Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











29 de junio de 2011

La salvación


ESCRITURA:
1 Tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”

APLICACIÓN:
Si usted ingresara a la universidad, después de haberlo decidido en consciencia, y luego de haber superado la prueba inicial; y, supongamos que va a estudiar medicina. ¡En ese momento ya lo podrían llamar doctor!; luego cuando usted a través de sus estudios demuestra que esa es su vocación y su interés, lo llamarán doctor con más propiedad; sin embargo al final, cuando sus pacientes estén de alta completamente sanos, usted es aún más digno que lo llamen así. Claro que… si en el camino abandona su propósito, ¡nadie le pondrá ese título!
Así es la salvación: Cuando usted decide y confiesa con su boca y de corazón que Jesús es su salvador y el Señor de su vida, usted espiritualmente es salvo de ir a parar al infierno; luego durante su vida, usted demuestra que es consecuente con esa decisión que tomó, y va siendo salvo del poder del pecado, hasta alcanzar la santificación progresiva de su alma; finalmente cuando llegue al reino de los cielos, su cuerpo será glorificado, esto quiere decir que usted ha sido salvo del poder de la muerte. Así es la relación salvadora con nuestro Señor Jesucristo.

ACCIÓN:
Y, bueno… si por alguna razón usted decide renunciar a esa tan importante decisión que un día tomó, ¿podremos hablar de salvación? San Mateo 24:13 dice: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” Un año más que se va, y nuestro Señor aún no ha regresado, pero debemos perseverar hasta el fin.

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