Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











21 de febrero de 2010

La Nomenklatura


La Nomenklatura
Los privilegiados de la U.R.S.S.
Autor: Michael Voslensky

Michael Voslensky, nos cuenta que nació en la Unión Soviética en 1920. Fue traductor durante el proceso de Nuremberg y en el Consejo de Control Aliado en Alemania. Desde 1950, trabajó en Moscú en estrecho contacto con el aparato del Comité Central del Partido Comunista. Formó parte de misiones a Praga y Viena, y trabajó en el Consejo Mundial de la Paz. De regreso a Moscú, asumió diversas responsabilidades en la academia de Ciencias: secretario de la Comisión de Desarme, luego vicepresidente de la Comisión conjunta de historiadores de la URSS y Alemania del Este. Como profesor de historia de la universidad Lumumba, de Moscú, fue igualmente miembro del Consejo de la Academia de Ciencias Sociales, dependiente del Comité Central.
Tras abandonar la Unión Soviética en 1972, Michael Voslensky prosigue su tarea de historiador en Occidente; y ha llegado a ser uno de los más eminentes especialistas en política soviética.
En general en su libro, hace un recuento de toda la historia de la revolución soviética, enfocando por supuesto cada etapa de la vida política de ese sistema, al tema central de su libro, que es mostrar la forma en que vivían los dirigentes soviéticos, en tiempos en que dominó el sistema comunista. Creo que el libro tuvo en principio una finalidad específica: Denunciar las grandes diferencias e injusticias que existían en la sociedad soviética, entre las únicas dos clases sociales que al fin se constituyeron; la clase del pueblo, y la clase de dirigentes profesionales, que se llamaba ‘La Nomenklatura’. Por supuesto que para nuestros días, solo es una lectura de historia, porque como sabemos, ese sistema ya dejo de existir. Sin embargo es muy bueno recorrer esos pasadizos de la historia, donde podemos encontrar algunas cosas interesantes que nos permitan mirar nuestro mundo de una manera diferente.
Voslensky, nos relata vívidamente como la clase de dirigentes profesionales, se apoderó desde un principio del control total de toda la sociedad soviética; tomando como escudo y arma, el Partido Comunista Ruso. Siendo aún escaso el número de miembros de ese partido, en comparación al resto de la población; logró de alguna manera ponerse al control de todas las cosas. Por supuesto que en este proceso, ellos usaron las consignas típicas del comunismo, que conocemos aquí en Occidente; tales como la ‘Dictadura del proletariado’, ‘El estado de todo el pueblo’, ‘La revolución proletaria’, etc.; sin embargo al cabo de conseguir sus objetivos, y después de hacer uso del pueblo para conquistar el poder; ellos supieron de una manera muy inteligente y porque no decirlo, cruel, deshacerse de todos aquellos comunistas entusiastas que realmente creyeron en un gobierno del pueblo. De a poco se fue formando una clase dominante, que nunca llevo abiertamente ese nombre, sino que se escudaron en nombres eufemísticos, para hacer creer al pueblo, que se trataba de una clase gobernante del pueblo y para el pueblo.
Como resultado, llegó a existir entonces esta ‘nueva clase’; en una nación que lucho por una sociedad sin clases. Y es que ellos, los de la clase gobernante, hicieron todo lo posible para que el pueblo no tuviera real acceso a conocer como vivían y de que beneficios gozaban los nomenklaturistas; lo primero que aseguraron, fue el control en todos los campos de la vida soviética. Se hicieron del control de la economía, de la vida civil, de la vida laboral, de la vida política; y todo aspecto era controlado estrictamente por los diversos sistemas que ellos mismos implantaron, generalmente en base a la fuerza, la persecución, y los trabajos forzados; sin dejar de lado cuando era necesario, la sentencia a muerte. Esta clase social, en la URSS, era estrictamente cerrada, y de muy difícil acceso para cualquier miembro del partido y mucho más, para alguien del pueblo o la clase obrera; ellos se cuidaron mucho de elegir muy bien a aquellos que finalmente eran aceptados en la Nomenklatura, pero si alguien y de alguna manera entraba a formar parte de esa sociedad, también le era muy difícil salir de ella. Por supuesto que la descendencia de aquella clase, nacía para pertenecer a ella hasta la muerte, y muchos de aquellos nomenklaturistas de generaciones posteriores, casi no sabían cómo realmente vivía el pueblo; pues las formas de vida, en las altas esferas de la Nomenklatura eran completamente diferentes a la vida de un ciudadano común. Ellos gozaban de toda clase de privilegios, servicios y emolumentos elevados; aunque Voslensky nos hace notar, que finalmente allí, no era tan necesario el dinero, pues todo lo pagaba el Estado; por lo tanto un nomenklaturista, nunca tenía exacta idea de cuánto gastaba realmente para vivir en la forma en como lo hacía. Para ellos lo importante no era el dinero, aunque nunca lo dejaron de lado y nunca se cansaron de acumularlo; pero lo que en realidad ansiaban y por lo que luchaban constantemente en sus refriegas internas, era ‘el poder’. Encontramos una opinión de Kruschev, un día cualquiera después de su paso a retiro; según él, uno podía abandonarlo tolo: los almuerzos en esos elegantes casinos o cantinas del Estado, las mujeres, incluso el vodka… No había según Kruschev, más que una sola cosa de la que nunca se tiene suficiente: el poder.
Tanta ha sido la diferencia de estilos de vida, entre la Nomenklatura y el ciudadano común; y tanta ha sido la distancia que tomaron estas dos únicas clases que existieron en la URSS, tanto el temor al embargo de los bienes y la persecución del pueblo; que para graficar, esta situación, reproduciré de alguna manera, una anécdota que cuenta el autor: “Un colaborador del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) y miembro de la Nomenklatura, recibe un día la visita de su madre, que vive en un ‘koljós’ (cooperativa agrícola campesina). Éste le muestra el lujo de su departamento y de su ‘dacha’ (casa de campo), la complace con deliciosos almuerzos y manjares. Sin embargo la mujer quiere regresar a su casa, lo más pronto como sea posible.
Pero ¿por qué quieres irte mamá? ― pregunta el hijo, un poco ofendido ―. Quédate, que se está muy bien aquí.
¡Claro que se está bien aquí! Por supuesto ― responde la señora ― Pero veo que es muy peligroso: ¿Qué pasa si llegan los rojos?”
Finalmente las Revolución rusa, fue una revolución de comunistas rojos, sin rojos; nadie en el pueblo creía en el comunismo…, tampoco los de la Nomenklatura.
Me pareció una muy buena lectura, y rica de tanta información muy documentada y también educativa; para mí siempre es bueno saber algo más. Este ha sido un libro que me ayudó a ver una faceta importante del ser humano, y que así como esta realidad, ha habido muchas en la historia; vi cómo el hombre es presa de sus propios deseos y malos instintos, especialmente, si dentro de su vida, están presentes el dinero y el poder. Nadie podrá dominarse así mismo frente a estas dos cosas; y en la mayoría de los casos, como en éste y otros que conocemos a través de la historia, han llegado a ser la completa perdición del hombre. Nosotros que leemos y estudiamos la Biblia, sabemos que habrá en un día muy próximo, un gobernantes diferente; creo que si lo buscamos con todo nuestro interés, lo llegaremos a conocer. Será un gobierno rico y poderoso, es el gobierno de Cristo; justo en todo el sentido de la palabra, pero dentro de una abundancia infinita, y con todo el poder que podamos imaginar. Él, no se extraviará como el hombre, no lo explotará ni lo maltratará; mas al contrario, estará para protegerlo y cuidarlo, él será un rey justo. Es el dueño de todas las riquezas del mundo; y es poseedor de todo el poder que se necesita, para que el universo funcione.
Si alguien se tropieza con este libro, y tiene deseos de leerlo; no se sentirá decepcionado. Bendiciones.

8 de febrero de 2010

6 de febrero de 2010

Mirabilia Urbis Romae


(Maravillas de la ciudad de Roma)
Autor: Amy Marshall
Es un ensayo muy interesante que comenta y muestra varios documentos, tanto literarios como de orden artístico, que de alguna manera se han reunido en Canadá, en algunos museos y universidades, así como también provenientes de algunos coleccionistas particulares; éstos han sido recopilados, para mostrar todas las maravillas que tiene y ha tenido Roma, a través de los siglos. Atractivos que han mantenido a la ciudad de Roma siempre con una afluencia de público durante muchos siglos, entre los que podemos contar a religiosos, historiadores, arquitectos, investigadores, amadores del arte, admiradores y curiosos; unos han registrado estas maravillas, ya sea en forma profesional, o como aficionados, otros las han coleccionado o llevado a museos, otros las han comentado, finalmente existe un montón de material que va dando vueltas por el mundo, y que ha sido acumulado a través de los años, por los italófilos. Parte de ese material, que se encuentra en Canadá, ha sido reunido por algunos interesados en darlo a conocer, y que finalmente llega a manos de Amy Marshall, quien se convierte en su custodia.
Al revisar sus páginas, nos encontramos con una admirable radiografía de la ciudad, que nos deja ver los cambios a través de los siglos, las tendencias que ha tenido el arte, las letras y la arquitectura; nos damos cuenta como se ha trabajado para conservar algunas cosas que aún hoy se pueden ver en Roma y que dan testimonio, de la importancia que ha tenido Roma en la civilización; por supuesto también se puede ver los descuidos, y las tragedias del patrimonio urbano, producidos por el crecimiento y la modernidad. Muchos han registrado estas maravillas con todo esmero, se tiene noticias de cada acontecimiento particular, por no decir raro; otros han plasmado estas maravillas en el lienzo, lo han registrado en grabados y esculturas, y mucho de lo que se ha escrito, ha servido de guía para visitantes y peregrinos.
Bonito material, que sirve mucho para alimentar la curiosidad y la necesidad de darnos cuenta como avanza la civilización; y si se trata de Roma, cobra un especial interés, porque Roma ha sido y es la capital religiosa del mundo, ella ha tenido mucho que ver con el movimiento cristiano durante varios siglos, ella tiene de una u otra manera mucha relación con la Biblia; por lo tanto a una persona como yo, interesada en estas cosas y que necesita tanto aprender, le ha sido muy útil.