Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











7 de junio de 2008

Entendamos principalmente tres cosas:


ES NECESARIO ESTAR UNIDOS A JESUS.
SOMOS LIMPLIADOS POR LA PALABRA DE DIOS.
PERMANECER EN AMOR, NO ES PRECISAMENTE COMPLACERNOS EL UNO AL OTRO, SINO ES OBEDECER LOS MANDAMIENTOS DE DIOS.


Juan 15:1-10 "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. Ustedes ya estan limpios por las palabras que les he dicho. Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de si misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mi.
Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mi, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mi no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece unido a mi, será echado fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el fuego.
Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará. Mi Padre recibe honor cuando ustedes dan mucho fruto y llegan así a ser verdaderos discípulos mios. Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mi; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor"

30 de mayo de 2008

Mucha gente me pregunta ¿Porqué tanta insistencia en predicar? Bueno hay muchas razones, aquí va una.


Ezequiel 33:1-9 "El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 'Tu hombre, habla a tus compatriotas, y diles: -Cuando yo envío la guerra a un país, la gente de ese país escoge a uno de ellos para ponerlo de centinela. Y cuando el centinela ve que los ejércitos enemigos se acercan al país, toca la trompeta y previene a la gente. Si alguien escucha el toque de trompeta y no le hace caso, y los enemigos llegan y lo matan, el culpable de su merte es él mismo, porque oyó el toque de trompeta pero no hizo caso; es culpable de su muerte, porque, si hubiera hecho caso, habría salvado su vida. Pero si el centinela ve llegar a los ejercitos enemigos y no toca la trompeta para prevenir a la gente, y los enemigos llegan y matan a alguien, éste morirá por su pecado, pero yo le pediré al centinela cuentas de esa muerte- Pues a ti, hombre, yo te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Tu deberás recibir mis mensajes y comunicarles mis advertencias. Puede darse el caso de que yo pronuncie sentencia de muerte contra un malvado; pues bien, si tú no hablas con él para advertirle que cambie de vida, y él no lo hace, ese malvado morirá por su pecado, pero yo te pediré a ti cuentas de su muerte. Si tú, en cambio, adviertes al malvado que cambie de vida, y él no lo hace, él morirá por su pecado, pero tú salvarás tu vida"

22 de mayo de 2008

Acercarse a Dios, alejar el temor, congregarse en el templo.


Salmo 27:1-5 "El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? Los malvados, mis enemigos, se juntan para atacarme y destruirme; pero ellos son los que tropiezan y caen. Aunque un ejército me rodee, mi corazón no tendrá miedo; aunque se preparen para atacarme, yo permaneceré tranquilo.
Sólo una cosa he pedido al Señor, sólo una cosa deseo: estar en el templo de Señor todos los dias de mi vida, para adorarlo en su templo y contemplar su hermosura. Cuando lleguen los días malos, el Señor me dará abrigo en su templo; bajo su sombra me protegerá. ¡Me pondrá a salvo sobre una roca!

14 de mayo de 2008

Un sacrificio vivo

Texto base Romanos 12:1 “así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”


Quiero hablarles esta noche, a cerca de este versículo. Seguramente muchas veces lo han escuchado y, seguramente también han escuchado predicaciones a cerca de el. Hay acá un concepto que quiero tocar que es el sacrificio. Dice: Que presentemos nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. El otro día en una reunión con unos hermanos vertíamos este concepto, por que a veces tenemos una consideración diferente de lo que quiere decir el versículo. Nosotros tenemos en nuestra mente, en nuestro uso diario de la palabra; una idea a cerca de lo que significa sacrificio. Y esa idea nos dice que un sacrificio, es un esfuerzo, es ceder, es otorgar; da la idea de resignarse incluso, a aquello que otorgamos ¿verdad? Por ejemplo sacrificarse por los hijos, por algún familiar que esta enfermo, en fin. Eso da entonces la idea de una resignación, una idea de otorgar sin esperanza de recibir; pero eso no es lo que aquí quiere decir, y quiero que veamos hoy esa diferencia, por que no es esa idea que acabamos de decir, de la que aquí se habla. Les decía que estábamos reunidos y uno de nuestros hermanos, preocupado por una cierta irresponsabilidad que tenemos algunos de nosotros, por no asistir a las reuniones, llegar tarde y cosas como esas; el decía, después de leer este versículo: Nosotros no somos capaces de sacrificar un par de horas para el Señor, para asistir a una reunión, sacrificar a lo mejor un poco de tiempo, de dinero, un poco de buena voluntad, etc. y menos vamos a cumplir este versículo. Si, yo creo que eso todos lo entendemos y muchos de nosotros contribuimos a que esa desmoralización este en nuestros hermanos; pero eso no es lo que aquí se quiere decir; y ésa es la razón por la que tocaremos este tema. Esta idea de sacrificio, del cual habla el versículo, empezó allá en el Edén; ahí empezó. No sabría decir exactamente, si Dios lo indujo en nosotros de esa manera o es que el hombre así lo entendió, y así lo trato de llevar a cabo; por que ustedes ven que una vez que Adán y Eva cometieron ese error de comerse la fruta del árbol que estaba prohibido, ellos se dieron cuenta que estaban desnudos, ¿no es cierto? El diablo les dijo que iban a saber el bien y el mal, y quizá ellos se imaginaron que iba a ser bueno, eso de saber el bien y el mal, pero una vez que lo supieron se encontraron en una desventaja, por que tuvieron que ir a ocultarse. Dios venía al encuentro de ellos y sintieron vergüenza, no fue de ninguna manera fácil enfrentar eso. La Biblia nos cuenta que Dios mismo tuvo que hacerles unas túnicas de pieles de animales para cubrirlos; para que ellos puedan presentarse ante Dios aceptables, cubierta su desnudez y su vergüenza; entonces ahí hubo un sacrificio. Y eso es lo que se ha ido repitiendo a través de los tiempos; animales inocentes tuvieron que morir para cubrir el error, y el pecado de otras personas; para que esas personas puedan estar delante de Dios aceptables. Y esa figura ha sido usada por Dios a través de los tiempos en el Antiguo Testamento para que en nuestra mente, en nuestro duro corazón; como les dice Jesús a los judíos cuando le preguntan a cerca del divorcio, de alguna manera se vaya grabando la idea de que nosotros necesitamos un sacrificio, para poder presentarnos ante Dios limpios, aceptables, cubiertos esa maldad que tenemos. Es así, que a partir de ese tiempo vemos nosotros en la Biblia, a Abel a Abraham, a Noé, haciendo sacrificios; y finalmente en la ley, Dios mismo estableció el sistema de sacrificios, ustedes han leído el Pentateuco, allí hay muchos pasajes en que Dios habla de cómo deben hacerse los sacrificios, pero ¿Por que Dios estableció esto? Hay dos razones y quiero exponerlas: Una es la razón que Dios tiene; para que nosotros, como les decía, vayamos aceptando y entendiendo, vayamos grabando en nuestra mente de que no hay otra forma de ser aceptables ante Dios, sino con un sacrificio. O sea ese pecado que cometimos en el Edén merece la muerte; pero Dios es tan bueno que prefiere que otro ser muera en cuenta de nosotros, y nosotros solo aceptar ese sacrificio y así podamos presentarnos delante de Dios sin pecado; ¿esa figura que esta en el génesis verdad? Esa es una de las razones. Les leeré un pasaje que esta en Levítico 22, versículos 19 al 22, para que ustedes vean como se estableció o cual es la idea de los sacrificios: “… para que sea aceptado, ofreceréis macho sin defecto de entre el ganado vacuno, de entre los corderos, o de entre las cabras. Ninguna cosa en que haya defecto ofreceréis, porque no será acepto por vosotros. Asimismo, cuando alguno ofreciere sacrificio en ofrenda de paz a Jehová para cumplir un voto, o como ofrenda voluntaria, sea de vacas o de ovejas, para que sea aceptado será sin defecto. Ciego, perniquebrado, mutilado, verrugoso, sarnoso o roñoso, no ofreceréis estos a Jehová, ni de ellos pondréis ofrenda encendida sobre el altar de Jehová.” O sea, había una exigencia para este tipo de sacrificios no se trataba de llevar cualquier animal, tenia que ser limpio, perfecto, escogido. ¿Por que este tipo de animales? Porque Dios trata de que entendamos de que no es cualquier sacrificio, no es cualquier ser que va ha morir para que podamos ser limpios, sino que, es algo especial, algo escogido, que Dios acepta; no cualquier cosa. Estamos hablando de Jesús, él es nuestro cordero perfecto, sin mancha, sin pecado, sin ningún tipo de error; y ese es el sacrificio que Dios acepta por nuestras culpas, no hay otra forma de que nosotros podamos, a la manera de Adán y Eva ser cubiertos de nuestra culpa, de nuestra vergüenza; sino aceptando el sacrifico de Jesús. Esa es una de las ideas que Dios quiere que entendamos a cerca del sacrifico. Podemos leer por ejemplo, en Malaquías, Dios hace una queja de la forma en que finalmente llego a ha ser este tipo de sacrificio. Por que originalmente la gente empezó a llevar un animal escogido, dedicado a Dios y estaba examinado de todas sus imperfecciones, algo que era sin defectos, algo que ellos amaban; o sea, como Dios lo había pedido; y finalmente se distorsionó y dejo de ser así. Las personas compraban un animal en una especie de feria que había afuera del templo, y lo entregaban al sacerdote para que sea sacrificado, y entonces aquí viene la queja; dice aquí en el capitulo 1, a partir del versículo 6: “El hijo honra al padre y el siervo a su Señor, si pues yo soy padre ¿donde esta mi honra? y si soy señor ¿donde esta mi temor?” O sea, aquí les esta diciendo si ustedes dicen que soy su padre ¿por que no me honran?, y si dicen que soy su señor ¿por que no tienen un cierto temor por lo que hacen?, y continua el pasaje diciendo “dice Jehová de los ejércitos a vosotros oh sacerdotes que menospreciáis mi nombre y decís ¿en que hemos menospreciado tu nombre?”, o sea los sacerdotes decían, ¿pero que de malo estamos haciendo?, estamos ofreciendo los sacrificios que la ley exige, un cordero, un toro; estamos haciéndolo. Pero el profeta aquí les esta recordando que no es así, ellos no están haciendo lo correcto; dice: “en que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable. Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo?, o cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto?” Imagínese, Dios con esa paciencia infinita que tiene, tratando de hacerles entender su error; les dice: Haber, ustedes ofrézcanle a su príncipe, a un hombre que gobierna, ofrézcanle un cordero así; y vean si lo acepta, entonces ¿por que piensan que no es malo, cuando lo sacrifican en el altar para su Dios? Entonces entendemos que la idea se fue distorsionando; si ustedes leen en los evangelios, Jesús echó esa gente del templo por que prácticamente eso que hacían no servia para nada, eran sacrificios vanos, abominables para Jehová. Esa gente se dedicaba solamente ha hacer negocio allí, a vender cualquier clase de animales. Los animales morían, pero no tenía ningún valor para Jehová, por lo menos eso es lo que leemos en el libro de Isaías, en el capitulo 1, dice a partir del versículo 10: “Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra”,…y no les esta hablando a los sodomitas ni a los gomorreos, está hablándoles a los israelitas; pero les está poniendo estos adjetivos, por que se comportan igual que ellos. Sodoma y Gomorra fueron castigadas por Dios, por que ahí se cometían las mas grandes aberraciones; y Dios les está comparando con ellos, y continúa “¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabrios. ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios?” Esta bien, Dios estableció los sacrificios de animales en el altar para que sean en pago de los pecados, de esos errores, de alguna pelea talvez, de ese negocio fraudulento y en fin, hay muchas cosas, por las que había que ir y ofrecer un animal para ser limpio y acepto delante de Dios, pero al final se distorsionó; y Dios ya no acepta ese tipo de sacrificios, aunque se hagan, por que no se hacen en la forma correcta. Es muy importante saber que nosotros también tenemos que aceptar un sacrifico perfecto no puede haber ni habrá, un sacrifico mejor que el de Jesús; no podemos tener ninguna esperanza en ningún otro sacrifico. Jesús ofrendó su vida voluntariamente para salvarnos a nosotros, es importante saberlo y aceptarlo hermanos.
El otro detalle o la otra razón que nos invita ha hablar del sacrificio es: Como tenemos que responder a ese sacrificio. A pesar de que ya introdujimos ese tema; debo decirles que: Está bien, el sacrificio tiene que ser limpio escogido agradable a Dios, estamos hablando del animal; esa parte Jesús ya la cumplió por nosotros a cabalidad, ya está hecho. Pero la otra parte de la necesidad de este sacrificio, tenemos que cumplirla nosotros, nosotros somos la otra parte del sacrificio, el animal moría, pero el culpable era yo. Esos animales que morían tenían que causar un cierto efecto en nosotros, no se hacían los sacrificios así por así, por ejemplo en el capítulo 11 del libro de Zacarías dice a partir del versículo 4: “Así ha dicho Jehová mi Dios: Apacienta las ovejas de la matanza, a las cuales matan sus compradores, y no se tienen por culpables…” Aquí esta clara la otra función que debe cumplir el sacrificio; hay una matanza de ovejas, eso lo dice la ley, pero los que las compran y las entregan al sacerdote para que sean sacrificadas, no se tienen por culpables. Creo que Adán entendió perfectamente lo que paso con los animales en el paraíso. El sintió culpa por que esos pobres animales murieron para cubrir su pecado, los animales no tenían ninguna culpa, Adán era el culpable y es lógico que debiera sentir una tristeza de estar causando un daño a seres inocentes. Pero acá estamos viendo que estas personas que compran las ovejas afuera del templo, y las entregan al sacerdote, ellos no sienten culpa. Dicen: Acabo de cometer un error grave,… por favor dos ovejas; luego las entregan al sacerdote y punto. Están cumpliendo la ley, pero no hay ningún efecto dentro de esas personas. Y sigue el pasaje: “y el que las vende dice: Bendito sea Jehová por que he enriquecido…” O sea, el que vende las ovejas tampoco tiene ningún sentido de culpa, para él, solo es un buen negocio, es una oportunidad de hacer riquezas. Que bueno es que haya tantos pecadores acá, por que compran ovejas, y las entregan, y mi negocio marcha muy bien. Pero ¿Esa será la actitud que Dios esperaba de esta gente? Sigue el pasaje: “ni sus pastores tienen piedad de ellas” Los que pastaban las ovejas allá en el campo, y sabían que al final esos pobres animales iban a parar en el altar del templo, tampoco tenían ningún sentimiento de culpa, era solo un negocio, era una forma de pasar la vida, y no había ningún efecto hacia el interior de las personas, este es el aspecto de el sacrificio, que nos toca a nosotros cumplir. Jesús cumplió con el sacrifico que necesitamos para presentarnos delante de Dios aceptables, limpios, cubiertos todos nuestros pecados delante de Dios; pero este otro efecto, tenemos que sentirlo nosotros, tenemos que reconocer que nosotros somos los culpables; por lo tanto, debe haber un arrepentimiento. Es la parte del sacrificio que nos corresponde. Entonces nos encontramos con este versículo, del cual estamos hablando hoy acá en el libro de romanos, que dice que presentemos nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios; y no está hablando de sacrificar tiempo, dinero, habilidades, nada de eso; no lo necesita Dios, él tiene muchos recursos, tiene muchas formas de hacer lo que quiere hacer. Como sucedió cuando esos fariseos que le dijeron a Jesús: ¡Mira, estos niños que están gritando aquí! Y Jesús les dijo: Si estos se callan, ¡las piedras van a clamar! Claro, si nosotros no hacemos el trabajo que tenemos que hacer; Dios va ha encontrar una manera de hacerlo, no se preocupe hermano. Pero, ¿que de nosotros? Tenemos una parte que cumplir. Bueno nuestro pastor ya estuvo tocando este tema el día domingo, ¿verdad? Es tener un cambio radical, un nuevo nacimiento, tener un sacrificio personal. Este mismo libro de romanos, dice en el capítulo 6 a partir del versículo 5: “Por que si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Por que el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con cristo, creemos que también viviremos con él” Entonces aquí tenemos todo claro, nosotros tenemos que hacer una parte del sacrificio, ¡tenemos que morir! No como quizá usted se esta imaginando, no; tenemos que dejar de ser eso que éramos, un ser abominable para Dios; para ser ahora otra cosa, un ser agradable para Dios. En ese sentido tenemos que ser un sacrificio. Me gusta mucho este versículo 7, dice: “por que el ha muerto ha sido justificado del pecado”, imaginemos que hay un asesino, y lo atrapan por ahí, lo condenan a muerte, y lo matan por todo lo terrible que hizo; paga con su vida, él es fusilado. Imaginemos que esa persona de alguna manera vuelve a vivir, y anda en medio de la sociedad, usted cree que ¿otra vez habrá que tomarlo preso y matarlo? Porque ¡él ya pagó lo que hizo con su vida! Entonces sería un doble castigo, seria una injusticia hacer eso. Eso mismo es lo que quiero que entendamos hoy, si nosotros morimos, o sea, dejamos de ser lo que éramos, cambiamos radicalmente nuestra actitud, para luego ser otra persona, equivale a haber pagado con nuestra vida lo malo que antes habíamos hecho. Está bien, Jesús pago por nuestros pecados, pero nosotros tenemos que tener el efecto que Dios esperaba de los israelitas ¿No es cierto? Un arrepentimiento genuino, un cambio de actitud, un nunca mas volverlo ha hacer; por que si yo iba a ofrecer ovejas al altar por que robaba, y después del sacrificio, robaba otra vez, y luego otras ovejas; entonces no tiene ningún valor, entonces ya perdió el significado mi sacrificio ¿verdad? Lo que el Señor quiere, es lo que dijo David en el salmo 51. David arrepentido, completamente deshecho en tristeza por haber cometido una falta, un pecado terrible; él era el rey y podría haber matado unas 500 ovejas por lo que hizo, pero el dice Señor tu no quieres sacrificios, no quieres holocaustos, yo los daría dice él, pero lo que tu quieres es un corazón arrepentido, quebrantado, contrito y humillado; eso es lo que quieres de mi, dice David. Está bien, el cordero hay que matarlo, por que así lo dice la ley, pero aparte de eso, tiene que haber un cambio, un efecto profundo, algo que deseche para siempre lo que hicimos, para que agrade a Dios. Así es hermanos, tenemos que sacrificar a ese hombre que vivía dentro de nosotros, que tenía pensamientos malos, que tenía malas intenciones, que se gozaba de la maldad, que esperaba en la injusticia, en la lujuria, o de cualquier cosa que no agrada a Dios. Porque si no desechamos a ese hombre interior; estamos entrando en la misma idea del pueblo de Israel; estaríamos haciendo lo mismo, así no va a funcionar: nosotros tenemos que hacer ese sacrifico, tenemos que morir juntamente con Jesús, para vivir juntamente con él; de nada nos sirve dedicar un poco de tiempo o alguna de nuestras habilidades, o alguno de nuestros recursos. Si pensamos que eso puede ser agradable para Dios, estamos muy equivocados. Bueno, yo no estoy diciendo que Dios no quiere, o no acepta nuestro tiempo, nuestras ofrendas, nuestros diezmos, y todo aquello; estoy diciendo que Dios tiene una forma de valorar muy diferente, por ejemplo los judíos, iban al templo y sacaban un billete de 20, miraban alrededor para que la gente lo notara, luego lo echaban al arca de las ofrendas, y luego otro mas; ¿Por qué? porque querían que la gente diga, ¡oh, que hombre tan dadivoso!, pero… ¿que dice Jesús a cerca de eso? Igual pasaba con esas personas que se paraban en la plaza a orar toda la mañana, ¿Para que? para que los vea la gente, Jesús dijo bueno ellos ya están recompensados, eso es lo que quieren, eso es lo que andan buscando; ya la gente los alabo, ya los considero; y bueno, yo no tengo de que retribuirles. Eso es lo que quieren: que los alaben, que los consideren; ya están pagados. Y esos judíos daban mucho dinero por supuesto, por detrás de ese hombre que dio tanto dinero, fue una mujer pobre que le quedaban 100 pesos en la carterita y echó los 100 pesos, y Jesús consideró que ella sí dio una ofrenda agradable a Dios, por que no tenía mas; pero confiaba en que Dios la iba a sustentar en que Dios era poderoso. La intención de ella era agradar a Dios, aun con su pequeña ofrenda, el templo no necesitaba dinero hermanos; si el negocio allí era muy grande ¿por que creen que mataron a Jesús?, compraron a judas incluso con plata, para que lo entregara; si, ahí había mucho dinero y no se necesitaban ofrendas; se necesitaba cambiar de actitud; para que ellos puedan darse cuenta que el Salvador estaba delante de ellos mismos. Entonces hermanos, nosotros tenemos que actuar de acuerdo al deseo de Dios; puede ser que la gente no nos considere, puede ser que no nos aprecien mucho; al menos si usted dice la verdad, yo creo que muy pocos lo van a aplaudir, la mayoría va a decir: éste está loco, este ya se trastorno, ya se puso fanático; bueno pueden decir cualquier cosa, si usted se ajusta al deseo de Dios lo mas probable es que tenga problemas por que así se ve a través de la Biblia, con los hombres que han tratado de guardar el mandamiento, pero nosotros no tenemos que tener temor de los hombres tenemos que tener temor de aquel que tiene poder para echarnos incluso al infierno. Y Jesús se lo dijo a los apóstoles: ¿Por que tienen miedo de lo que les puede hacer la gente? Ellos solo pueden matarlos, les dijo. Sí, la gente los puede matar a ustedes, pero nada mas; entonces nosotros hermanos, a veces nos atemorizamos, pensamos en aquello que va ha ser perjudicial para nosotros, y actuamos de acuerdo a lo que la gente quiere y nos alejamos de lo que Dios quiere. Si acá no estamos hermanos, para agradarnos entre nosotros, para que nos alabemos entre nosotros; aquí estamos para que Dios nos acepte, estamos para agradarle a él, para alabarle a él. Por supuesto que es bueno ofrendar el dinero a nuestro Dios, dedicar el tiempo a él, dedicarle nuestras habilidades, nuestras potencialidades, nuestras influencias. Hace tiempo yo escuchaba que hay que ofrendar el 10 por ciento del tiempo al señor ¿será así? Yo creo hermanos que hay que dar todo el tiempo; ¿que hacemos con el 10 por ciento del día? apenas alcanzaremos a hacer nuestra lectura bíblica diaria, no podremos hacer ninguna cosa mas. Nosotros hermanos tenemos que entregarnos completamente a él, somos de él, somos esclavos voluntarios de Dios para actuar en pro de aquello que Dios nos ha mandado. Nosotros tenemos que hacerlo sin cesar, todo el día tenemos que estar meditando en la palabra del Señor, así lo dice el salmo uno, tenemos que deleitarnos en su palabra todo el día; día y noche mas encima, hasta soñar con el señor; eso querrá decir que hemos tenido un nuevo nacimiento, que somos otro ser diferente al viejo hombre. No se preocupe de cuanto es, ni piense que tanto es lo que tiene que dedicar, cuanto es lo que tiene que dar. Zaqueo por ejemplo estaba deseoso de ver a Jesús, que se subió al árbol tratando de ver al Señor; y después cuando Jesús entró en su casa y en su corazón, cuando se enamoro de ese reino maravilloso del cual había escuchado, dijo: Señor, yo la mitad de mis bienes doy a los pobres, y la Biblia nos cuenta que él era muy rico. Jesús no le había dicho que dé cosa alguna, si él no fue para que Zaqueo diera plata; simplemente fue, para hablarle del reino de los cielos, y Zaqueo espontáneamente ofreció eso, y dijo a continuación: yo, si a alguien he engañado, se lo devuelvo cuadruplicado, por que tubo un cambio, por que tubo un reconocimiento de lo que él había hecho, quizá esa riqueza la consiguió de mala manera, y si de buena, entonces se dio cuenta que eso que tenía, no lo necesitaba, por que Dios es el que suple nuestras necesidades; si nosotros confiamos en lo que tenemos, ¿para que podríamos necesitar a Dios? Así piensa el mundo, entonces eso tiene un efecto negativo. Ahora yo no estoy diciendo, que no es bueno tener, Es bueno tener, pero abría que ver también, que sentimos con lo que tenemos, que hacemos con lo que tenemos, para qué lo deseamos; y no estoy hablando solamente del dinero, sino también estoy hablando de la salud, del trabajo, del tiempo. Mucha gente desea tener un buen trabajo, pero ¿para que? Mucha gente desea ser profesional, pero ¿para que? Si quiere andar paseando, si quiere andar de vacaciones, si quiere tener lujos, si piensa en los deleites de la vida, en fin; lo más probable es que Dios diga: ¡así no me sirves hijo! Pero, si quiere hacerlo para servir a Dios, para alabarle a él, para glorificar su nombre, para ensanchar el evangelio, para predicar, para dar testimonio de que Dios es poderoso y lleno de misericordia; obviamente que Dios se va a agradar hermano, Dios va a otorgarle el deseo de su corazón. Entonces hay una diferencia entre lo que hacemos y lo que concebimos como idea de sacrificio; no se trata de otorgarle a Dios algo de lo que tenemos, o de lo que somos, para que… “bueno hay que hacerlo, que otra cosa podríamos hacer, lo exige la Biblia, fíjese” Así no sirve de nada, así no tiene ningún efecto, al contrario Dios se desagrada de ese tipo de actitud; servirle a Dios, es de corazón, él no se fija en nuestros rostros, no se fija el lo que decimos, no tiene necesidad de escuchar eso, él examina lo que esta dentro de nosotros, que es lo que realmente deseamos, como lo concebimos y para que lo queremos. Ese el sacrificio que tenemos que hacer, ofrecerlo en el altar de Jehová, algo escogido, lo mejor que hay, dedicado a él de corazón y con ese deseo que él lo acepte; por que es lo mejor que tenemos puede ser poco, por que no tenemos mas, pero es lo mejor que tenemos y tenemos que ofrecérselo a él ese el sacrifico agradable, santo, perfecto lleno de gratitud para nuestro Dios. Le alabamos y le bendecimos a él cada día le reconocemos como el único que nos protege y nos guarda de todo, entonces le dedicamos este sacrificio “Nuestras propias vidas dedicadas a él” Como dice el versículo “Presentad vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios” Que Dios los bendiga mis amados hermanos. Amén.

Dia de las madres





Saludamos a todas las mamitas de la Iglesia, desde acá les envio un abrazo en su día, deseando que Dios las colme de toda bendición. En esta oportunidad hemos agasajado a mamitas que queremos que estén en la familia de Cristo.

6 de mayo de 2008

¿Le preocupan los desastres naturales? ¿Tenemos nosotros algo que ver con aquello? Veamos que dice la Biblia.



Isaías 24:4-13 "Se destruyó , cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres. Se perdió el vino, enfermó la vid, gimieron todos los que eran alegres de corazón. Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, cesó la alegría del arpa. No beberán vino con cantar; la sidra les será amarga a los que la bebieren. Quebrantada está la ciudad por la vanidad; toda casa se ha cerrado, para que no entre nadie. Hay clamores por falta de vino en las calles; todo gozo se oscureció, se desterró la alegría de la tierra. La ciudad quedó desolada, y con ruina fue derribada la puerta. Porque así será en medio de la tierra, en medio de los pueblos, como olivo sacudido, como rebuscos después de la vendimia"

2 de mayo de 2008

Creo que hay muy pocos hombres en este mundo, que pueden comer la carne y otros alimentos tan frescos como estos animales.




He aquí algunos versículos del Salmo 104 10Tú eres el que envía las fuentes por los arroyos; van entre los montes; 11Dan de beber a todas las bestias del campo; mitigan su sed los asnos monteses. 21Los leoncillos rugen tras la presa, y para buscar de Dios su comida. 22Sale el sol, se recogen, y se echan en sus cuevas. 24¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios. 27Todos los animales Oh Dios esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo. 28Les das, recogen; abres tu mano, se sacian de lo mejor. 29Escondes tu rostro, se turban; les quitas el hálito, dejan de ser y vuelven al polvo. 30Envias tu espíritu, son creados, y así renuevas la faz de la tierra.

21 de marzo de 2008

Dios pone los deseos

─“…Nadie ha llegado hasta este lugar por su propia voluntad; si no, es porque el Señor ha puesto en cada uno de nosotros el deseo de venir…”─ Así empezaba un culto de día Domingo. Siempre hay buena intención cuando uno expresa ciertas frases, más ¿Cuál es realmente su contenido, y cual es realmente el resultado de decirlas? Es difícil saberlo. Veamos este caso:
- Puede ser, de que haya un convencimiento de la persona que lo dice, o sea Dios pone en las personas el deseo de asistir a la iglesia. Entonces las que no fueron, es por que Dios no puso en ellas ese deseo, luego no son culpables por faltar al culto.
- Alguien podrá decir: Un momento, se trata de decir que Dios sabe quienes son fieles, o quienes realmente anhelan asistir al culto, y es en ellos en quienes pone el deseo.
- Pero… entonces estaríamos contradiciendo lo anterior, pues, no dependería de Dios, dependería del hombre, pues él debe ser fiel y tener ese anhelo en su corazón.
- Además, ningún incrédulo iría jamás al culto, por que de acuerdo a esto, Dios jamás pondría en estas personas deseos de ir a un culto.

CONCLUSIÓN:
No podemos decir que alguien no va a la iglesia o hace algo, si Dios no pone en él, el deseo de hacerlo. El ir o no ir, no depende de Dios, depende de nosotros. Hay un libre albedrío, una libre determinación, y todos los que no asisten al culto, o no hacen algo que saben que es su obligación, darán cuenta a Dios por no hacerlo. No aclarar esto puede ser aprovechado por Satanás para distorsionar completamente la verdad.
Pasa exactamente igual con otra frase que se pronunció cuando se bendijo las ofrendas: “Te pedimos Señor que tu pongas corazones dadivosos”. Está bien, por escuchar la palabra del Señor, por leerla, por pedirle a través de la oración que nos ayude a cambiar, haciéndonos entender la lección; podríamos tener un corazón dadivoso, y es lo menos que se espera. Pero si en mi mente se graba la idea, de que Dios hará ese cambio sin que yo mueva un dedo, entonces estoy muy mal.
Esperamos sus comentarios.

Como nos hablará Dios

¿CÓMO NOS HABLARÁ DIOS?
Mensaje predicado en Escondida el 5 de Enero de 2008
Texto base Isaías 28:9-13
Lectura bíblica Mateo 13:10-17


Bien, hoy quiero hablarles, a cerca del lenguaje especial que Dios tiene para comunicarse con nosotros. Me refiero, con los seres humanos, en general. Este lenguaje, viene a ser difícil, in-entendible para algunos; y afortunado, especial, bendito, para otros.
El párrafo de hoy, está inserto en una sentencia que hay para la gente de la tribu de Efraín. Esta gente, se había desviado completamente de los caminos de Dios, ellos confiaban en sus fuerzas, en sus riquezas, en sus alianzas con otros pueblos; y esta misma confianza les hacia estar tranquilos; tan tranquilos que se dedicaban a estar de fiesta en fiesta, abundaba la buena mesa y el vino; factores que siempre tienden a desviar al hombre del buen camino, a alejarlo de su creador.
El párrafo, empieza diciendo “¿A quien se enseñará ciencia o a quien se hará entender doctrina? ¿a los destetados? ¿a los arrancados de los pechos?” Bueno, esta versión, la Reina Valera, no lo expresa tan claramente; pero lo que ellos están diciendo es: ¿A quien cree Dios que le va a enseñar? ¿cree que somos niños chicos, de esos que recién acaban de dejar el pecho? Acá tenemos otra versión, que es de uno de nuestros hermanos, esta es la versión “Latinoamérica”, una versión católica, y dice: ¿a quien le está enseñando la lección, o quien quiere que le atienda sus explicaciones? ¡Los niños que recién dejaron el biberón, los niños que acaban de tomar pecho! O sea, esta gente está despreciando, el mensaje que le da Dios a través de los profetas. Ellos ven este mensaje como demasiado inocente, para ellos las advertencias que les hacen los profetas, son mera palabrería, meras insinuaciones de personas sin importancia; no ven aproximarse ningún peligro, nada de lo que los profetas dicen, todo esta bien para ellos. ¿De que nos tenemos que arrepentir? Esta queja, de que el mensaje viene: “mandamiento tras mandamiento; mandado tras mandato” les suena a burla; les molesta sobremanera que todo llegue así “renglón tras renglón; línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá”
Hoy en día también, a mucha gente le molesta esta clase de comunicación a cerca del mensaje de Dios. Ellos creen saberlo todo, tienen tanto conocimiento, que todo les parece claro. Hoy hay tanta ciencia, algunos son profesionales, otros se comportan como si lo fueran, creen que dominan todo el conocimiento, toda la ciencia; entonces este mensaje del evangelio les parece algo sin importancia ¿No les pasa algo así, a ustedes cuando predican? Cuando tratan de hablarle a cerca del reino de los cielos a alguien, ustedes pueden ver las reacciones de las personas. Está la respuesta esa: “Sí, yo también creo, pero a mi manera” “Es que, solamente son diferentes enfoques” “Para mi, lo importante es estar bien con Dios, no me interesa mucho lo que digan los hombres” En fin, según las personas, no hay para que hacer tanto alboroto. Pero ¿Qué continúa el párrafo diciendo? “Porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablara a este pueblo” Hermanos ¿Ustedes creen que para ellos, los efrainitas; así como también la gente de hoy, será entendible el mensaje de la palabra de Dios? ¡Jamás! Hermanos, este mensaje esta hecho, para que aquellos que no aman a Dios; no lo puedan entender. ¡Nadie, que no ame a Dios, puede disfrutar de esas benditas palabras! Para ellos, simplemente se convertirá en palabrería, en cosas sin importancia, sin sentido.
Escuchábamos la lectura bíblica que decía en el versículo 11 del capítulo 13 de Mateo: “Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos, mas a ellos no les es dado” Los discípulos de Jesús, estaban admirados de que Jesús le hablara a la gente en parábolas, porque la gente no entendía las parábolas; algunos entendían, pero limitadamente, o quizá entendían mal. Ellos, los discípulos, pensaban que sería mejor que Jesús les hablara claramente; porque, como dice, estos son “misterios del reino de los cielos” Pero el criterio de Dios, es diferente al criterio humano; por eso dice: “Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado” Aquí no esta hablando de cosas materiales ni dinero; está hablando exclusivamente del entendimiento de la palabra de Dios. Evidentemente, esto puede ser aplicable a otros ámbitos, pero nosotros, tenemos que ver y entender el contexto, y eso se refiere aquí, al entendimiento de la palabra de Dios. Vale decir, que el que tiene, o desea de todo corazón tener entendimiento; el Señor le dará mas entendimiento. Pero al que tiene poco, o no tiene y ni siquiera lo busca, no lo desea; aun lo poco que entendía, se le volverá confuso, incoherente. Eso es lo que confirma la profecía que está en el libro de Isaías capitulo 6:9-10. Dios dice: El corazón de este pueblo se ha engrosado, o sea, se ha puesto insensible, no quiere escuchar ni aceptar, tampoco entender; entonces, aunque miren, no verán nada, y aunque oigan, no entenderán nada. ¿A qué se refiere esto? Por ejemplo, los judíos, del tiempo de Jesús, veían los milagros, se daban perfecta cuenta de que Jesús era un hombre extraordinario; pero nunca se les dio por aceptar, que Jesús era el Mesías, ese Mesías que ellos mismo estaban esperando. Escuchaban las palabras de Jesús, a veces quedaban admirados por la sabiduría que tenía, otras veces se sorprendían con las afirmaciones que hacia, y aunque él les decía que eran palabras de Dios, no se dieron cuenta que tenían a Dios mismo delante de ellos. ¿Y, por qué paso todo eso? Por que esa gente, sencillamente no quiso oír, rechazo completamente la idea, mas al contrario, acuñó la idea de matarlo. La Biblia nos dice “para que no entiendan, para que no se conviertan y Yo no los sane”. Y cuando dice “no los sane”, no esta hablando solamente de las enfermedades, está hablando de esa ceguera espiritual, de ese embotamiento espiritual; para que no los sane de la lepra del pecado.
Más, hermanos, a nosotros se nos ha dado la oportunidad de saber los misterios del reino de los cielos, revise otra vez el versículo 11 ¿No le parece esto maravilloso? Dios es el que está hablando, y siempre ha sido así, para los israelitas fue lo mismo; en parábolas, en lenguaje especial, en lengua extraña dice, en lengua de tartamudos. Es un código extraño que solo es revelado a aquellos sencillos de corazón, a aquellos que desean conocer a cerca de su Dios, que aman el escuchar sus palabras, a aquellos que día y noche meditan en ellas.
Siguiendo nuestro párrafo de hoy, si usted se fija, en el versículo 12, Dios dice a ese pueblo rebelde de Efraín “este es el reposo: dad reposo al cansado, y este es el refrigerio” pero ellos nunca quisieron oír. ¿Qué es lo que vamos a aprender aquí? Esto es algo muy profundo, bueno, también es algo muy sencillo, pues acabamos de entender que este es un lenguaje especial. Primeramente, está hablando del amor al prójimo, del compartir el pan con el hambriento, de asistir al pobre, al enfermo, y mucho más de esto. Pero estas no son solo palabras, hermanos. Hay gente que no sabe que en el compartir, esta oculta una gran alegría, un profundo sentido de paz, una satisfacción del corazón; que no se puede descubrir, hasta que lo vivamos. Pero, ojo, esto solo sucede, cuando uno lo hace de pleno corazón, con alegría, con completo desprendimiento. Yo sé que hay mucha gente que da, pero al hacerlo, solo sienten que tienen menos ¡así no sirve! Eso solo deja el sabor amargo de haber perdido algo. Hay gente que no entiende nuestro afán de predicar, muchos creen que queremos llenar las iglesias, para recaudar más fondos ¡Que terrible error! ¡Que ceguera, que falta de entendimiento! No entienden, que el evangelio es el mayor refrigerio para el alma, es la paz que muchos andan buscando, es justamente lo que la gente necesita; pero, se niegan a recibirlo ¡Que contrariedad! ¿Por qué creen que Jesús lo hizo? Él dejó su trono de gloria, para venir a darnos este mensaje, para predicarnos el evangelio, aún entre tanta contrariedad ¿Usted cree que hubo tristeza y dolor en él, por haberlo hecho? Si así lo cree, esta muy equivocado. En el solo hubo paz, solo hubo satisfacción y alegría. Por eso leemos en Mateo 11:29-30 “llevad mi yugo sobre vosotros...” ¿Lo entiende usted? ¿Por qué se ha cargado el yugo del mundo? El yugo del mundo es un yugo de afanes, de tristezas, de amarguras, de peleas, ese yugo nos consumirá hasta los huesos, por que al final llegaremos a la tumba con las manos vacías. Jesús dijo en Juan 14:27: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no la doy como el mundo la da” Jesús tuvo paz en todo lo que hizo, aún en la cruz; y desea que nosotros también tengamos esa paz. La paz que podría darnos el mundo es simplemente un descanso, donde Satán reordena sus filas, para después empeorar nuestra situación; se parece a la calma que hay antes de que pase el huracán. La paz que Dios nos da, tiene que ver con la alegría de saber que un día estaremos con él, que estamos haciendo las cosas de acuerdo a sus deseos, que somos afortunados al descubrir que hemos entendido bien el mensaje del Señor, ese mensaje dicho en palabras especiales. ¡Siéntase afortunado hermano! No cualquiera puede entender ese mensaje. A los demás solo los asaltará una horrible duda, comenzaran a pensar que todo es un engaño. El pasaje confirma que este mensaje será así “mandamiento sobre mandamiento, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá” Así va ha ser para todos, pero... ¡Hay de aquellos que no abran su corazón, sus oídos, a estas palabras especiales! Pues ¿qué dice de ellos? Dice que al final de tanto luchar ellos “caerán de espaldas, y serán quebrantados, enlazados y presos” Así es, mis queridos hermanos, ellos serán quebrantados, quiere decir que sufrirán las consecuencias de su desobediencia, quedarán ahí tendidos, completamente derrotados. Vea el panorama, triste desolador. Ellos serán enlazados y presos, no tendrán escapatoria, tendrán que quedar al final bajo el juicio de Dios; caerán bajo el juicio de sus propios pensamientos, de sus propias palabras. Esto no lo estoy diciendo yo, lo dice la Biblia, el pasaje que tratamos habla de estas cosas, y justamente nosotros creemos en las escrituras, entendemos el mensaje, por que se nos ha dado esa facultad, esa inteligencia, ese favor.
Vamos a terminar esta predica, recordando que el mensaje del Señor, siempre vendrá de a poco, nadie puede tenerlo todo, nadie puede saberlo todo; está diseñado para que cada día el hombre sea edificado en el, para que cada día nos sea entregado renglón tras renglón, línea tras línea, un poquito aquí y otro poquito allá. El que tiene un genuino interés, el que le pide a Dios, con un corazón sencillo y humilde, el que lo desea profundamente en su corazón; pues, a ese le será entregado, le será dado el conocer los grandes misterios del reino de los cielos. Mas si usted no lo desea, ni lo busca; solo servirá para que se confunda, para que se endurezca su corazón, para que no encuentre a Dios y para que no sea sanado, para que no sea perdonado. ¡Que Dios los bendiga! Y desde ahora ponga más atención a las palabras de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén.

19 de marzo de 2008

Juntitos los dos





Aqui estoy junto a mi esposa Yuly. Ella es quien me ayuda y me acompaña en muchos de mis trabajos. gracias demos a Dios por nuestras esposas.