Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











7 de junio de 2010

El cristianismo evangélico a través de los siglos



Autor: Samuel Vila

El Dr. Samuel Vila, es un pastor y escritor bautista muy amado y respetado, por su alta investigación y profundización en los temas cristianos, especialmente en aquellos relativos a la historia; lucho incansablemente por difundir la verdad evangélica en España y Europa, así como también en los Estados Unidos. Ésta, según él aclara es la segunda edición de su libro, la que ha sido ampliada y mejorada con respecto de la primera que apareció en España clandestinamente allá por el año 1956; esto, porque era la época de intolerancia religiosa del general Franco.
Es una amplia revisión y recopilación de información, a través de 19 siglos de cristianismo. Nos enteramos, cómo el autor ha hurgado, allá en los museos y bibliotecas de Europa, y ha plasmado toda su investigación en este manual de consulta; muy útil, para cualquier estudiante, laico o siervo de Dios, que desee estar documentado en uno de los importantes pilares de nuestra fe, la historia. Es posible ver, como el cristianismo evangélico, ha sobrevivido a través de los siglos, después de haber recibido la semilla del mismo Señor Jesucristo en los doce apóstoles, allá en Jerusalén. El Dr. Vila, parte haciendo un recuento, si bien como él mismo lo dice, no exhaustivo, pero sí amplio, partiendo del mismo día de pentecostés, hasta los primeros años del siglo veinte, y demuestra como el cristianismo evangélico que siempre se apegó a las escrituras y que comúnmente es llamado protestantismo, sobrevivió a través del tiempo, y no pudo ser totalmente anulado por el imperio ni por la iglesia de Roma. Aunque, por supuesto, cuando estudiamos autores de origen católico, estos los cristianos, aparecen como sectas heréticas y falseadores de la verdad, que si bien existieron aquellos, muchos de los que son así vistos por el catolicismo romano, han sido grupos de los más puros defensores de la verdad, dignos de ser llamados ‘cristianos’. Siempre está la creencia de que el protestantismo empezó, con los grandes reformadores, como Lutero, Calvino, y otros; pero el Dr. Vila nos demuestra que ellos simplemente reafirmaron, gracias a su valentía y oportunidad que tuvieron, aquello que muchos ya venían haciendo desde siempre; nos damos cuenta que en todos los siglos y en toda Europa ardió el fuego del evangelio, alimentando no solo las hogueras de la inquisición, si no las matanzas y persecuciones de los siglos anteriores, diezmando e intentando exterminar aquello que florecía puro y fortalecido por la palabra de Dios. Incluso tenemos un panorama del Asia menor y Euro asía, que junto a la excomunión mutua entre el Papa de Roma y el patriarca de Constantinopla en 1054; nació también allí, junto a ese cisma, un remanente cristiano bajo el amparo de la libertad de la lectura del nuevo testamento. Uno de los puntos más nítidos en la historia del cristianismo, se puede notar, al pasar de los primeros grupos de cristianos antes de Constantino, a los que vivieron después de él y su cambio político-religioso; permitiéndonos ver que el cristianismo evangélico como lo llamaríamos en este tiempo moderno, ha sido el que ha marcado siempre la constante de la fe y la palabra de Dios, más allá de todas las dificultades.
El autor nos lleva por todos esos escenarios, mostrando su trabajo investigativo y su capacidad narrativa, sin abstraerse del detalle anecdótico como es su característica; haciendo de su obra una novela vivida y atrayente, alimentando la curiosidad del lector, no con ficción, sino con hechos reales, que nos traen claridad, seguridad y entendimiento de la realidad de la predicación de Cristo en la época que nosotros llamamos, la era de la Iglesia.
Ha sido para mí, una buena lectura y contribución importante a mis conocimientos. Recomendable para todo aquel que desee crecer y fortalecer su fe, así como documentarse para poder compartir o enseñar. Gracias y amén.

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