Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











3 de marzo de 2012

El tesoro de la vida eterna


ESCRITURA
1 Timoteo 6:19 “…atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna”
APLICACIÓN
Esta sentencia se atribuye a Francisco de Quevedo: “No basta con saber dónde está el tesoro. Es necesario trabajar para sacarlo” Y es una verdad que puede ajustarse muy bien a aquellos que de alguna manera saben cuál es el camino correcto hacia el cielo, conocen suficientemente la Biblia como para darse cuenta de qué es lo que deben hacer; pero encuentra pesadez en sus miembros para ir a la acción.
Si somos pobres, saber que tenemos un tesoro ya es algo maravilloso, pero mientras no saquemos a la luz ese tesoro, nunca podremos dimensionarlo. Una de las razones para no ir a la acción es no interesarnos en saber qué clase de tesoro tenemos delante de nosotros; tener buen fundamento en lo por venir, es estar conscientes de qué es lo que nos espera en el futuro, y si esa fundamentación nos dice que la vida eterna es nuestro tesoro, ¿por qué no echamos mano de ella? O dicho de otro modo, ¿por qué no nos ponemos ya, a trabajar por ella?
ACCIÓN
Nadie se hace rico, sin mover un dedo. Sin esfuerzo, sin cansancio, sin estrechez, e incluso sin aflicción, nadie podrá acumular siquiera un centavo; por lo tanto, ganarse el tesoro de la vida eterna, requiere de todo su empeño y acción. Póngase hoy mismo a trabajar por su tesoro celestial. Amén.

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