Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











16 de diciembre de 2010

Todo para la gloria de Dios


ESCRITURA
Romanos 11:36 “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén”

APLICACIÓN
¿Cree que Dios merece toda gloria? Si es así, toda su gratitud, su alabanza, y todo su temor, debieran ser para él; y si no sucede así, entonces usted cree lo contrario. En ese caso, le diré: Ya que todas las cosas son de él, y subsisten por él y finalmente son para él; entonces todo lo que tenemos es de él, y si algo poseemos, es porque lo hemos recibido, digamos… en calidad de préstamo. Dios esperaba que junto con esas cosas que nos dio, nosotros podamos valorar lo que él es en nuestra vida.
Qué pensaría, si tuviera que empezar a devolver algunas cosas que él le ha dado; supongamos que debería devolver su puesto de trabajo, o esas habilidades especiales que tiene y de las que se siente siempre orgulloso, tal vez su salud, o ese hermoso coche con el que piensa irse de vacaciones, o quizá su linda casa. Podríamos ir más lejos en esto, por ejemplo, su amada esposa, o esos lindos hijos que Dios le ha dado, y así…, pero después de hacerlo ¿aún pensaría que él no es merecedor de toda gloria?

ACCIÓN
¿Qué cosas de las que posee hoy se llevará a la tumba? ¡Nada! Porque nada es suyo. Glorifique a Dios con todo lo que tiene y con todo lo que es. Amén.

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