Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











7 de diciembre de 2010

La dispensación del gobierno de Dios

Continuación...

Esto es a grandes rasgos, lo que sucederá al inicio del milenio, y aunque no sé el orden y duración exacta de estas cosas; ya vimos en un estudio anterior, que los que queden vivos después de la tribulación, serán por supuesto los creyentes fieles, esos que acabamos de leer que ‘recibieron el reino’, o mejor dicho, que tuvieron la oportunidad de vivir en el reino de Jesucristo, o milenio; a ellos les tocara la tarea de limpiar la tierra, pensemos que después de la guerra de Armagedón, todo quedará contaminado con cadáveres y con sangre, y con armas y materiales de guerra por todas partes; algunos de los pasajes que nos hablan de eso, nos relatan: “Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios” (Ap 14:20) Esta ciudad, es Jerusalén, pues la guerra de Armagedón se llevará a cabo fuera de la ciudad, más hacia el norte; y cuando se dice ‘el lagar’, es una mención a la matanza que sucederá, pues así como se pisan las uvas en el lagar y sale el zumo en cantidad apreciable, así será la sangre que correrá en esa guerra; y aunque no se puede decir si esa cantidad es real o figurada, pero al decir que el nivel llegará hasta la altura de los frenos de los caballos, y por esa extensión de tierra, entendemos con facilidad, el tamaño de la catástrofe, la contaminación y el hedor. Otro pasaje dice lo siguiente: “En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog. Y la casa de Israel los estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra. Los enterrará todo el pueblo de la tierra; y será para ellos célebre el día en que yo sea glorificado, dice Jehová el Señor. Y tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el reconocimiento. Y pasarán los que irán por el país, y el que vea los huesos de algún hombre pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog. Y también el nombre de la ciudad será Hamona; y limpiarán la tierra” (Dn 39:11-16)
Parte de ese plan de limpieza, también será la organización y aprovechamiento de todos los recursos que queden dispersos por el mundo; pensemos que la gente que habitará el mundo de esos días será gente de buen criterio y de buena voluntad, pero como pertenecieron a la era moderna, ellos conocen toda esa tecnología que se había empleado en armas, y pertrechos para los ejércitos del Anticristo. Ellos, se dedicarán voluntariamente a transformar y aprovechar toda esa energía y potencial de los restos de la guerra, para bien de la humanidad; El profeta Ezequiel, aunque estuvo muy lejos de nuestros días, por inspiración del Espíritu de Dios, escribió así: “Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel (es decir que los israelitas del milenio, sí, serán gente que reconoció a Jesús como el Señor y rey del mundo, así como lo han reconocido también los cristianos), y nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, el Santo en Israel (esta es una clara mención al gobierno mundial de Jesucristo). He aquí viene, y se cumplirá, dice Jehová el Señor; este es el día del cual he hablado. Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán, y encenderán y quemarán armas, escudos, paveses, arcos y saetas, dardos de mano y lanzas; y los quemarán en el fuego por siete años (una clara alusión a la limpieza que ya hemos mencionado, y cuando se lee ‘escudos, paveses, arcos, saetas, etc’. Por supuesto que no podemos pensar que se tratará de esa clase de armas; pues como sabemos, hoy en día ya no se usan tales armas, sino que es una referencia a la variedad de armas, pero las que se usarán en el Armagedón, serán por supuesto las más modernas y letales que existan en ese tiempo). No traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques, sino quemarán las armas en el fuego (esta es una mención al aprovechamientos de esos recursos energéticos. Quizá quedarán allí, reservas de energía atómica, química, y otras formas de energía y reservas de materiales que se puedan ocupar para fines benéficos; por eso dijo el profeta, que no traerán leña de los bosques, pues él solo conocía esa clase de combustible que se empleaba en las cocinas, y como fuente de iluminación y calefacción); y despojarán a sus despojadores, y robarán a los que les robaron (es una forma de decir, usarán para hacer el bien, aquello que usaron sus enemigos, para hacer el mal), dice Jehová el Señor” (Ez. 39:7-10)
También queremos despejar toda duda a cerca de quien será, el que gobierne el mundo en esos días, pues si bien hemos llamado a esta dispensación ‘El gobierno de Dios’, se ha hecho así, porque para nosotros Jesús es Dios; sé que no es el momento de hablar de la trinidad de Dios pero, esta es justamente una de las razones por las que se puede entender que ese Jehová del Antiguo Testamento, y de quien se dice que gobernará el mundo, es el mismo Jesús al que se refiere el Nuevo Testamento; y cuando algún pasaje dice ‘ha dicho Jehová’, vemos claramente que Jehová no pronunció precisamente una palabra, pero sí, inspiró al profeta a escribir estas cosas, entonces podemos ver que está actuando el Espíritu Santo, quien es la tercera persona de la trinidad. Pero volviendo al tema, diremos que de acuerdo a la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, se nos confirma que Jesús de Nazaret, el hijo de José de Belén, él será ese líder que esperamos, él será el que reinará en todo el mundo y será el que nos traiga ese tiempo de justicia y paz que tanto deseamos, dice la Biblia: “Saldrá una vara del tronco de Isaí (recordemos que Isaí de Belén, fue el padre del rey David (1Sam 16:1), y según la genealogía, Jesús fue descendiente directo en esa línea), y un vástago retoñará de sus raíces (referencia a la forma en que apareció Jesús, distante en el tiempo, del rey David). Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová (muchos de estos atributos, ya los hemos conocido directamente en la vida de Jesús, cuando estuvo en Palestina). Y le hará entender diligente (a sus escogidos) en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío (Esto nos enseña que Jesús será justo al determinar quienes entrarán al milenio y quienes no lo podrán hacer, y también nos habla de cómo acabarán los impíos). Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura (en la era milenial)” (Is 11:1-5).
La actitud de toda la gente en la era del milenio, será muy diferente de lo que hoy podemos ver a nuestro alrededor, ellos serán obedientes a Jesucristo, y harán su voluntad, y gran parte del mejoramiento del planeta será obra de las manos de aquella gente; el profeta Miqueas, aporta aquí con este pasaje: “Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos (dicho en otras palabras, Jerusalén será la capital del mundo, en aquellos días, y será la ciudad más importante del mundo, aunque eso no quita como dice, de que haya otras ciudades y pueblos importantes, tal como lo es hoy; pues la palabra ‘monte’, aquí significa figuradamente, ciudad y también nación, de tal manera que ‘monte de la casa de Jehová’, es una referencia a Jerusalén por que allí estará el templo de Jehová). Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob (o sea al templo de Jerusalén); y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas (o dicho en otra manera, andaremos de acuerdo a las enseñanzas y los deseos de Jesús nuestro rey); porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová (quien es también, Jesús). Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos (aunque la gente de ese tiempo es cristiana, siempre estará la posibilidad de que haya algún brote de desacuerdo, y para eso estará la ley y la justicia de Dios); y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces (o sea todos aquellos materiales y tecnología que se uso para la guerra, ahora se usará para el bien de la humanidad); no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra (en otras palabras ya no habrá ejércitos ni guerras). Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado (aquí, ya podemos encontrar, los signos de esa paz y felicidad que sentiremos en ese mundo del milenio” (Miq 4:1-4); Esto mismo fue dicho también por el profeta Isaías, por inspiración del Espíritu Santo. (Is 2:2-4)
El profeta Jeremías, también hace su aporte, y nos habla de esa alegría que se sentirá en los días del milenio, el dice: “Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correrán al bien de Jehová, al pan, al vino, al aceite (estos son los principales símbolos de la abundancia, la alegría y la llenura de Espíritu), y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor. Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor (Entiéndase que todo el dolor y aflicción que podamos tener en este mundo, allí será olvidado, y todo aquello será cambiado en gozo y alegría; pues para nadie es desconocido que los hijos de Dios han sido probados de muchas maneras y entre ellas ha estado la enfermedad, la escasez, la humillación, la persecución, y muchas otras cosas que nos han causado dolor; y principalmente se refiere a la aflicción que pasarán las gentes a manos del Anticristo, en los días de la tribulación)” (Jer 31:12-13).
Y siguiendo con nuestro comentario sobre las condiciones de vida que nos traerá Jesús, en la era del milenio, otro pasaje dice: “He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré (entiéndase que las enfermedades serán muy escasas o quizá completamente ausentes en el milenio), y les revelaré abundancia de paz y de verdad. Y haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel, y los restableceré como al principio (es una referencia al regreso de los Israelitas a su tierra; pues como sabemos, hoy están dispersos por todo el mundo, y que allí en su tierra no hay paz por estos días, pero la promesa para ellos es que serán ‘restablecidos’). Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron. Y me será (el pueblo de Israel) a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las naciones de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago (esta es una mención exclusiva al pueblo de Israel; pues no es como muchos predican, diciendo que el ‘Israel de Dios’ es ahora la iglesia, o el grupo de los adventistas del séptimo día, o los testigos de Jehová, o cualquier otro grupo. Israel ha cometido errores, y hoy está alejado de Dios, pero él les dice: “los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron”); y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré” (Jer 33:6-9).
Por supuesto que esta es una mención a los judíos fieles, aquellos que en su vida y en cualquier época, y especialmente en los días del Anticristo, fueron temerosos de Dios, sabios y valientes, para oponerse a esa bestia; ellos tendrán en esa nueva dispensación, un lugar de privilegio y de prominencia, porque ellos constituyen el pueblo elegido de Dios, ellos son ‘el Israel de Dios’ que menciona Pablo en Galatas 6:16, ellos son los que recibieron las más grandes promesas de parte de Dios y es mediante ellos que Dios, ha conseguido llamar la atención del mundo; aunque por supuesto, muchos de ellos nunca lo entendieron, y si entendieron, no siguieron ese camino. Por eso decimos que, no todos los judíos tendrán este privilegio; pues como sabemos muchos de ellos, en todas las edades, y especialmente en los días del Anticristo, se habrán convertido en el instrumento de Satanás para atormentar al mundo, ellos serán los que apoyen al Anticristo en todos sus proyectos; estos correrán la misma suerte de aquellos ‘no judíos’ que hicieron lo mismo, serán aniquilados y dejados en las prisiones de oscuridad, hasta el final del milenio. Las escrituras con respecto a esto, dicen: “En aquel tiempo el renuevo de Jehová (o sea Jesús) será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel (aquí dice claramente ‘los sobrevivientes de Israel’, porque como dijimos, muchos Israelitas fueron infieles y opositores a los planes de Jesús, y estos no sobrevivirán). Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes (otra referencia exclusiva para aquellos judíos que fueron fieles), cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sion (en aquellos días, los pensamientos de los que queden vivos y de las jóvenes y toda gente en general, serán de santidad), y limpie la sangre de Jerusalén de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación (Jesús borrará todo ese pensamiento de guerra y venganza, que pudo tener el pueblo de Israel; y lo hará con espíritu de juicio y de devastación, o sea la tribulación será una de las formas en que aquellos judíos, entiendan que Dios es justo, y galardonador de aquellos que le buscan, y que no hay razón para tomar la justicia por nuestras manos, sino que él es el que nos vengará)” (Is 4:2-3).
A cerca de las condiciones que tendrá la naturaleza en aquellos días, también la Biblia nos dice algunas cosas, de las que podemos desprender fácilmente que ese será un mundo muy mejorado, con respecto a este que conocemos; la biblia nos dice: “He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador (mientras unos aún siguen cosechando, otros ya estarán sembrando), y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán (idea que nos habla de cómo la gente preferirá vivir en el campo, ya que allí habrá mucha abundancia porque la tierra se volverá tan pródiga como lo fue al principio, en los días del Edén). Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas (de Palestina), y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas (no se entienda de ninguna manera que se emborracharán), y harán huertos, y comerán el fruto de ellos” (Am 9:13-14). Luego, encontramos este otro pasaje: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará (Este pasaje, nos dice claramente y sin lugar a dudas, que los animales del milenio también se comportarán de una manera diferente de la que hoy conocemos; pues si bien nosotros seremos transformados para vivir toda la era milenial, como lo hicieron los primeros habitantes de este mundo, los animales también serán vueltos a su comportamiento original). La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja (no solo es un comportamiento diferente, sino que su misma anatomía, especialmente la de los carnívoros será cambiada, a la condición que fue en el principio, en el Edén). Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar (La gente actuará en su mayoría, de manera muy correcta, pues recordemos una vez más que allí solo estarán los que mostraron temor y fidelidad a Dios, durante su vida, en las anteriores dispensaciones)” (Is 11:6-9).

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