Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











2 de febrero de 2008

La gracia peligrosa

LA GRACIA PELIGROSA DE NUESTRO DIOS.

Predicado a la congregación el día 10 de Enero de 2008.

Texto base: 2Co 6:1-2

Lectura bíblica: Deuteronomio 32:10-15

La palabra gracia tiene muchos significados; si buscamos en un diccionario, hay 8 o 10, y hasta 20 significados. Los hay desde la simple habilidad de hacer reír a los demás, hasta el aspecto jurídico del término, el perdón el indulto; pasando por una alusión al nombre de la persona, a cierto atractivo de la persona, independiente de la belleza, y abarcando también la bendición, la holgura, el buen momento.

Pero yo quiero hablarles de la gracia de Dios hacia nosotros, que por supuesto tiene que ver con varios de estos aspectos, y que como decíamos en el título, se torna peligrosa para nosotros. Al oír esto, algunos de ustedes pueden pensar que no estoy muy cuerdo, pero prefiero adentrarme en el tema y explicarles el porqué de este peligro. No es que la gracia sea peligrosa en sí, si no que nosotros somos los la hacemos peligrosa. Empecemos por ejemplo con el aspecto legal, aquí la gracia significa el perdón, el indulto de nuestro Dios por todos nuestros pecados. Sabemos que somos pecadores, esto es, que hemos cometido faltas en contra de nuestro Dios, y que nos espera un castigo por aquello; más la Biblia nos habla de la gracia, por ejemplo en Efesios 2:8 dice: “Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios” y otra vez dice en Romanos 3:24 “Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” Estos son solo algunos ejemplos en la Biblia que nos hablan de la gracia en este aspecto, o sea del indulto, del perdón de nuestras faltas, en forma gratuita. Ahora por que podría ser peligrosa esta clase de gracia, ¿por qué lo cree usted? Justamente por que es gratuita, ¿verdad? Es tan admirable, que de un momento a otro seamos perdonados, que hace que nosotros a veces no lo podamos sentir así, no le demos la correcta dimensión, la importancia que tiene el ser limpios de nuestros pecados, pasa casi desapercibido. Es más, la gente del mundo, ni siquiera lo puede creer, ellos se admiran de que alguien, de repente diga que ha sido perdonado por Dios de todas sus faltas, y que ahora esta limpio delante de él. No lo pueden aceptar. Cuando nosotros no le damos el valor necesario, la dimensión necesaria, en realidad, la estamos tornando en peligrosa, por que así, no tendrá la importancia que merece, pasará a ser algo trivial. Si a un condenado a cadena perpetua, de repente le perdonan todas sus fechorías, y lo dejan libre, sería para él una gran cosa, no hallaría como agradecerlo, sería algo maravilloso, sin embargo, para algunos de nosotros, este perdón pasa a segundo o tercer plano, a ser algo sin importancia, eso es lo peligroso. ¿no lo ve así usted? Hermano ¡no se canse de agradecer a Dios por la gracia del perdón! ¡que bendición, que fortuna el ser perdonado!

Ahora si pasamos al atractivo especial de la persona, a esa gracia que Dios puso en la persona, al don, a la habilidad, con que ha sido bendecido cada hermano; incluso esto es extensivo, para aquellos que no conocen a Dios, pues en ellos igual él ha puesto dones especiales. Hay hermanos que tienen habilidades para cantar, otros la facilidad de la palabra, otros han sido dotados de gracia, en la administración, en el servicio, y en fin, en muchos aspectos que son muy útiles aquí en la iglesia, pero ¿qué estamos haciendo con esa gracia? En Romanos 12:6-8 dice por ejemplo “ De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio en servir, o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad, el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría” Es probable, que nosotros, a veces, sintamos que no merecemos, o que no somos dignos de hacer algunas cosas, o puede ser que no nos sintamos con el ánimo, la valentía de hacer algunas cosas, pero estamos casi obligados a desarrollar esos talentos que nuestro Dios a puesto en nosotros, a emplearlos en el bien de la palabra, de la predicación, de la edificación de al iglesia. Todos al servicio de una sola causa, sino ¿cómo crecerá la iglesia? Pablo por ejemplo dice en 1Corintios 15:7-10 “Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios, soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo” y otra vez dice en Efesios 3:8 “A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo” Pablo reconoce en cierta forma, que no es digno, que a lo mejor no le corresponde hacerlo; pero sin embargo toma esa obligación, ese designio de Dios, y lo lleva a cabo, el arriesgó hasta su vida, dedicó todo su tiempo, empleo todos sus conocimiento, todas sus fuerzas, para hacer realidad esta gracia que le ha sido dada. Y nosotros ¿cómo estamos hermanos? ¿Cuanto empeño le ponemos, cuanto ánimo hay en nosotros de llevar a cabo la gracia de Dios que nos ha sido dada? Como ejemplo le diré; el otro día un hermano cantó una hermosa canción en la célula, y había sido compuesta por él, ¡que habilidad, que talento! ¿verdad? Pero, ¿alguien más aparte de nosotros que la escuchamos lo sabe? ¿porqué no ha sido empleado ese talento para animar a toda la congregación? ¿porqué no ha sido empleada esa gracia, para ser transmitida a la juventud? Esto es solo un ejemplo; más permítame decirle que todos estamos faltos de poner toda nuestra gracia al servicio del Señor. Entonces podríamos decir, que esta clase de gracia también se ha convertido en peligrosa, para nadie pasa a ser importante, el don perfecto de Dios en algunos de nosotros pasa hasta desapercibido. ¡Por qué no desarrollamos nuestras capacidades! Usted cree mi amado hermano, que ¿no iremos a dar cuenta de todo esto? Es un regalo de Dios, es algo importante, pero nosotros le hemos bajado el perfil, le hemos restado importancia, finalmente a veces lo hemos anulado. ¡Que peligro corremos al hacerlo así!

Bien, también quiero hablarles de la gracia que ha sido dada como dádiva, como bien material ¿qué hemos hecho con aquello? ¿cuánto de ese bien perfecto, lo empleamos para compartirlo con nuestros hermanos? ¿para servir en el reino del Señor? Finalmente si alguien no ha recibido lo suficiente, a lo mejor debiera dar gloria a Dios, pues está un tanto libre de esta responsabilidad, pues tiene muy poco que compartir. Esa escasez le mantendrá en oración, en sencillez de corazón que es lo que finalmente vale delante de nuestro Dios. Es que los seres humanos somos muy especiales, cuando no tenemos, siempre esperamos recibir, pero cuando tenemos, lo menos que esperamos es dar. Nuestro corazón se pone orgulloso, tendemos a olvidarnos hasta de aquel que todo nos lo entregó. ¿recuerda usted la lectura bíblica? Hablaba del pueblo de Israel, ¿verdad? Este pueblo dice el Señor, que lo halló en el desierto, en yermo de horrible soledad, de allí lo tomo, lo consoló, lo animó, lo guió hacia una tierra especial, donde había abundancia, la Biblia nos dice que “fluía leche y miel” Dice que chupó miel de la peña, y tuvo aceite del duro pedernal; nuestro Señor tratando de hacernos entender, que este pueblo no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir, en el desierto lo único que le esperaba era la muerte; pero él lo tomo, él lo alimento, lo bendijo lo lleno de riquezas, eso está ahí representando, esa grosura, de que habla el pasaje, esos carneros de Basán, lo mejor del trigo, dice. Pero ¿qué dice más abajo? “pero engordo Jesurún” dice ¿verdad?, Jesurún, es una palabra de cariño para Israel, es como decir Israelcito; engordó el muchacho, se puso orgulloso ¿cómo dice? “Abandono al Dios que lo hizo” ¡Imagínese! “Menospreció la roca de su salvación” Hermanos, esto no está ahí, para que solamente lo leamos, está ahí para que sepamos que clase de seres somos, como ante la abundancia, el hombre tiende a olvidarse de Dios, a desconocerlo, a rechazarlo. El otro día hablando con un compañero de trabajo; a todo esto les diré que trabajo en un muy buen lugar, una buena empresa, pero... este mismo nivel, el buen sueldo, la buena salud; hace que sea muy difícil el poder predicar, el poder impactar a las personas con la palabra del Señor, ellos se sienten muy confiados en sus fuerzas, en su dinero, en su juventud y no les interesa mucho las cosas de Dios. Les estaba contando, que hablaba con un amigo, un compañero, presentándole el evangelio; el me decía: - No entiendo, para que me puede servir eso; soy una buena persona, tengo una familia bien constituida, en realidad no me falta nada. No lo necesito- ¡que manera de ver las cosas! ¿no cree usted? Pero, hermanos, esta es la condición general de todos. Todos tenemos esa tendencia. Yo se que muchos de ustedes han sido o están siendo transformados por Dios, están teniendo una nueva concepción de los bienes materiales, sienten alegría en el compartir. Hermanos el no hacerlo, el no entender, el no sentir alegría, el no sentir la necesidad de compartir lo que tenemos, aquello con lo que Dios nos ha bendecido, el no poner un grito en el cielo, dándole gracias a Dios, el no reconocerle a él como el que sustenta nuestras vidas, quiero decírselo ¡Eso si que es peligroso!

Quiero terminar este mensaje, diciéndole que por todas partes vea la gracia de Dios, ella ha sido derramada sobre nosotros, el no emplearla correctamente, el no darle la importancia que se merece, el no recordar lo antes éramos, el sentirnos cansados en la viña del Señor, es peligroso hermanos ¡muy peligroso! ¡anímese hermano! A partir de hoy vea la gracia de Dios en todo, seamos victoriosos ¡en su gracia! Amén, gloria a Dios. Que el Señor les bendiga.

1 comentario:

Anónimo dijo...

como esta don Hugo, espero que disfrutando las vacaciones. Me gusto mucho este mensaje sobre la libertad me gustaria un analizar mas profundo del tema.

Chaooooooooooooooooooooooooooooooooooo