Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











21 de junio de 2010

La dispensación del gobierno humano

Es necesario aclarar que toda dispensación continúa de alguna manera en las siguientes, y esto es así en todos los casos; porque el sistema dispensacional, es una forma de explicar el plan de Dios para el hombre. Nuestro Dios, conocedor de todo el panorama hasta el final de los tiempos, ha previsto todas las inclinaciones del hombre en sus diferentes etapas de evolución de su pensamiento y de su avance en el conocimiento de las cosas; y dentro de ese avance humano, él ha diseñado un plan, para que nosotros podamos ser de alguna manera empujados hacia su santo reino.
Dentro de esta visión, no cabe ninguna posibilidad de que Dios actuara en sentido de hacer correcciones a su plan, o de reaccionar intempestivamente frente a un determinado suceso en la historia; tampoco él ha forzado a nadie para que actué fuera del deseo de su corazón ni de las inclinaciones de cada cual, mas al contrario, en su omnisciencia él ha adecuado su plan desde antes de la fundación del mundo, a todo aquello a que el hombre se sienta inclinado a hacer y que esté dentro de lo aceptable para Dios y lo ha incluido en ese plan. El hombre ha ido aprendiendo lentamente a través de las edades, a aceptar que Dios es muy poderoso, a darse cuenta de que él es omnisciente y omnipresente; dentro de ese plan estaban considerados todos los elementos para hacer que el hombre aprenda a confiar en Dios, para que el hombre sea llevado al convencimiento de que es rebelde y pecador delante de Dios; también ese plan contempla hacer saber al hombre que Dios le ama de una manera muy profunda, que ha llegado a hacer cosas que ningún otro ser en el universo, pudo haber considerado hacer por amor a la humanidad; y finalmente esta también considerada la forma de salvación o separación para Dios, de aquellos que voluntariamente deciden aceptar ese plan en cualquiera de las etapas de la existencia humana. El plan de Dios entonces, no va variando porque Dios va cambiando de parecer a través del tiempo, si no que va cambiando por que el hombre cada vez más, va teniendo un diferente criterio y conocimiento respecto a las cosas que le rodean, y todo ese conocimiento y experiencia que va acumulando en el tiempo, le permite cada vez entender mejor el plan eterno que su creador tiene para él.
Por supuesto que hay muchos que rechazarán a Dios y a su plan, a través de la historia; por lo que Dios también ha considerado que hacer con ellos, y nunca ha ocultado esas advertencias; sino que más bien las ha dicho y repetido, con toda la profundidad y fuerza que se necesitan decir. Esto es así porque Dios ha hecho al ser humano a su imagen y semejanza, vale decir que nos parecemos mucho a él, y en muchos aspectos; pero de ninguna manera quiere decir que un día llegaremos a ser como él, ni que estamos a esa misma altura, o que Dios alguna vez fue igual que nosotros. Ser semejantes a Dios, significa que muchos de sus atributos y capacidades, nosotros también las tenemos, pero de una manera mucho más inferior; por ejemplo, Dios tiene la facultad de hacer y deshacer en todo el universo, porque el universo lo hizo él y lo controla él; y al hombre se le ha entregado el mundo (Gn 1:28)para que sea el señor de esta tierra, y por lo tanto el hombre hace y deshace en el, como cualquiera puede verlo y aceptarlo; ahora, el hombre debe estar consciente de que Dios le pedirá cuentas por su actuar en el mundo, y Dios así se lo ha hecho saber. Entonces el hablar de la semejanza entre Dios y el hombre, es un tema muy amplio, pero dentro de eso está la capacidad de libre albedrio, o libre decisión; por lo que, si un día el hombre tiene que sufrir un castigo de parte de Dios, y bajo ciertas condiciones, ese castigo también viene a ser una libre elección de cada cual, y no una decisión de imparcial de Dios.
Como lo hemos explicado anteriormente, la palabra dispensación tiene relación con la administración, y eso es lo que es; es la administración de ese avance en cuanto a conocimiento se refiere en cada etapa, a la que llamamos ‘dispensación’, y es por eso que las dispensaciones son acumulativas y están yuxtapuestas en el camino hacia el cielo; por lo tanto lo que se aprendió en la dispensación de la inocencia, sirvió muchísimo al plan de Dios en la dispensación de la conciencia y lo que allí se aprendió, nos tiene que ser muy útil aquí en esta dispensación llamada del gobierno humano, y así continuará en las nuevas dispensaciones, hasta el final.
Esta dispensación, comienza con Noé y su familia luego de haber dejado el arca después del diluvio, y dura nominalmente hasta la confusión de lenguas en la torre de Babel, mas o menos unos 430 años. Lo más sobresaliente de esta dispensación y de acuerdo a lo que venimos diciendo, Noé y sus familiares ya no son inocentes: Saben que es bueno y que es malo, saben que hay un engañador en el mundo y que escuchar sus propuestas puede traerles grandes consecuencias y dolor; también saben que Dios cumplirá todas sus palabras, ya sea para bien o para mal, ellos están conscientes de que sus antepasados perdieron el paraíso y que toda la humanidad contemporánea a ellos, fue exterminada de la tierra con un diluvio; saben que Dios se agrada de algunos actos del hombre, pero no aceptará otras conductas, y ellos ya han aprendido a diferenciarlas de manera básica; y por sobre todo, ellos han percibido claramente que Dios es amoroso, lleno de misericordia, tardo para la ira y que se duele del castigo (Joel 2:13)
En esta dispensación, han cambiado muchas cosas con respecto a las anteriores; primeramente ellos son llamados al igual que Adán y Eva, a multiplicarse hasta llenar la tierra, y dar frutos de su inteligencia y capacidad (Gn 9:1). También hay un claro cambio en la conducta de los seres post-diluvianos, pues los hombres y algunos de los animales ahora comerán carne. Es probable que esta tendencia en el hombre se haya iniciado en los días antes del diluvio, pero ahora Dios mismo es el que autoriza al hombre a comer toda clase de animales y también de plantas, la Biblia lo dice así: “Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis” (Gn 9:3-4). La prohibición de comer sangre, tiene una connotación de advertencia hacia el hombre, de que ellos no deben derramar sangre humana, pues Dios tendrá presente todo acto sanguinario y le pedirá cuentas a aquel que cometa un crimen; pero también enseña, que el derramar sangre, traerá consigo más violencia a la humanidad, pues otro hombre tomará venganza de esa sangre derramada, y así todos se verán envueltos en el odio y la maldad. Otra de las enseñanzas a cerca de la sangre, es que para Dios la vida de los seres humanos es preciosa, pues ellos fueron hechos a imagen de Dios; y creo que en este punto la referencia implícita es: Que Dios conoce el bien y el mal, así como también el hombre de esta dispensación lo conoce; pero Dios a propósito ha escogido hacer el bien, y por lo tanto exige que el hombre también lo haga. El pasaje que habla de todo esto, necesita una lectura bien cuidadosa de cada palabra para llegar a su cabal entendimiento, y aquí le presentamos ese pasaje: “Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre” (Gn 9:5-6) Dijimos que algunos animales ahora también tendrían una conducta carnívora, pues eso se desprende de la frase: ‘de mano de todo animal la demandaré’, esto es la sangre; y como hoy conocemos muchos animales que se comen a otros animales e incluso algunos han llegado a comer hombres, por lo tanto es fácil aceptar que los animales también derramaran sangre. Pero respecto a los animales anti-diluvianos, la Biblia nos deja ver que no era así, pues dice: “Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así” (Gn 1:30). Por supuesto que habrá un tiempo en el futuro, en que según la Biblia, los animales volverán a su condición original de herbívoros y esta relación de paz entre los hombres y los animales regresará; uno de esos pasajes lo cuenta así: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja” (Is 11:6-7) Así fue en el principio, y así será algún día en el futuro; pero en la dispensación del gobierno humano los animales empezaron a ser violentos, por lo tanto, Dios también tuvo que hacer algo para que los hombres puedan gobernar la tierra, y esto es poner un cierto temor en los animales para con el hombre; y eso es posible observarlo incluso en nuestros días, todo animal por muy fuerte y feroz que sea, teme al hombre, y también toda bestia es por él dominada; el versículo que habla de esto dice (Habla Dios): “El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados” (Gn 9:2)
Esto que venimos exponiendo, la aparición de algunos animales carnívoros; supone según los estudiosos un cambio sustancial en la anatomía de los animales, pues para nadie es un misterio de que el aparato digestivo de un herbívoro, es muy diferente de uno carnívoro, y esto puede significar para muchos, un obstáculo para aceptar esta propuesta bíblica; pero de ninguna manera lo es para aquellos que creen en Dios, y en todo lo que él ha hecho. Si creo que Dios hizo el universo, la tierra y todo lo que en ella hay; no entiendo cómo podría cuestionar el hecho de que Dios también puede transformar algunos de los animales que antes comían hierbas, para que ahora coman carne. Esto, de ninguna manera significa ‘evolución de las especies’, sino intervención de Dios de manera directa; éste cambio pudo ser gradual o pudo ser instantáneo, finalmente no tiene importancia la forma en que pudo llevarse a cabo; solo interesa saber que Dios así lo hizo y lo escribió, y yo lo debo creer y aceptar.
Otro aspecto que contempla esta dispensación, es un cierto pacto que hace Dios con Noé y sus descendientes; pues ellos pudieran estar demasiado aterrados para vivir en el mundo, luego de pasar por semejante diluvio, el pasaje dice así: “He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra” (Gn 9:9-13) El arco iris ha estado allí entonces, desde los días de Noé, y por lo tanto Noé y sus descendientes pudieron estar seguros de que Dios no traería a la tierra otro diluvio más; eso dio mucha seguridad a los hombres para que puedan proyectar sus vidas con confianza, y han sido llamados a emplear todas sus posibilidades y habilidades para vivir bien en la tierra. Después, con el paso de los años, el hombre demostró que puede proyectarse en sociedades bien definidas, y con propósitos también definidos; llegando a emplear algunos elementos técnicos, que incluso hoy son gravitantes en la vida de los seres humanos. Con el paso del tiempo los hombres descendientes de Noé, fundaron varias ciudades, algunas de las cuales llegaron a ser muy importantes e influyentes en la sociedad, especialmente en lo que tiene que ver con la Biblia. Antes de continuar, transcribiremos un pasaje que nos habla de algunas de esas conductas, las que explicaremos después con más detalle, el pasaje es este: “Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra” (Gn 11:1-4) Notemos primeramente el nacimiento de la democracia, quizá no en la forma elaborada que hoy tiene, pero si en su más básica forma de gobernarse el ser humano como sociedad; ellos ubicaron un cierto lugar, y se dijeron unos a otros, hagamos esta clase de proyecto, eso es ponerse de acuerdo, es convocar a las masas y llegar a un consenso, es a lo que hoy le llamamos democracia. Luego veamos el nacimiento de algunos conceptos técnicos, como la normalización o uniformidad, la productividad, la estética, la geometría, las matemáticas, y otros más; por ejemplo, si se han de emplear ladrillos, es porque ellos son del mismo tamaño y no como las piedras que son de diferente tamaño y forma; esto facilita mucho el avance de la construcción; también el uso del asfalto, que seguramente era extraído del subsuelo donde era muy abundante, pues esas tierras hasta el día de hoy están llenas de petróleo, y era más uniforme y durable que la mezcla de barro; la construcción que emplearía ladrillos y asfalto, por supuesto que sería mucho más uniforme y se vería mucho mejor que si la hubiesen intentado hacer de piedra. Muchos son los que piensan que esta torre, era de base cuadrada, y que a la vez era cónica, por lo que seguramente tienen que haber empleado algún tipo de cálculo para llegar a concebirla, lo que significaría de alguna manera el nacimiento del cálculo matemático. Alguien tuvo que llegar a liderar este proyecto, entonces entendemos que allí también nació la idea de gobierno, de administración, e incluso de explotación de los seres más desposeídos y humildes. Junto con estos propósitos que parecieran, loables; digo, parecieran, porque finalmente todos estos elementos no han sido benéficos para el hombre en el sentido de acercarlo más a Dios, sino que más bien han contribuido a su alejamiento, pues resaltan la capacidad humana, haciéndole pensar que no necesita a Dios y por lo tanto no le tomará en cuenta, y este hecho fue precisamente el punto culminante de este periodo. El proyecto de Babel, finalmente tenía como objetivo principal, el servir de refugio ante un posible nuevo diluvio, y así se desechaba de plano la palabra de Dios que les había prometido que nunca más habría un diluvio; también significaba que, no tendrían temor de un castigo, sino que más bien habían decidido enfrentarse a Dios, empleando para ello su capacidad y sus recursos. Otro de los objetivos de esa torre, era que serviría finalmente de un lugar de adoración, pues la historia y la Biblia nos demuestran que toda edificación en altura, era un lugar para adorar; pero en este caso no sería para adorar a Dios, pues ellos ya estaban en rebeldía contra él, sino que sería un lugar para dar culto a alguna otra criatura o a algún astro del cielo, y para exaltar la capacidad humana. Por lo tanto también podemos decir que aquí se sentaron las bases de la idolatría, y como todos sabemos, después sobre las bases de esa torre y alrededor de ellas, se edificó la gran ciudad de Babilonia, que fue cuna de la idolatría, el libertinaje, y la opresión; y ese nombre “Babilonia”, viene a ser símbolo de la humanidad rebelde y alejada de Dios a través de los tiempos y que acaba siendo condenada a la perdición, en el capítulo 18 de Apocalipsis.
Para terminar con este proyecto fatídico, Dios decide confundir la lengua de las personas y así dejaron de construir esa torre; pero las bases de una sociedad rebelde a los ojos de Dios ya habían sido echadas, por lo que desde allí en adelante, el hombre ha buscado su propio derrotero y a prevalecido esa tendencia de permanecer lejos de Dios y de su consejo. Esta no es una tendencia de momento, sino que hasta hoy es así la conducta del ser humano; y mucho mas hoy, donde pareciera que muchos de los logros obtenidos en el mundo moderno, como la convivencia entre las sociedades, la economía, la explotación de los recursos, en refinado concepto del derecho humano, y el gran avance de las ciencias, y mucho más; han sido solo producto de la capacidad del hombre, y donde Dios nada tiene que ver. Por lo tanto para un ciudadano de hoy es casi más difícil hacerse ciudadano del cielo, que para un nieto de Noé; y con todo esto por delante, Dios aún sigue trabajando con mucho amor, para demostrarle al hombre, que aunque ha conseguido grandes cosas, nada ha avanzado en su camino hacia el cielo, y nada conseguirá si permanece alejado de él.
Anticipando a esta conducta del hombre, Dios ha contemplado en su plan, incorporar o reforzar el concepto de fe, que es creer en Dios, en su palabra y en sus promesas; y para lograr esto, decide tomar aunque sea un solo hombre, que esté dispuesto a trabajar junto a él en ese plan. Y así, empieza una nueva etapa en la lección dada por Dios a la humanidad, la que ha sido llamada la dispensación de la fe o de la promesa, y que estaremos comentando más adelante. Por ahora le deseamos la más ricas bendiciones de parte de nuestro glorioso Señor y Salvador Jesucristo. Amén.

16 de junio de 2010

La dispensación de la conciencia

Esta dispensación empieza con la salida de nuestros primeros padres Adán y Eva, del paraíso terrenal. Como dijimos al analizar la anterior dispensación, ellos ahora son personas diferentes de lo que eran allá en el huerto de Edén; ellos ahora saben que lo que es bueno y que lo que es malo. Y aunque es probable que no tengan el nivel de conciencia que nosotros tenemos hoy, sin embargo ya se ha instalado en sus mentes y en sus corazones, el concepto del discernimiento sobre todos sus actos y sobre todos los hechos que los rodean. Si ahora se dieran las condiciones edénicas, en el sentido de tener que evitar comer de un cierto árbol, y lo hiciesen, la culpa no sería igual que la que se les imputó en Edén por haber comido del árbol de la ciencia del bien y del mal; sino que sería mucho mayor pues allí ellos eran inocentes, pero aquí ellos son consientes de qué es lo que deben hacer y qué es lo que no deben hacer. Además hay otro componente de discernimiento; ellos acaban de ser puestos fuera del Edén, y esto es un claro ejemplo de que Dios actuará de acuerdo con sus mandamientos y preceptos, y no pasará por alto ninguna falta ni muestra de rebeldía.
Esta dispensación tiene una duración de alrededor de 1600 años, y va desde la salida del Edén hasta el diluvio universal (Gn 8:19). Fue una época en que la tierra fue poblada en gran parte, y las personas que aparecen mencionadas en la Biblia no son precisamente todas las que existieron; si no que allí simplemente se hace mención a algunas de ellas, aquellas que tuvieron mayor relevancia en la vida de los hombres anti diluvianos.
En esta dispensación no encontramos disposiciones ni prohibiciones concretas de parte de Dios para los hombres, por eso precisamente se llama la dispensación de la conciencia; pues los que vivieron en ella, debieron vivir de acuerdo a lo que les dictaba su conciencia, que podríamos decir que era la ley de Dios escrita sus corazones, de tal manera que ellos mismos sabían cuando hacían algo malo o algo bueno; Pablo nos explica algo de eso, cuando dice: “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio” (Ro 2:14-16) Lo más seguro es que Pablo cuando dice ‘ley’, esté haciendo alusión a la ley de Moisés, pero bajo esa misma idea, en los anti diluvianos también había algo que les acusaba o les defendía delante de Dios, y si su conciencia les acusaba era porque era malo lo que estaban haciendo, pero si se sentían en paz, ello era indicio de que lo que estaban haciendo era bueno.
Veamos el primer ejemplo de esto en las escrituras, la actitud de los primeros hijos de Adán: Caín al parecer tomo la iniciativa de llevar una ofrenda a Jehová, aunque también es probable que lo decidieran juntos con su hermano Abel, no lo podemos saber. El asunto es que la ofrenda de Caín, fue solo eso, una ofrenda; Caín tomo algunos frutos de la tierra, o sea, de lo que su huerto le había producido, porque él era labrador, entonces lo más probable es que no haya tenido animales de crianza para llevar una ofrenda. El problema no está en qué consistía la ofrenda, si no que está en la calidad, en el cuidado con el que fue tomada esta ofrenda; en el caso de Caín, la Biblia solo dice: “ …Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová” (Gn 4:3); pero con respecto a Abel dice: “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas” (Gn 4:4) Aquí se puede establecer claramente la diferencia entre la ofrenda de Caín y la de Abel. A cerca de éste último, la Biblia, deja ver expresamente que la ofrenda fue escogida; Abel tuvo cuidado de tomar lo mejor de las primeras crías, y de entre esas, escogió lo más gordo de ellas. En aquellos habitantes semi-nómadas, el concepto de escoger las primicias, o los primeros frutos que produzca el ganado o la tierra, tiene que haber sido mucho más importante que para nosotros lo es hoy. Escoger las primicias para Dios hoy, quiere decir tomarle en cuenta primero a él antes que a nosotros, reconocerle a él como el proveedor, como el sustentador de nuestras vidas. Abel entonces llevo a Jehová de lo mejor que tenía; pero Caín simplemente llevó una ofrenda, y esto hace una gran diferencia, pues: “…miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya” (Gn 4:4-5) y el problema no está en cómo miró Dios a las ofrendas, sino en cómo reaccionaron los que las llevaron; las escrituras no dicen nada a cerca de Abel, pero sin duda él se sentía muy bien, después que supo que Dios se agrado de él y de su ofrenda; pero si se dice bastante de Caín, y me gusta mucho mas como lo traduce la versión ‘Dios habla hoy’ (porque todas nuestras referencias se toman de la versión Reina Valera 1960), esa versión dice: “¿Por qué te enojas y pones tan mala cara?. Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tu puedes dominarlo a él” (Gn 4:6-7) Ese fue el problema: La reacción de Caín. A cerca de esto, la Biblia dice enfáticamente: “…Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante” (Gn 4:5) Caín se enojó muchísimo, y puso muy mala cara y lo hizo delante de Dios, pero Dios le dijo: ―he aquí el pecado esta delante de ti para dominarte, pero tú también puedes vencerlo, todo depende de ti― Caín siguió su instinto, y finalmente acabó agravando su situación, o sea mató a su hermano; y así se dejo dominar por el pecado. Después que fue afrontado por Dios, el siguió el camino señalado por el pecado, al tratar de engañar a Dios y tratar de quitarse toda responsabilidad de encima, las escrituras lo relatan así: “Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra” (Gn 4:9-12) Definitivamente aquí se puede ver que Caín tuvo todas las posibilidades, de mejorar su posición frente a Dios, simplemente pudo haber cambiado de actitud, y aprender de su hermano Abel, pudo pedir perdón, pudo dominar la tentación de matar a su hermano, pero no lo hizo, sino que dejó que todo fuera impulsado por la ira y el descontento, de tal forma que llegó a ser rechazado completamente por Dios.
Así es como funciona la dispensación de la conciencia humana, simplemente el hombre actúa, unos lo hacen tomando en cuenta el parecer de Dios, pero otros, que son la mayoría, actúan de acuerdo a sus instintos; digo que algunos tomaron el parecer de Dios, pues la Biblia tiene cuidado de indicarnos que éste fue el tiempo en que los hombres empezaron a invocar su nombre (Gn 4:26)
La Biblia nos enseña que Caín fue desterrado por Dios a alguna parte, probablemente más lejana de la que vivía Adán y su familia, pues ambos llegaron a vivir al oriente del Edén, que estaba en Mesopotamia, en lo que hoy vemos los países de Iraq e Irán, quizá parte de Siria o Turquía en el noroeste; en este caso es difícil establecer la ubicación exacta y también el tamaño que tenía el Edén, pero lo cierto es que estaba en ese lugar, y Adán fue echado hacia el oriente de este, pues la Biblia nos dice: “Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida” (Gn 3:24). Sin embargo Caín parece haber sido enviado más lejos o aún más al oriente quizá en lo que hoy es Pakistán, la india o china; el nombre de uno de sus descendientes, Tubal-caín, nos hace relacionarlo incluso con Rusia. Por supuesto que es probable que la geografía del planeta pudo haber quedado seriamente modificada después del diluvio, pero aún así, en estos días todavía podemos encontrar relación de algunos nombres de lugares con aquellos hombres descendientes de Caín.
En la separación de Caín y de Adán y sus respectivas descendencias, está basada la enseñanza de las dos generaciones: La generación bendita y la generación maldita. No estamos completamente de acuerdo con esta enseñanza, ya que tiene múltiples conceptos adheridos; pero si diremos que los descendientes de Caín al parecer tuvieron una inclinación rebelde e inclinada a todo aquello que ellos sabían que desagradaba a Dios; estos son algunos de los pasajes que nos dejan ver esa actitud: “Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, y un joven por mi golpe. Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será” (Gn 4:23-24) Lamec, descendiente directo de Caín, se convierte en la ventana para ver cómo era esa descendencia. Lamec fue el primer hombre polígamo, pues tomo a dos mujeres por esposas; en sus palabras no solo vemos la evocación de su tatarabuelo Caín, si no que hasta uno de sus hijos se llamó Tubal-caín, e hizo su declaración en clara alusión a la sentencia de Jehová de que ‘cualquiera que matare a Caín, sería castigado siete veces’ (Gn 4:15), y dando a entender de que él será mucho más cruel que Caín, el está dispuesto a tomar venganza, ante cualquier persona que ose herirlo.
Se supone que en el otro lado, un poco más al occidente del territorio donde se estableció Caín, también progresó la descendencia de Set que fue hijo de Adán y que según la Biblia fue un hijo a la imagen de Adán (Gn 5:3) y por lo tanto se supone que fue del agrado de Dios; ésta descendencia es la que muchos llaman la ‘generación bendita’, para hacer aparecer a la de Caín como la ‘generación maldita’; y con el tiempo estas dos civilizaciones se juntaron y finalmente todos acabaron haciendo lo malo, eso es lo que se desprende de los primeros versículos del capítulo 6, donde se menciona a la descendencia de Adán y de Set, como hijos de Dios; y a los de Caín como hijos de los hombres, el pasaje reza así: “Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas” (Gn 6:1-2) Al mezclarse finalmente estas dos civilizaciones, con diferentes niveles de acercamiento a Dios, los descendientes de Caín habrían acabado por corromper a los de Set, y así la maldad finalmente contaminaría a toda la tierra habitada. La Biblia lo dice así: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Gn 6:5) Esta es la razón por la que Dios, entonces decidió eliminar a toda esa gente enviando para ello el diluvio universal.
Debemos aclarar que hay algunas enseñanzas diferentes en relación con estos pasajes: Primero están los que encuentran difícil que Caín hubiese encontrado una esposa en un lugar tan apartado; pero usted debe notar claramente que la Biblia no dice que Caín se fue solo hacia el oriente, eso da lugar a pensar que lo más probable es que se fue casado y hasta quizá acompañado por algunos adherentes. El problema parece estar en la expresión: “Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc…” (Gn 4:17); pero ésta no indica certeramente que Caín la conoció personalmente, sino mas bien que él tuvo relaciones sexuales con ella y ella concibió un hijo. La confusión de muchos está en que se piensa que hasta la salida de Caín de la presencia de Dios, solo habían tres personas en la tierra, a saber Adán, Eva y Caín; pero la Biblia no dice de ninguna manera eso, y aunque no dice cuantos años tenía Adán cuando nacieron Caín, y Abel, si dice que tenía ciento treinta años cuando nació Set, quien fue un hijo conforme a su imagen (Gn 5:3), esto último puede significar que fue un hijo, que le agradaba o que se parecía a él, en cuanto a honrar y temer a Dios; y con esto la Biblia deja completamente abierta la posibilidad de que antes de Set, haya habido otros hijos que tenían las mismas tendencias que Caín, y también que pudieron haber nacido mujeres antes de Set. Y aunque no hubiera sido así, tenemos que pensar que Caín pudo tener fácilmente cien o doscientos años cuando conoció a su esposa, y que incluso la expulsión fue después de eso, lo que hace lógico que para ese tiempo ya hubiese muchísima gente sobre la tierra.
Otro aspecto de estas enseñanzas en que cuando se menciona a los hijos de Dios y a los hijos de los hombres (Gn 6:2); muchos dicen que estos hijos de Dios eran ángeles, y que de estas uniones nacieron unos gigantes; pero la Biblia de ninguna manera enseña eso, primero debemos pensar que los ángeles no se casan ni tienen relaciones sexuales (Mr 12:25), entonces estos hijos de Dios tienen que haber sido humanos; hombres que adoraban a Dios, y por eso se dice que son descendientes de Adán. Tampoco dice la Biblia que de esas uniones nacieron los gigantes de la tierra, solo dice que ‘en esos días’ había gigantes en la tierra, esto es en los días de la dispensación de la conciencia, y que estos gigantes continuaron existiendo incluso en los días que hubo estas uniones de los hijos de Dios con las hijas de los hombres, revisemos el pasaje: “Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre” (Gn 6:4) Todos sabemos que algunos gigantes aún vivían en los tiempos de David; así es que la Biblia solo dice que en ese tiempo hubo gigantes, y de ninguna manera dice que esos gigantes fueron fruto de la unión entre los hijos de Dios, con las hijas de los hombres.
Si regresamos un poco más atrás, debemos hablar también a cerca de la ofrenda que ofrecieron Caín y Abel. Muchos piensan que Dios rechazo la ofrenda de Caín, porque no era una ofrenda con derramamiento de sangre o sacrificio, y que Dios eso era lo que requería, para personarle su pecado. No es eso lo que dice el pasaje, si bien dice expresamente que Dios miró con agrado la ofrenda de Abel, y no lo hizo así con la ofrenda de Caín, ya explicamos la razón por la que se produjo esta preferencia, pero no creemos que fue porque la ofrenda de Caín no era un sacrificio. Lo que si puede haber sucedido, es que primeramente, cuando Dios hizo al hombre y a su mujer, túnicas de pieles y los vistió (Gn 3:21) Adán entendió que el sacrificio de un animal, sirvió para cubrir su pecado y su vergüenza y ser acepto delante de Dios; luego cuando esa ofrenda de Abel fue acepta, es posible que se reforzara aún mas esta idea. Y así de a poco, se ha ido grabando en la mente del hombre la idea de ofrecer a Dios sacrificios, en algún momento quizá para calmar su ira, en otro momento para pedir de él el perdón a una falta; pero creo que hasta los días de Noé, aun esto no estaba bien establecido en la mente de los hombres. Pero de ninguna manera fue Dios el que impuso esa forma de adoración, ya que en todas las formas de relación entre Dios y los hombres, nuestro amoroso Dios, ha tomado aquello que fue iniciativa del hombre para establecer una amistad con él. La Biblia nos cuenta que Noé cuando salió del arca después del diluvio, hizo un altar a Dios y tomó de todo animal limpio y ofreció un sacrificio, y Jehová aprecio este acto (Gn 8:20-21) La tierra se pobló después del diluvio en todos los rincones donde la historia nos ha dado a conocer que hubo gentes, y en casi todas esas civilizaciones hemos encontrado que el sistema de sacrificios se ha practicado, aun siendo ofrecidos a dioses falsos, pero desde aquellos días esa idea seguramente quedó grabada en la mente del hombre. Por supuesto que Dios en su omnisciencia, supo de antemano, desde antes de la creación del mundo que esto iba a ocurrir; por lo que ya lo había contemplado en su plan, hacer que esto sea parte de su ley como una figura de aquel excelente sacrificio por los pecados de la humanidad, que fue Cristo Jesús.
Hay indicios claros en la historia, que nos indican que cosas como la circuncisión, los sacrificios y algunos elementos de la ley que se le entregó a Moisés, también fueron practicados por otros pueblos, y esto nos enseña que no fue Dios el que empujo o impuso su criterio en el hombre; sino no que más bien dejo que el hombre tome la iniciativa, y en base a lo que él ha concebido que es bueno delante de Dios, de acuerdo a su conciencia, Dios lo ha establecido como parte de su pacto con los hombres; y lo que el hombre ha concebido como malo, Dios lo ha puesto como prohibición, y así la ley de Dios viene a ser completamente justa, delante de todos los hombres.
Diremos entonces que en esta dispensación o era, el hombre solo vivió en base a su conciencia y que mediante ella no pudo agradar a Dios. Los hombres, estaban completamente conscientes de que actuaban en contra de los deseos de Dios, a tal grado que ‘vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal’; por lo tanto, Dios decidió raerlos de la tierra empleando para ellos el diluvio. Sin embargo y con toda seguridad, hubieron hombres que agradaron a Dios en aquellos días, uno de ellos fue Enoc, de quien la Biblia dice que caminó con Dios, y que finalmente fue llevado por él (Gn 5:24); también estuvieron los que no agradaron a Dios, y lo hicieron por una mera ignorancia del castigo que vendría; estos tuvieron oportunidad de arrepentirse de sus pecados cuando Jesús mismo les predicó después de su muerte, la Biblia lo dice así: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua” (1Pe 3:18-20) Al final de esta generación, solo fue salvo Noé y su familia, en total ocho personas para continuar después la siguiente dispensación, de la cual estaremos hablando próximamente. Bendiciones.

7 de junio de 2010

El cristianismo evangélico a través de los siglos



Autor: Samuel Vila

El Dr. Samuel Vila, es un pastor y escritor bautista muy amado y respetado, por su alta investigación y profundización en los temas cristianos, especialmente en aquellos relativos a la historia; lucho incansablemente por difundir la verdad evangélica en España y Europa, así como también en los Estados Unidos. Ésta, según él aclara es la segunda edición de su libro, la que ha sido ampliada y mejorada con respecto de la primera que apareció en España clandestinamente allá por el año 1956; esto, porque era la época de intolerancia religiosa del general Franco.
Es una amplia revisión y recopilación de información, a través de 19 siglos de cristianismo. Nos enteramos, cómo el autor ha hurgado, allá en los museos y bibliotecas de Europa, y ha plasmado toda su investigación en este manual de consulta; muy útil, para cualquier estudiante, laico o siervo de Dios, que desee estar documentado en uno de los importantes pilares de nuestra fe, la historia. Es posible ver, como el cristianismo evangélico, ha sobrevivido a través de los siglos, después de haber recibido la semilla del mismo Señor Jesucristo en los doce apóstoles, allá en Jerusalén. El Dr. Vila, parte haciendo un recuento, si bien como él mismo lo dice, no exhaustivo, pero sí amplio, partiendo del mismo día de pentecostés, hasta los primeros años del siglo veinte, y demuestra como el cristianismo evangélico que siempre se apegó a las escrituras y que comúnmente es llamado protestantismo, sobrevivió a través del tiempo, y no pudo ser totalmente anulado por el imperio ni por la iglesia de Roma. Aunque, por supuesto, cuando estudiamos autores de origen católico, estos los cristianos, aparecen como sectas heréticas y falseadores de la verdad, que si bien existieron aquellos, muchos de los que son así vistos por el catolicismo romano, han sido grupos de los más puros defensores de la verdad, dignos de ser llamados ‘cristianos’. Siempre está la creencia de que el protestantismo empezó, con los grandes reformadores, como Lutero, Calvino, y otros; pero el Dr. Vila nos demuestra que ellos simplemente reafirmaron, gracias a su valentía y oportunidad que tuvieron, aquello que muchos ya venían haciendo desde siempre; nos damos cuenta que en todos los siglos y en toda Europa ardió el fuego del evangelio, alimentando no solo las hogueras de la inquisición, si no las matanzas y persecuciones de los siglos anteriores, diezmando e intentando exterminar aquello que florecía puro y fortalecido por la palabra de Dios. Incluso tenemos un panorama del Asia menor y Euro asía, que junto a la excomunión mutua entre el Papa de Roma y el patriarca de Constantinopla en 1054; nació también allí, junto a ese cisma, un remanente cristiano bajo el amparo de la libertad de la lectura del nuevo testamento. Uno de los puntos más nítidos en la historia del cristianismo, se puede notar, al pasar de los primeros grupos de cristianos antes de Constantino, a los que vivieron después de él y su cambio político-religioso; permitiéndonos ver que el cristianismo evangélico como lo llamaríamos en este tiempo moderno, ha sido el que ha marcado siempre la constante de la fe y la palabra de Dios, más allá de todas las dificultades.
El autor nos lleva por todos esos escenarios, mostrando su trabajo investigativo y su capacidad narrativa, sin abstraerse del detalle anecdótico como es su característica; haciendo de su obra una novela vivida y atrayente, alimentando la curiosidad del lector, no con ficción, sino con hechos reales, que nos traen claridad, seguridad y entendimiento de la realidad de la predicación de Cristo en la época que nosotros llamamos, la era de la Iglesia.
Ha sido para mí, una buena lectura y contribución importante a mis conocimientos. Recomendable para todo aquel que desee crecer y fortalecer su fe, así como documentarse para poder compartir o enseñar. Gracias y amén.