; incluso esto es extensivo, para aquellos que no conocen a Dios, pues en ellos igual él ha puesto dones especiales. Hay hermanos que tienen habilidades para cantar, otros la facilidad de la palabra, otros han sido dotados de gracia, en la administración, en el servicio, y en fin, en muchos aspectos que son muy útiles aquí en la iglesia, pero ¿qué estamos haciendo con esa gracia? En Romanos 12:6-8 dice por ejemplo “ De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio en servir, o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad, el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría” Es probable, que nosotros, a veces, sintamos que no merecemos, o que no somos dignos de hacer algunas cosas, o puede ser que no nos sintamos con el ánimo, la valentía de hacer algunas cosas, pero estamos casi obligados a desarrollar esos talentos que nuestro Dios a puesto en nosotros, a emplearlos en el bien de la palabra, de la predicación, de la edificación de al iglesia. Todos al servicio de una sola causa, sino ¿cómo crecerá la iglesia? Pablo por ejemplo dice en 1Corintios 15:7-10 “Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios, soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo” y otra vez dice en Efesios 3:8 “A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo” Pablo reconoce en cierta forma, que no es digno, que a lo mejor no le corresponde hacerlo; pero sin embargo toma esa obligación, ese designio de Dios, y lo lleva a cabo, el arriesgó hasta su vida, dedicó todo su tiempo, empleo todos sus conocimiento, todas sus fuerzas, para hacer realidad esta gracia que le ha sido dada. Y nosotros ¿cómo estamos hermanos? ¿Cuanto empeño le ponemos, cuanto ánimo hay en nosotros de llevar a cabo la gracia de Dios que nos ha sido dada? Como ejemplo le diré; el otro día un hermano cantó una hermosa canción en la célula, y había sido compuesta por él, ¡que habilidad, que talento! ¿verdad? Pero, ¿alguien más aparte de nosotros que la escuchamos lo sabe? ¿porqué no ha sido empleado ese talento para animar a toda la congregación? ¿porqué no ha sido empleada esa gracia, para ser transmitida a la juventud? Esto es solo un ejemplo; más permítame decirle que todos estamos faltos de poner toda nuestra gracia al servicio del Señor. Entonces podríamos decir, que esta clase de gracia también se ha convertido en peligrosa, para nadie pasa a ser importante, el don perfecto de Dios en algunos de nosotros pasa hasta desapercibido. ¡Por qué no desarrollamos nuestras capacidades! Usted cree mi amado hermano, que ¿no iremos a dar cuenta de todo esto? Es un regalo de Dios, es algo importante, pero nosotros le hemos bajado el perfil, le hemos restado importancia, finalmente a veces lo hemos anulado. ¡Que peligro corremos al hacerlo así!

Bien, también quiero hablarles de la gracia que ha sido dada como dádiva, como bien material ¿qué hemos hecho con aquello? ¿cuánto de ese bien perfecto, lo empleamos para compartirlo con nuestros hermanos? ¿para servir en el reino del Señor? Finalmente si alguien no ha recibido lo suficiente, a lo mejor debiera dar gloria a Dios, pues está un tanto libre de esta responsabilidad, pues tiene muy poco que compartir. Esa escasez le mantendrá en oración, en sencillez de corazón que es lo que finalmente vale delante de nuestro Dios. Es que los seres humanos somos muy especiales, cuando no tenemos, siempre esperamos recibir, pero cuando tenemos, lo menos que esperamos es dar. Nuestro corazón se pone orgulloso, tendemos a olvidarnos hasta de aquel que todo nos lo entregó. ¿recuerda usted la lectura bíblica? Hablaba del pueblo de Israel, ¿verdad? Este pueblo dice el Señor, que lo halló en el desierto, en yermo de horrible soledad, de allí lo tomo, lo consoló, lo animó, lo guió hacia una tierra especial, donde había abundancia, la Biblia nos dice que “fluía leche y miel” Dice que chupó miel de la peña, y tuvo aceite del duro pedernal; nuestro Señor tratando de hacernos entender, que este pueblo no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir, en el desierto lo único que le esperaba era la muerte; pero él lo tomo, él lo alimento, lo bendijo lo lleno de riquezas, eso está ahí representando, esa grosura, de que habla el pasaje, esos carneros de Basán, lo mejor del trigo, dice. Pero ¿qué dice más abajo? “pero engordo Jesurún” dice ¿verdad?, Jesurún, es una palabra de cariño para Israel, es como decir Israelcito; engordó el muchacho, se puso orgulloso ¿cómo dice? “Abandono al Dios que lo hizo” ¡Imagínese! “Menospreció la roca de su salvación” Hermanos, esto no está ahí, para que solamente lo leamos, está ahí para que sepamos que clase de seres somos, como ante la abundancia, el hombre tiende a olvidarse de Dios, a desconocerlo, a rechazarlo. El otro día hablando con un compañero de trabajo; a todo esto les diré que trabajo en un muy buen lugar, una buena empresa, pero... este mismo nivel, el buen sueldo, la buena salud; hace que sea muy difícil el poder predicar, el poder impactar a las personas con la palabra del Señor, ellos se sienten muy confiados en sus fuerzas, en su dinero, en su juventud y no les interesa mucho las cosas de Dios. Les estaba contando, que hablaba con un amigo, un compañero, presentándole el evangelio; el me decía: - No entiendo, para que me puede servir eso; soy una buena persona, tengo una familia bien constituida, en realidad no me falta nada. No lo necesito- ¡que manera de ver las cosas! ¿no cree usted? Pero, hermanos, esta es la condición general de todos. Todos tenemos esa tendencia. Yo se que muchos de ustedes han sido o están siendo transformados por Dios, están teniendo una nueva concepción de los bienes materiales, sienten alegría en el compartir. Hermanos el no hacerlo, el no entender, el no sentir alegría, el no sentir la necesidad de compartir lo que tenemos, aquello con lo que Dios nos ha bendecido, el no poner un grito en el cielo, dándole gracias a Dios, el no reconocerle a él como el que sustenta nuestras vidas, quiero decírselo ¡Eso si que es peligroso!

Quiero terminar este mensaje, diciéndole que por todas partes vea la gracia de Dios, ella ha sido derramada sobre nosotros, el no emplearla correctamente, el no darle la importancia que se merece, el no recordar lo antes éramos, el sentirnos cansados en la viña del Señor, es peligroso hermanos ¡muy peligroso! ¡anímese hermano! A partir de hoy vea la gracia de Dios en todo, seamos victoriosos ¡en su gracia! Amén, gloria a Dios. Que el Señor les bendiga.

La predestinación

SEMÁNTICA

Hno. Hugo Gonzales Anza

Texto base: Romanos 8:29-30 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorifico.”

Considere estos versículos, junto a Ro. 9:10-16; donde explica que Dios escogió a Jacob y aborreció a Esaú, y estableció que éste servirá a aquel, antes que nazcan, antes de que ellos hagan algo bueno o algo malo, donde dice concretamente, que Dios tendrá misericordia de quien Él quiera, y que el resultado de nuestro actuar no depende de nosotros, sino de Dios.

Si usted ha estado orando por algo y eso aun no sucede, o usted esta luchando con alguna tentación en su vida, si tiene algún área de su vida donde hay debilidad o temor, o esta recibiendo palabras que le indican que debe esforzarse mas hasta obtener la victoria y tantas cosas como esas; usted se hallará al final confundido y pensará: - No depende de mi, finalmente depende de Dios; él no me escogió desde el principio de los tiempos. ¡No soy un predestinado! Aunque yo me esfuerce no tendré un buen resultado- Así han concluido muchos, y ya no están en el pueblo de Dios; esos no significan tanto peligro para nosotros, más peligro hay en los que se quedan y hacen de esto una verdad o una doctrina. En definitiva no tomar bien este pasaje, pudiera significar su fracaso como cristiano. El diablo le dirá al oído – Aunque te esfuerces, no eres elegido.-

Aclaremos un poco los conceptos: Primeramente debemos observar que estos dos pasajes no tienen el mismo contexto. En el pasaje del capítulo 8 Pablo está hablando estrictamente de una cierta predestinación; y en el capítulo 9 Pablo trata de calmar las aguas entre judíos y gentiles. Para explicar el primer pasaje, tengo una ilustración: Un hombre en su juventud se hizo un propósito, que cuando el se casara y vendrían los hijos, él se esforzaría en darles lo mejor, especialmente una buena educación; sin embargo dentro de ese propósito él estableció que todos aquellos que en la educación básica y media, tuvieran unas buenas notas y un buen comportamiento el los enviaría a la universidad, como es lógico por lo demás, más los que no alcanzaran estos niveles, solo les esperaría ir a trabajar para ganarse el sustento. Usted comprenderá que aquellos hijos esforzados en obtener un buen rendimiento en el colegio o liceo, están predestinados a ser profesionales universitarios ¿verdad?, pero... ¿depende del padre de familia, en este caso, ser obrero o ser profesional? ¡depende de los hijos! De usted depende, estar dentro de los predestinados, y es más, como dice el versículo 29, usted debe ser hecho a la imagen de Jesucristo, y eso también depende de usted.

Lo segundo, en los versículos 6 al 8 del capitulo 9, esta la respuesta. Pablo trata de usar los mejores argumentos que el Espíritu le da, para explicarles ahora a los judíos que Dios ha decidido, que no todo judío será hijo de Dios o descendiente de Abraham, como ellos decían, si no que, Dios a establecido que todo aquel que tiene fe, incluso si es gentil e incircunciso puede llegar a ser hijo de Dios, entonces aquí estamos obviamente frente a una decisión absoluta de parte de Dios, sin importarle el parecer del hombre, por supuesto aunque eso resulte abominable para los judíos. Pero no se trata de que Dios hace elecciones arbitrarias en forma individual, si no que él puede tener hijos en cualquier pueblo o nación, en cualquier raza o lengua. Él puede tener hijos que hayan sido criminales, drogadictos o prostitutas; así como también puede desechar a santurrones que han estado sentados en las iglesias por años. Si lee todo el capítulo usted encontrará mas luz sobre esto. Usted sabe que esta idea ya estuvo plasmada en el antiguo Testamento, hay muchas profecías, a cerca de tomar algún día en cuenta a los gentiles, dentro del pueblo de Dios; y Jesús mismo lo dijo, por ejemplo en Mateo 8:11-12: “Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos, mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será en lloro y el crujir de dientes”. Hoy en día la iglesia ha pasado a ser el “Israel espiritual”, el pueblo de Dios, y los gentiles vendrían siendo aquellos que aun no se convierten. Espero haber podido contribuir en algo; aclarando esta confusión que a veces se crea en nosotros, ya sea por influencias de falsas doctrinas o por interpretación apresurada y distorsionada de algunos. ¡Que Dios le bendiga!.