Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











20 de diciembre de 2009

Bautismo






Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

12 de diciembre de 2009

La revolución de la cuchara


Por estos días en la ciudad, hay un impulso del movimiento OK, (Original kingdom) o Reino original de la revolución de la cuchara, como ellos mismos se autodenominan ¿Ya les compro sus libritos y folletos? Deseo destacar algunos puntos que me parecen importantes, tomando como base lo que promueven estos caballeros. Ellos promueven el vegetarianismo principalmente, y también promueven sus razones para ser vegetarianos; he aquí algunos de sus eslóganes: “Nosotros amamos a los que comen carne; pero también amamos a los animales, por eso los amaríamos aún más (a los hombres carnívoros) si se hicieran vegetarianos”, “La revolución es entre tú y tu plato”, “Lo que comes tiene consecuencias políticas y sociales que desconoces”, “Tu cuchara es la mejor arma”, “Conoce por qué sacar la carne del plato puede ser más efectivo que hacer marchas, política o caridad”, etc., etc. Ellos se autodenominan defensores de aquellos que no pueden defenderse, en referencia a los animales por supuesto; y dicen que esta forma de vivir y de pensar, traerá muchas soluciones a los grandes problemas que hoy tiene la humanidad.
Estoy de acuerdo con el vegetarianismo, y con muchas de estas cosas; pues ¿Qué de malo tiene comerse una sabrosa hamburguesa vegetariana?, ¿Qué de malo hay en sentir cariño por los animales?, ¿Qué de malo tiene, si el vegetarianismo va en beneficio de la salud?, y ¿Qué de malo hay en preservar el medio ambiente? Tantas cosas que podríamos considerar, y si las vemos una a una, es probable que todas las encontremos buenas; pero yo quiero decirle que de todas maneras hay un peligro, si lo vemos desde el punto de vista de Dios. Y… ¿Cuál es ese peligro? El peligro es que unirse a ‘La revolución de la cuchara’, es unirse a Satanás y alejarse de Dios. ¿Cómo? ¿Así de drástico? Si estimado amigo, lamentablemente es así, y así de drástico. Veamos algunos puntos de vista bíblicos para dilucidar el tema.
La Biblia dice enfáticamente que Dios creó al hombre (Gen 1:27), pero ‘La revolución de la cuchara’, y todos los movimientos afines, digo afines porque ‘La revolución de la cuchara’, es simplemente una pequeña punta del iceberg, que en realidad se llama ‘Nueva era’; promueven la evolución, ellos creen que los animales son nuestros hermanos, porque venimos de la misma célula primitiva, y como usted se dará cuenta, esto ya es una cuestión irreconciliable; no hay ninguna posibilidad bíblica para la evolución. Luego, ellos dicen: ‘respeto a los animales, matarlos es un crimen’, esto también está en completa contraposición a la palabra de Dios, pues allí se lee: “Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento; así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo” (Gen 9:3). Como principal alimento Dios le dio al hombre la carne y luego se mencionan las legumbres y las plantas verdes; y si hemos de aceptar la palabra de Dios como una fuente de verdad, no hay forma de compatibilizar esa verdad, con el vegetarianismo sectarizante. ¡Oh!, si ellos solo supieran que Salomón dedicó el templo de Jerusalén a Dios, con el sacrificio de veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas (1Reyes 8:62-63); automáticamente supieran que están en completa oposición a Dios. Cuando estas corrientes nos pretenden hacer pensar que los animales y nosotros estamos al mismo nivel, y que ambos tenemos derechos muy parecidos y cosas por el estilo, están desvirtuando las verdades bíblicas; porque la Biblia nos enseña que nosotros somos los señores de este mundo, y todo ha sido puesto bajo nuestro dominio, pues dice claramente: “Y los bendijo Dios (a Adán y a Eva), y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” Sojuzgar, quiere decir someter, dominar incluso con violencia; y señorear, quiere decir hacerse el ‘señor’ de todo aquello; luego esto también viene a ser irreconciliable con la posición de estos señores; porque ponerse al mismo nivel que los animales, es descender, y desconocer completamente el deseo y el mandato de nuestro Dios. Y si ellos tanto respetan la vida, ¿acaso las plantas no viven? Y… ¿por qué entonces se las comen? Si es que son defensores de aquellos que no pueden defenderse, entonces debieran entender que las plantas están aún más indefensas. En este campo, si deseamos tomar en cuenta a los demás seres y considerarlos en relación a nosotros, según la Biblia, no hay muchas diferencias entre ellos; pues leemos: “(Al hombre) Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies” (Sal 8:6), y luego dice: “porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (Rom 8:21), y cuando las escrituras hablan de toda la creación, es porque no está haciendo tanta diferencia entre uno y otro ser, así un protozoo o una galaxia, no vienen a tener mayor relevancia; una piedra puede tener tanta importancia como una vaca lechera o el planeta Júpiter. Dios puso todo eso en las manos del hombre; y solo el hombre es considerado diferente y superior a todo; y esto, porque Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, nadie más en este mundo goza de ese privilegio; así que, esto es también llega a ser irreconciliable con la revolución de la cuchara.
El problema no está en comer carne, o en comer puras verduras, en cuidar de los animales o querer salvar el planeta; el problema está en la posición de nuestro corazón con respecto a Dios, en que si estoy o no tomando su parecer a través de su palabra. Si pienso que comiendo puras verduras, yo voy a vivir mejor, voy a evitar enfermedades y voy a prolongar mi vida; es porque no me interesa si Dios es o no capaz de cuidar de mí, de sanar mis enfermedades, y de darme una vida para siempre, como él lo asegura en su palabra, entonces estoy muy mal; si empiezo a pensar en que cambiando mi conducta con respecto al medio ambiente, voy a salvar el planeta; y eso me hace concluir en que no necesitaría a Dios, estoy muy equivocado; y si bien salvar el planeta sería posible en teoría, tengo que entender que Dios es el único que puede decir el futuro; y si él escribió a cerca de cómo terminará este mundo, de nada me sirve tratar de cambiar la historia, porque eso no sucederá; de lo contrario él vendría a ser mentiroso, y la Biblia nos asegura que él no miente, y aunque no lo asegurara, estamos más que convencidos de que así es; no es que estemos haciendo fuerza para ayudar a Dios, tratando de que se cumplan sus predicciones, si no que es algo que con toda seguridad va a suceder, así como Dios lo dijo; y todo lo que hagamos solo será un vano esfuerzo, un consumo inútil de energía, que como único resultado tendrá el habernos alejado de Dios, el habernos delatado delante de él como rebeldes e incrédulos. Si pienso que no debo comer carne de cordero, porque quizá me podría estar comiendo a algún familiar que por su mala vida en el pasado, ahora se reencarnó en ese cordero, estoy igual de mal; porque la reencarnación es una teoría de Satanás, y es completamente incompatible con la Biblia.
Ellos tienen mucha razón cuando dicen: “Lo que comes tiene consecuencias políticas y sociales que desconoces”, eso sí que es verdad; pero ellos son los primeros que desconocen aquellas cosas. El mundo se dirige aceleradamente hacia su final, y el hombre tiene mucha dificultad en descubrir a Dios, justamente porque esta maraña de ideas y concepciones que ha entretejido Satanás, no permite a aquellos que siguen esas corrientes de pensamiento, descubrir que están en peligro, no les permite descubrir que Dios es su creador, que él es quien les da la vida, y él es quien realmente puede salvarlos y también puede salvar al planeta. Tendríamos que plantearnos la misma pregunta del Apóstol Pablo: ¿Luego, lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? (Rom 7:13) porque en realidad como partí diciendo, muchas de estas cosas son buenas en sí, el problema es que Satanás trabaja arduamente para convertir aquello que es bueno, en algo muy malo; él trabaja de una manera muy inteligente, y tiene la habilidad de convertir lo bueno, lo necesario, lo inofensivo, en algo que al final resulta muy malo. El objetivo de Satanás y sus seguidores; digo seguidores, porque veo a esos muchachos entusiasmados subirse a los microbuses, a divulgar esas ‘disque’ verdades, y no les importa tal vez hacer el ridículo con sus cortes de pelo, sus túnicas y sus sandalias, características; muchos puede que lo hagan de manera inocente, así como lo hacen los que compran los libritos y los leen y tratan de divulgar y aplicar aquellos consejos. Decía que, el objetivo de Satanás, es preparar las mentes y los corazones de la humanidad, para aquel periodo, aunque corto, en que él dominará este mundo completamente mediante su líder, el Anticristo. Por ahora lo hace con muy poca o ninguna violencia, más bien con amor, como dicen estos vegetarianos inocentones: “Tu cuchara es la mejor arma”, pero en aquel día, “Lo que comas hoy, puede tener para ti, consecuencias políticas y sociales que desconoces” Que Dios bendiga tu vida. Espero tus comentarios.