Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











7 de diciembre de 2011

El final del cuento

ESCRITURA 1 Tesalonicenses 5:9-10 “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él” APLICACIÓN Un hombre que leía una novela de acción e intriga, al ver que una muchacha inocente había sido secuestrada por unos sinvergüenzas; finalmente, no pudo resistir la tentación de saber cómo terminaría aquella historia, así que decidió leer el final. Quedo tranquilo al enterarse de que la niña al fin, era liberada sana y salva; y que aquellos hombres malos del cuento, tuvieron su merecido. Esa es la misma tranquilidad que deberíamos sentir nosotros, pues si bien el mundo tiene aflicción de espíritu por la incertidumbre de no saber cómo terminará todo; nosotros sabemos al leer la palabra de Dios, que la iglesia al igual que esa muchacha, al final será liberada sana y salva, y que los malvados tendrán su justo castigo; porque a aquellos que han creído en su nombre, no los ha puesto Dios en este mundo para ira, o mejor dicho, para ser castigados en el día de su ira, sino para alcanzar la salvación eterna. ACCIÓN Seguro que usted no puede estar indiferente, cuando se da cuenta de que el mundo avanza hacia un final que se pinta catastrófico; pero debe saber que usted puede tener un final feliz, o uno triste. El Señor le invita hoy personalmente, a escoger ser parte de aquellos que no probarán su ira, sino que vivirán para siempre con él. Amén.

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