Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











1 de julio de 2010

La cultura huachaca


O el aporte de la televisión

Autor: Pablo Huneeus
Pablo Huneeus, nos describe en tono crítico, el problema de la cultura latinoamericana y más específicamente de la cultura chilena; para entrar a entender este fenómeno, el hace previamente una descripción de la cultura que era propia de esta tierra, estamos hablando de la cultura autóctona antes que llegaran los españoles, un pueblo que tenía sus propias maneras de comunicarse, su organización social, su forma de transmitir sus maneras y costumbres, etc. Una cultura que no tiene mucho de conocimiento técnico, pero que está basada en su relación con la naturaleza, por lo tanto la acumulación de enseñanzas es lento, basado casi exclusivamente en la experiencia que se transmite de una generación a otra, y que por lo tanto produce una vida calmada en sus procesos y no tiene mucho apego a lo material o económico. Esta cultura, está en contraposición con otra cultura que llego con Cristóbal Colón, la tripulación de su barcos no fue precisamente la que la trajo, pero con el tiempo llego por esa vía, se trata de una alta cultura europea, aquella que tiene mucha filosofía, letras y arte, tiene mucha educación escolar e investigación, conoce de negocio y riquezas, posición social y al final trae también la tecnología; otra de sus características es que es centralista, ella tiene su base de operaciones en la capital, en contraposición a la cultura popular, que tiene sus raíces y sus centros de acción en el campo. Entonces, y como esta cultura llega para dominar a la anterior, la aspiración de las nuevas generaciones de la cultura popular o autóctona, que también es mayoritaria, es la de aspirar a ascender en todo lo que la nueva cultura tiene, para acortar las distancias; así aparecen muchos de esos jóvenes abandonando el campo para vivir a cualquier costa en la capital, y allí educarse y tratar de alcanzar algún puesto en la nueva sociedad. Pero cuando justo se estaba dando esa metamorfosis, aparece la televisión, un invento que llegó y que consiguió llamar la atención a medio mundo, esta envuelve a todos con su magia, influye en sus mentes y produce una nueva cultura, que ya no pertenece a la antigua cultura autóctona ni tampoco pertenece a la alta cultura, si no que es una cultura mediocre, que se avergüenza de su cultura original, y que no tiene la capacidad ni el ánimo de insertarse o alcanzar a la alta cultura, esta es entonces la cultura huachaca, nombre que viene de ‘huacha’, porque es una cultura que no tiene raíces ni ancestros; es la cultura de lo fácil, de lo superficial, de lo mediocre y conformista; esta ya no tiene esos finos modales del roce social ni de la mesa, no gusta ni busca el saber superior, tampoco le interesa conservar aquello que sus ancestros tenían, cosas simples, por ejemplo el conocimiento de las yerbas para una infusión, el observar el cielo para saber el estado del tiempo o cosas como esas; es la cultura, como lo grafica el mismo Huneeus: “Que exalta lo fácil. Continuamente celebra (no solo en televisión) lo fácil que fue ganar la Polla-gol. Si fue al puro lote, dejando a la guagua llenar la cartilla, tanto mejor. Si se gano un auto con solo adivinar cuál de las cajitas contenía la llave, ¡fenomenal! Si la animadora que brilla en las tardes, llegó ahí sin saber multiplicar ni dividir, ¡fantástico!; y si el dueño de un espacio lo adquirió a empujones, haciendo alarde de no haber pasado jamás por la educación superior, ¡chorísimo!” El objetivo de la televisión entonces es, concentrar grandes masas de gente frente al televisor, no para adelantarlas en sus conocimientos, ni para ponerlas en aprietos con concursos de preguntas de conocimiento superior, no para fomentar la superación de la sociedad; sino para insuflarles el consumismo, para entretenerlas de forma barata, para promover la mediocridad y para poder así lograr un solo objetivo, generar mucho dinero. Huneeus hace una comparación con la cultura de otros países como Estados Unidos, y otros de Europa, donde la televisión se usa también para fines de educación de los jóvenes, como un gran medio de ayuda para el docente; unidos con los programas de educación de cada país, ellos aprovechan este gran potencial para la superación de sus pueblos, para inculcar civismo y también tecnología, pero en nuestra Latinoamérica, y especialmente en Chile, dice él, las cosas andan muy mal. Y aunque Pablo Huneeus escribió este libro hace ya algunas décadas, la situación no ha cambiado para mejor; más bien pareciera que la cultura huachaca se ha instalado definitivamente en el medio y ha logrado un reconocimiento de toda la sociedad, pues ahora tenemos hasta una reina huachaca, y la mayoría seguro que estaría en desacuerdo con que se plantee lo que Huneeus dice: que el ministerio de educación o la administración del país debiera intervenir para que la televisión sea más bien educativa, que promotora de mediocridad.
Pablo Huneeus, es un sociólogo y escritor chileno, y aunque, este es el único libro que he leído de él, me parece bastante centrada su crítica y quizá en su momento fue hasta oportuna, pero no todos tenemos seguramente la misma opinión. Nosotros como cristianos, por supuesto que tenemos un concepto acorde con este escritor, en el sentido de que sabemos que el terreno preparado para el Anticristo, debe ser justamente el de una sociedad teleadicta, y mediocre; pues él tendrá por esta vía, un fácil logro de su objetivo principal, que es dominar el mundo. No sé si será la televisión, como se decía algunas décadas atrás, el medio que usará el Anticristo para involucrar a toda la sociedad mundial en su proyecto y también para poder controlarlo; pero de seguro que ésta será uno de sus principales componentes, y como hoy tenemos una masificación del uso de la internet, la telefonía inalámbrica, el GPS, el uso de satélites de comunicación, etc; creo que es más fácil concluir que la herramienta usada por el Anticristo en los días finales de esta era, será una mezcla de todo eso; por lo tanto el hecho de que la televisión y estos otros inventos sean de uso masivo y casi adicto, es un gran avance, dentro del panorama bíblico para el Anticristo; así como también, la baja en el nivel de cultura y formalidad en la sociedad mundial, viene a ser otra de sus herramientas; porque si bien este fenómeno es patético en Chile y en Latinoamérica, también está logrando un gran avance en toda las sociedades del mundo, la adicción y adecuación de las sociedades a los medios masivos de comunicación son el caldo de cultivo, para producir una sociedad acorde con las necesidades de éste líder mundial que pronto aparecerá.
Con seguridad la intención de Pablo Huneeus, no era la de entregarnos ese tipo de mensaje, y aunque quizá él no está muy al tanto de lo que dice la Biblia a cerca de esto; nosotros aplaudimos su análisis crítico, pues está hecho con la profundidad que necesita el momento histórico que vivimos, especialmente dentro del mundo cristiano, quienes esperamos la venida de nuestro Salvador en cualquier momento. La cultura huachaca es un libro muy recomendable por su contenido y por lo ameno de su presentación. Bendiciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Evangelio no lleva tilde