Hebreos 1:1-2
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.
23 de septiembre de 2011
Victoriosos en Jesús
ESCRITURA
San Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.
APLICACIÓN
Durante la invasión alemana, en la segunda guerra mundial; el rey Christian de Dinamarca observó una bandera nazi ondeando sobre un edificio oficial danés, y exigió a un funcionario alemán que la retirara inmediatamente. El alemán contestó que la bandera fue instalada allí, de acuerdo a instrucciones de Berlín. Esa bandera debe ser retirada ―declaró el monarca― o de lo contrario enviaré un soldado a quitarla― Se le disparará al soldado ―advirtió el oficial nazi― Yo soy ese soldado… ―contestó el rey―
La firmeza de este rey puede ayudarnos a entender la lección de Jesús. Muchos miran a la cruz, y solo ven un hombre humillado y derrotado; alguien en quien ni siquiera vale la pena confiar y por lo tanto, no lo hacen. Pero Jesús en el camino al calvario, estuvo lleno de paz, porque sabía íntimamente que estaba haciendo aquello para lo cual vino, y se sentía un vencedor; aunque a los ojos de muchos, estaba siendo derrotado.
ACCIÓN
¿Ve usted a Jesús, como su rey victorioso? Si así lo ve, usted también se sentirá victorioso, aunque las huestes de Satanás le estén carcomiendo los huesos. Busque esa paz, porque cuando la tenga en su corazón nadie se la podrá quitar. ¡Aleluya!
Dios mio... ¿volveré a convivir con mi abuelito Bartolomé?
Esta también será la respuesta a otra de las preguntas que me enviaron mis amados lectores, y que decía: ¿Volveré a ver a mis seres queridos que ya partieron?
Pienso que de alguna forma, las personas que se plantean preguntas como estas, tienen la convicción de que hay vida más allá de la muerte, porque si el convencimiento fuera contrario, creo ni siquiera surgiría esta pregunta. Hay mucha gente que cree en la vida más allá de la muerte; hay gente que cree que las personas después de morir, se van a vivir a otros mundos que pueden ser mejores o peores que este, dependiendo de su comportamiento aquí en la tierra; otros creen que las personas se reencarnarán aquí mismo, pero serán mejores personas o peores, dependiendo de cómo haya sido su conducta aquí en este mundo; incluso algunos piensan que pueden reencarnarse como bestias, si es que fueron muy malas personas en su última vida terrenal. La enseñanza bíblica, también ha sido un tanto distorsionada, y muchos piensan que los humanos que mueren, derechamente se van a vivir al reino de los cielos, y pareciera que no interesa mucho el cómo haya sido su comportamiento aquí; otros aceptan que si no se han portado muy bien, irán a parar a algún lugar que se llama el purgatorio y allí corregirán o pagarán, por decir de alguna manera, ese comportamiento inadecuado que tuvieron y luego recién entrarán en el cielo.
La verdad, es que hay vida más allá de la muerte, y en ese punto me parece que no deberíamos tener mayores dificultades. Nosotros los cristianos sabemos que hay vida después de la muerte, por las enseñanzas que nos da la Biblia, y la mayor prueba de aquello es la resurrección de Jesús, su convivencia con sus discípulos durante cuarenta días después de resucitado, y su ascensión a los cielos; de donde también vendrá al final de los días de la tribulación, para juzgar a este mundo.
El punto de conflicto es quizá, el definir donde van a parar todos los que dejan este mundo mediante la muerte física. Aunque algunas enseñanzas, supuestamente son cristianas, me parece que no están diciendo la verdad; por ejemplo, la existencia del purgatorio no es una enseñanza registrada en la Biblia, y por lo tanto ese lugar no existe. Los que piensan que solo los buenos resucitarán, y que los malos, permanecerán muertos; o sea que con la muerte ya recibieron su paga y que por lo tanto ya dejaron de existir, también están equivocados porque eso no es lo que enseña la Biblia. Los que piensan que los que mueren, al menos si han sido buenos, se irán directamente a los cielos a vivir con Dios, también están equivocados; así como también lo están, aquellos que creen que los muertos intercederán ante Dios por nosotros, o que de alguna manera ellos adquieren un cierto poder para ayudarnos en nuestros problemas cotidianos. Entonces… ¿qué es lo que enseña la Biblia, a cerca de esto?
Transcribiré un pasaje, que nos da una enseñanza clara y muy directa sobre este asunto: “Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos. (Lucas 16:19-31)
Veamos que enseñanzas nos deja este pasaje:
- Primeramente, nos confirma de que las personas, siguen vivas y completamente conscientes después de morir. Es obvio que no es una vida corpórea, sino espiritual; pero eso no quita que ellos piensen y sientan tal como lo hacían cuando tenían sus propios cuerpos.
- Nos enseña que, no todas las personas irán a parar al mismo lugar; aunque los lugares donde se encuentran están muy cercanos, son completamente diferentes.
- El rico no fue a parar al Hades, solo porque era rico. Es probable que la poca consideración que tuvo hacia el mendigo, haya influido para que tenga ese destino; pero lo que es seguro, y que fue determinante; es que el rico tuvo todo el conocimiento y todas las oportunidades de arrepentirse, pero sencillamente no lo hizo. El mendigo, por su parte, no fue a parar al seno de Abraham, solo porque era mendigo, sino porque confió en Dios, y a pesar de que sufría hambre y enfermedades, siempre confió en Dios, siempre fue agradecido y nunca renegó de su creador, ni siquiera del rico, que lo miraba con desdén. Es probable que estos puntos de vista usted no los pueda sustraer directamente del párrafo, pero la Biblia está llena de ese tipo de enseñanzas.
- El pasaje, dice claramente que el rico está sufriendo, atormentado en llamas. Y aunque pide ayuda, comprende que no es posible recibirla. Pero, como usted puede ver, él tampoco se carboniza instantáneamente en esas llamas; aunque existe la posibilidad de que el párrafo tenga algo de lenguaje figurado, vale decir que no son ese tipo de llamas que nosotros conocemos, y si lo son, él tiene un cuerpo espiritual al cual las llamas no lo atacan como lo harían a un cuerpo terrenal, pero sí lo atormentan. Hay que aclarar también, que ese lugar, no es precisamente el infierno. Por otro lado el pasaje dice que Lázaro, sí está en un lugar a gusto, él es consolado de su tristeza y no sufre; aunque este lugar no es precisamente el cielo, o sea Lázaro no está viviendo junto a Dios.
- También podemos saber que los que están en el seno de Abraham, por muy compasivos que fueran, o por muy parientes que fueran, no pueden hacer nada para cambiar la situación de aquellos que han ido a parar al Hades.
- Otra enseñanza que nos deja el pasaje, es que los que están vivos aquí en la tierra, no pueden recibir ninguna influencia, ni ayuda, ni advertencia desde esos lugares; y también podemos deducir que los que están vivos, no pueden hacer absolutamente nada para que sus parientes que están muertos y han ido a parar al Hades, alivien su dolor, o se puedan cambiar de lugar.
- Abraham le dice al rico: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos. Si no oyen a Moisés y a los profetas, simplemente significa en otras palabras, si no hacen caso de lo que está escrito, o sea si no toman en cuenta lo que verdaderamente dice la Biblia. Abraham no estaba exagerando, al decir que no se persuadirán si alguien se levantare de entre los muertos. Eso es verdad, pues Jesús se levantó de entre los muertos, y aunque la gente de alguna manera lo acepta, no vemos que se arrepienta y se convierta a Cristo.
Sé que usted se está preguntando: ¿Por qué dice con tanta seguridad que esos lugares no son el infierno y tampoco el cielo? En las Escrituras, el Hades, también es llamado Seol, o sepulcro, y algunas veces por extensión, también infierno; pero el verdadero infierno, ese lago de fuego y azufre que arde por la eternidad, donde irán a parar todos los incrédulos y rebeldes ante Dios; ese, claramente está mucho más allá de la muerte y la resurrección. Porque la Biblia enseña, que después de esta muerte, la gente incrédula, volverá a vivir para ser juzgada, para ver con sus propios ojos que merece ir al infierno. Y una vez que alguien vaya a parar allá, será por la eternidad, y no podrá ver ni tendrá noticias de alguien que esté viviendo junto a Dios. La Biblia nos enseña que al infierno irán a parar, no solo las personas incrédulas, sino que lo harán el mismo Hades, la muerte, el Anticristo, y Satanás. Veamos algunos pasajes que nos hablan de eso: “Y la bestia (léase Anticristo) fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos (bestia y falso profeta) fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás (seres humanos) fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba a caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos. (Ap 19:20-21) Este pasaje que cronológicamente está ubicado al final de la ‘gran tribulación’ indica con claridad que el Anticristo y el falso profeta, que será alguien que le ayudará a éste en el engaño de carácter espiritual, serán los primeros habitantes del infierno o lago de fuego y azufre. Cronológicamente, mil años después de ese acontecimiento, podemos leer este otro pasaje que dice así: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios, y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Ap 20:10-15)
Estos pasajes nos enseñan que:
- Los muertos grandes y pequeños, entiéndase adultos y niños que hayan actuado con maldad, estarán en el Hades hasta el día del juicio, que será mil años después de que termine la gran tribulación. Después de la gran tribulación, viene un periodo de mil años según la Biblia, al se le ha dado el nombre de milenio; y, al final de la gran tribulación, solo el Anticristo y el falso profeta irán a parar al infierno, pero las demás personas que morirán en esa guerra que se llama Armagedón, las cuales serán todas rebeldes según el contexto del pasaje, no dice que irán al infierno, sino que simplemente morirán y serán comidas por las aves; por lo tanto no es difícil entender que irán a parar al Hades.
- Al final del milenio, el segundo pasaje indica que Satanás será echado al infierno, donde ya están el Anticristo y el falso profeta, y que el tormento en ese lugar será por los siglos de los siglos, que es otra manera de decir, por la eternidad.
- El segundo pasaje también nos enseña que todos los muertos, de todos los tiempos, volverán a vivir o mejor dicho se presentarán ante Dios para un juicio según sus obras. Ellos serán entregados desde el Hades, y después de haber sido juzgados serán echados en el infierno para reunirse con Satanás, el Anticristo y el falso profeta, que ya están allí. Y como ya no habrá más muerte, y ya nadie necesitará el Hades, estos también serán echados al infierno.
Pero,… ¿en ese juicio, no habrá ninguna persona que sea buena? Tengo que decirle amado lector, que no habrá siquiera uno que sea bueno. Lo que pasa es que en cierta forma todos los que estaban en el Hades, ya tenían su destino sellado; porque sería muy injusto de parte de Dios, que alguien se encuentre en el Hades, y luego tenga que ser calificado de inocente y ser destinado a vivir junto a Dios. Este juicio, solo tiene un sentido de Suprema Justicia, pues Dios abrirá los libros donde están registrados todos los actos de maldad de los hombres que comparecen a ese juicio, y como acto muy justo, será leído el libro de la vida, que es donde están registrados los nombres de los creyentes fieles, esto será hecho simplemente para comprobar a los incrédulos que no están inscritos allí, y que no hay injusticia en lo que se está haciendo. Prácticamente, en el momento de morir, físicamente, el hombre sella su destino y nada puede cambiar ese destino después de la muerte; usted mismo lo leyó en el pasaje del rico y Lázaro.
Y… ¿cómo será el destino de los creyentes aceptos ante Dios? Todos los que han ido a parar al seno de Abraham, que también en algunos casos se le llama cielo; más como usted mismo puedo leer esta junto al Hades; ellos resucitarán y tomaran cuerpos especiales que puedan remontarse a los cielos, en un día próximo que se llama el arrebatamiento de la iglesia, y que probablemente sea justo antes de empezar la tribulación. Y los creyentes que estén vivos ese día, también serán transformados y llevados juntamente con los recién resucitados, allí permanecerán durante siete años adorando a Dios, luego regresarán a esta tierra con Jesús, para reinar con él durante mil años al final de la gran tribulación, que es donde morirán todos los incrédulos, es decir ningún incrédulo entrará al milenio para vivir con Jesús, usted leyó eso, cuando decía que apresaron a la bestia y al falso profeta, lo echaron al infierno, y los demás, o sea todos los otros que acompañaban al Anticristo fueron muertos. Después del milenio, los creyentes, entraran a la eternidad, con Jesús, en nuevos cielos y nueva tierra. Leamos algunos pasajes que indican esto claramente: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivamos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1Tes 4:16-18) Pero un poco más adelante, en esta misma carta del apóstol Pablo dice: “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él” (1Tes 5:9-10) A esta mención que hace Pablo: ‘No nos ha puesto Dios para ira’, se hace referencia principalmente, cuando se afirma que el arrebatamiento será al inicio de la tribulación, porque a este periodo, o sea a la tribulación, también se le llama el día de la ira del Cordero. Otro pasaje dice: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad” (1Co 15:51-53) He aquí otro pasaje más: “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén” (Ap 7:9-12) Otro pasaje: “Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!
Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes. Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos” (Ap 19:1-8)
Esta multitud que adora y reconoce el señorío de Jesús, luego desciende con él para derrotar definitivamente al Anticristo en la Batalla llamada ‘Armagedón’. Esta multitud reconoce que los juicios de Dios, o sea el hecho de que el mundo pase por la gran tribulación con terrible sufrimiento y que aún así no se arrepiente, es justo. El siguiente pasaje dice que ellos descienden junto a Jesús.
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos” (Ap 19:11-14) El pasaje que sigue, nos muestra cómo será el juicio de los inocentes, o de los creyentes, los que no recibieron la marca de la bestia; y hace una referencia muy especial al juicio de los incrédulos, quienes dice que no volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil años: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (Ap 20:4-6) Por último transcribiremos un pasaje que habla de los nuevos cielos y la nueva tierra, que vendrá después de que se haya producido el juicio del Gran trono blanco, que es para los incrédulos. La nueva tierra y los nuevos cielos, serán solo para los que han permanecido fieles hasta el final, dice así: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas” (Ap 21:1-5)
Al responder con base bíblica, la pregunta que se ha planteado; tendríamos que decir que existen todas las posibilidades de volver a vivir con nuestros seres queridos; en el cielo junto a Dios y por la eternidad, siempre que ellos hayan sido, y nosotros seamos fieles creyentes y seguidores de Jesús; de lo contrario, también está la posibilidad de convivir con ellos pero en el infierno, lo cual es muy triste, pero lamentablemente real. Si de alguna manera percibimos que nuestros parientes o amigos no fueron a parar al Seno de Abraham, entonces mejor sería no seguirlos, porque es muy seguro que ellos también así lo desean, tal como lo hace el rico, en la historia del ‘Rico y Lázaro’ No es mi intención asustar a nadie, ni mucho menos condenar a nadie, de ninguna manera yo soy el juez; solo deseo que entendamos lo que está escrito en la Palabra de Dios, ella es la que nos juzgará en el día final. Y si todas las cosas que han pasado, tienen un fiel cumplimiento en ella, no veo por qué no creamos que esto que leemos hoy, también será así, tal como está escrito. Solo deseo animarle a que usted se aferre a la esperanza que hay en Cristo Jesús, él también lo desea, y no se lo digo, solo porque lo leí en la Biblia, que ya es una gran verdad; sino porque el hecho de que vino a este mundo, y ofrendó su vida por nosotros y resucitó y ascendió a los cielos, para mostrarnos el camino hacia Dios; indica claramente que si no le seguimos, nos espera un lugar muy terrible donde tendremos que pasar la eternidad.
Que Dios toque su corazón, y le bendiga con mucha sabiduría de lo alto, para que pueda estar con él un día, pues no depende de nadie más, que de nosotros mismos. Amén.
9 de septiembre de 2011
Toda potestad
ESCRITURA
Mateo 28:18 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”
APLICACIÓN:
Algunos de los sinónimos de ‘potestad’, son: Autonomía, autoridad, jurisdicción, dominio, imperio, mando, omnipotencia, poderío, o señorío. Y aunque usted no lo crea o no lo sienta, Jesús tiene en este día toda potestad; no solamente sobre el universo o sobre este mundo, sino también sobre nuestras vidas, sobre nuestros negocios, sobre nuestras actividades, incluso sobre nuestros pensamientos. Por eso lo que Jesús dijo, no es una exageración: “Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio” (Mt 12:36) Y… “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.” (Mt 10:32-33)
ACCIÓN
La autoridad de Jesús debe ser respetada, debe ser aceptada, y debe ser predicada. Y si alguien siente que no es así; debe saber que hay un día en que esa autoridad será aplicada en toda su potencia y rigor. Jesús es el Señor de su vida, reconózcalo hoy como tal.
25 de agosto de 2011
Adopcion
ESCRITURA
Romanos 8: 15 “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”
APLICACIÓN
Una niña que estaba siendo adoptada desde un orfanato por unas personas muy ricas, al final se mostró algo reacia a irse con ellos. ¿Por qué no quieres venir con nosotros? ─ Preguntó la señora. Luego añadió ─ Te daremos muchos juguetes, golosinas, y vestidos hermosos; tendrás una linda habitación para ti sola. La niña pensó un momento y dijo: ─ No sé porqué ustedes me ofrecen esas cosas tan bonitas, nunca nadie antes me las ofreció ¿Qué hice para merecerlas? ─ ¡Es que ahora eres nuestra hija! – dijo la señora.
Muchos no se quedan al lado de Dios, cuando él en su amor los llama; por que sencillamente no pueden creer que él Señor los quiere adoptar como hijos; no se sienten merecedores del perdón, no pueden creer que el Dios de los cielos se haya fijado en ellos, y tampoco pueden creer su promesa de que estará junto a ellos en todas las circunstancias. El diablo, está presto para hablarles al oído y decirles que no se lo merecen, de que en las condiciones en que se encuentran en el orfanato del mundo, nunca nadie les ofrecería semejante premio. Ellos se preguntan: ¿Qué he hecho para merecerlo? Los que deciden creer al maligno, se llenan de temor, se desaniman, y se echan a correr hacia el fondo del orfanato, para esconderse en algún lugar donde no puedan ser encontrados.
ACCIÓN
¿Sabe lo que significa Abba, Padre? Es un equivalente a decir cariñosamente ‘Papá mío’ o ‘papito’. Busque a partir de hoy el espíritu de adopción, por el cual usted también puede decir ¡Abba Padre! El Padre de los cielos desea tenerlo dentro de su familia; “porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (San Juan 3:17)
31 de julio de 2011
El mundo en crisis
Es difícil para mí proporcionarles algún material que tenga el fruto de mi propia investigación a cerca del aspecto científico que hoy atraviesa este mundo. Es por eso que como la mayoría de la gente tengo que recurrir al juicio de los entendidos, cuyos estudios y comparaciones, por supuesto que están basados en aquello que el hombre ha desarrollado, y tiene el respaldo de la experiencia registrada de años de investigación. Y… esta investigación como usted puede ver nos muestra un panorama más o menos critico a cerca de la situación mundial por la que estamos atravesando; y que como le sucede al autor de este pequeño documental, hay mucha impotencia en aquellos que logran entender el grado critico de la situación, al ver que a la mayoría le cuesta mucho entender y no logra conectarse con estas verdades, y peor aún si ese alguien se encuentra entre la multitud que levanta la voz en disconformidad y dice que solo se trata de falsas alarmas, que siempre ha habido periodos críticos en los cambios climáticos, que todo es controlable, y un sinfín de otras opiniones tendientes a quitarle todo el peso que puedan traer estas investigaciones.
Sin embargo, estamos los que nos sentimos aún más impotentes y casi desesperados, porque no solo vemos que el mundo no logra conectarse con esa realidad a la que está a punto de enfrentarse, y que están aquellos que luchan para bajarle el perfil a todo este asunto; sino que vemos que los mismos científicos, a pesar de todo lo que saben, no han logrado comprender todo lo que realmente está sucediendo. Decía desesperados, porque si los científicos se hallan desconcertados e impotentes ante la reacción de la gente; nosotros que por gracia de Dios hemos logrado adentrarnos un poco más que los científicos en la realidad del mundo, por supuesto que deberíamos sentirnos mucho peor que ellos, ya que sentimos que nuestra voz es mucho menos escuchada que la de ellos.
Sé que hay personas que cuando leen o escuchan de nuestros labios esas afirmaciones de que nosotros ‘los cristianos’ estamos más cerca de la verdad que cualquier otro ser en este mundo, se enfurecen y rechazan nuestra postura de plano, porque piensan que no tenemos ningún respaldo en lo que decimos; y que por lo menos los científicos, han estudiado el asunto a fondo por lo que lógicamente tienen todos los antecedentes para decir lo que dicen, y aunque pueden tener algo de error en lo que dicen, por lo menos se han dado el trabajo de hacer las comprobaciones e investigaciones necesarias. Aunque entiendo muy bien esa posición y hasta cierto punto les doy la razón, si la conversación desciende solo al nivel humano; pero debo decir en defensa de aquellos que estudiamos la Biblia, que lo que nosotros decimos conocer y creemos, tampoco es mera corazonada o fruto de una creencia superficial o supersticiosa; pues creo que si alguien desea llevar la discusión bíblica al nivel científico, no debería encontrar oposición ni barrera, de hecho se de mucha gente que ha querido demostrar que la biblia es una falsedad, pero cuando al ir reuniendo los antecedentes necesarios para hacerlo, ha comprobado todo lo contrario, y ha tenido que retirarse o retractarse. La biblia y la ciencia se entienden muy bien en los puntos en que son comunes, y donde están diciendo prácticamente lo mismo y mirándolo desde el mismo ángulo; y también hay evidentemente, cosas en las cuales la biblia no podrá estar de acuerdo con la ciencia, porque lo que esta afirmando la ciencia en esos campos con seguridad son meras apreciaciones, teorías o cálculos antojadizos. Hay que decir también que la biblia no es un tratado de ciencia, ni tiene ese propósito, por lo tanto, no tiene porque contener todos los temas que a los científicos les preocupa, pero en todo aquello que la biblia afirma y tiene relación con lo que la ciencia ha descubierto o comprobado, nunca he visto que haya discrepancias serias. Por supuesto que no faltan los que a pesar de tales evidencias nunca darán un pie atrás, y discutirán que nada de lo que ella dice es comprobable, allá ellos.
Si regresamos a la consideración de lo que contiene el documental que acompaña este artículo y que dicho sea de paso es un poco antiguo, pero sabemos que las cosas si han cambiado, es hacia la confirmación de las tendencias que el autor indica, y por lo tanto podemos decir con toda seguridad, que mucho, o todo, lo que dice el científico y político estadounidense Al Gore, está en lo cierto, porque está comprobado, y todo lo que dice es fruto de una investigación que sabemos que es seria, porque además no es el único que ha hecho ese tipo de investigaciones y afirmaciones. Lo que nosotros tenemos que decir, especialmente a aquella gente que trata de dejarnos fuera de toda opinión, y voy a valerme de este reportaje precisamente para intentar hacerles entender qué es lo que discutimos cuando decimos tener más clara la idea que los científicos incluso, a cerca de las cosas que están por suceder; porque es precisamente, que nosotros consideramos muy bien aquello que la ciencia ha aportado en un campo como este por ejemplo, o sea en algo que tiene que ver con ‘el cómo podría terminar este mundo’ o en algún otro campo, luego nosotros comparamos eso, con aquello que hemos aprendido de la Biblia; y es esa congruencia, lo que nos da esa cierta autoridad, para decir lo que decimos, es decir que nosotros estamos un poco más adelantados que cualquier mortal en cuanto al conocimiento de todas las cosas. Ahora, no se trata, solo de leer la Biblia, ya que eso muchos lo hacen o lo pueden hacer; más bien, se trata de considerar profundamente todo lo que ella dice, pero sin poner nuestras propias ideas por entre medio, sino considerando que esa es la palabra de Dios y por lo tanto tratando de acercarse con humildad ante Dios, y así poder saber lo que él realmente quiso decir cuando escribió su palabra. Por lo tanto, el dar entendimiento en su palabra, es solo atribución de Dios, y de nadie más y aquellos que se han dejado guiar por el Espíritu de Dios son los destinatarios de esta sabiduría especial, que los guía hacia la plena verdad, y si esa verdad se hace patente delante de nuestros ojos, y aquellos que estudian ciencia e investigan llegan a la misma conclusión o a una muy parecida, es entonces que nosotros no solo tenemos una fuente de información en la que nos basamos, si no que tenemos dos, y una de ellas no proviene precisamente de los hombres, sino del mismo creador de los cielos, y quien es el que realmente tiene sabiduría, pues la biblia nos asegura que él ‘todo lo hizo con sabiduría’ (Sal 104:24, Pr 3:19) y eso usted mismo lo puede comprobar, si considera las maravillas de la creación. No entiende mucho la gente cómo es que nosotros decimos tener un conocimiento mayor que el de otros, porque no ha logrado nunca entender aquello que Dios ha dicho, de la forma en que lo ha dicho, y la razón por la que lo ha dicho, y la razón por la que decimos que los científicos están por debajo de nuestro conocimiento, o que no tienen toda la razón en lo que dicen, y por último a quienes ha dicho Dios que les haría entender aquello que es necesario entender. Veamos algunos de esos pasajes bíblicos que se refieren a esto último que hemos anotado; por ejemplo, el profeta Isaías escribió: “He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído. ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? (Is 52:13-53:1) Aquí lo que el profeta está diciendo, y más de siete siglos antes de Jesucristo, es que Jesús no será un fracaso, ni sufriría ninguna derrota, como muchos piensan que solo fue un judío que intento una rebelión contra los romanos y que finalmente murió, sin tener siquiera apoyo de sus mismos paisanos; pero el profeta afirma que él será puesto muy en alto, o sea por encima de todo rey y de todo gobernante, bueno los que seguimos a Jesús, lo hacemos por esta misma razón, porque él es ahora el ‘Rey de reyes’. Pero los reyes, y los importantes de aquellos días en que Jesús murió, se admiraron de Jesús, quien había demostrado tener un poder sobrenatural, quien decía ser el mismo hijo de Dios, y que no defendiera su causa ni su inocencia y llegara a morir en la más espantosa humillación que el mundo pudiera haber conocido, su rostro completamente desfigurado, y muerto en una cruz, que era el castigo que se le daba a los peores delincuentes, a los blasfemos, y rebeldes; ellos tuvieron una gran admiración por esto; pero el profeta dice que así admirará Jesús a muchas naciones, los reyes cerrarán ante él la boca o sea no tendrán nada que decir, porque verán lo que nunca les fue contado o si les fue contado, ellos no lo creyeron o no le tomaron el peso que tenía esa afirmación, y en ese tiempo la gente, y aunque el profeta usa la palabra ‘reyes’ él se refiere a toda la gente que está en eminencia, y aquí debemos incluir a los científicos, a los gobernantes y estudiosos, él dice que entenderán lo que jamás habían querido oír o creer, porque de escucharlo, si lo han escuchado, pero aquí la palabra oír, tiene el sentido de obedecer. Luego vienen las preguntas que cierran esta idea, el profeta se pregunta ¿Quién ha creído lo que decimos? Él está consciente de que es muy difícil que aquellos que dicen tener entendimiento, que dicen saber, están completamente en desacuerdo con lo que decimos; luego la segunda pregunta nos indica que ese conocimiento especial, ese entendimiento especial, se ha manifestado solo en aquellos que se acercan a Dios mismo, con humildad de corazón, si llevamos esta pregunta a palabras más actuales podríamos plantear la pregunta así: ¿A quienes les ha manifestado Jehová su sabiduría? Esto que decimos de que los sabios están confundidos y que quizá en algún momento de su existencia comprendan que han estado muy equivocados al no considerar nuestras sencillas explicaciones, y todo lo que habían dicho solo era vanidad; esto lo dicen algunos pasajes muy claramente y transcribimos a continuación algunos de ellos, pues son muchísimos: “Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos” (Sal 33:10), “Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos” (1Co 3:19-20), “Por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos” (Is 29:14), “Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aquí que aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué sabiduría tienen?” (Jer 8:9), “Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe” (1Tim 6:19-20) Hay que decir que esta sabiduría vana, a la que se refieren los pasajes, es precisamente aquella que hace que los científicos y los entendidos de este mundo, se alejen de la palabra de Dios, pues muy bien les reconocemos muchas de las cosas que han descubierto y conocido con sus estudios, pero aquella que se sustenta en teorías y cálculos, solo hace que ellos se aparten de la sabiduría de Dios, y hace que las verdades bíblicas les parezcan absurdas, antojadizas y supersticiosas.
Pero volviendo a cerca de lo que trata este video, creo que no debe haber muchas personas que puedan estar en condiciones de decir lo contrario; o sea de que no existe el tal calentamiento global, o de que las cosas no se irán agravando más y más con el pasar de los años; y como es que la gente acepta tan fácilmente estos conceptos, a pesar de que si no fuera por los científicos, creo que muy pocos de ellos estarían en condiciones de afirmar que estamos entrando en una época de crisis climática en el mundo, entonces esto nos dice que la gente tiende a valorar y a creer lo que dice la ciencia al respecto, y si además todo lo que dice la ciencia, lo podemos ver con nuestros ojos, entonces ya casi tenemos todos los elementos para aceptar aquello como una verdad. Sin embargo, si alguien puede considerar la palabra de Dios, y se entera de que él ha dicho lo mismo o quizá ha aportado con mucha información respecto de estos sucesos, entonces ¿no es acaso un motivo poderoso, que nos pueda dar un mayor y mejor conocimiento? Y si consideramos que Dios ha afirmado esto hace ya miles de años atrás, antes que ningún hombre lo pueda imaginar y ninguna ciencia pueda hacer alguna medición ¿no es acaso otro motivo poderoso, para aceptar que lo que Dios dice, es realmente la verdad? Como ya dije, la biblia en sí, no es un tratado de ciencia, ni tiene la intención de explicar las cosas que al hombre le interesan, pero en el afán de explicar lo que Dios ha planificado para el hombre que le teme, y también para el que no le teme; ha quedado registrado como llegará a estar en crisis y como terminará este mundo, y puede que muchos no alcancen a notar la conexión que hay entre la realidad que vivimos y lo que está escrito, pero a medida que se agraven las cosas, esto se irá haciendo más patente, pero también llegará a ser mucho más peligroso y difícil para aquellos que han cerrado su corazón al Señor. Nuestro amoroso Dios nos ha anunciado con mucha anticipación, que vienen días de conflicto entre las naciones, días en que los alimentos serán escasos, días en que la luz del sol será diferente, días en que las aguas serán escasas, días en que los astros y los cielos nos traerán sorpresas, y días en que el corazón del hombre se cerrará aún más a aceptar aquello que él ha anunciado con mucha anticipación. Veamos a continuación algunos de esos pasajes, que como usted bien se imagina, son muchísimos: “Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso. Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre, y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes” (Isaías 11:6-11), “El grano se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo. ¡Cómo gimieron las bestias! ¡Cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! También fueron asolados los rebaños de las ovejas. A ti, oh Jehová, clamaré; porque fuego consumió los pastos del desierto, y llama abrasó todos los árboles del campo. Las bestias del campo bramarán también a ti, porque se secaron los arroyos de las aguas, y fuego consumió las praderas del desierto” (Joel 1:17-20), “Palabra de Jehová que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en días de Josías hijo de Amón, rey de Judá.
Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Jehová. Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos; y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Jehová” (Sofonías 1:1-3), “Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres.
Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra” (Sofonías 1:14-18), “Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores” (Mateo 24:3-8)
Es posible que a usted le parezca que muchas de estas cosas que dicen estos pasajes, no se ajustan a la realidad, porque por ejemplo cuando se dice ‘cercano esta el día’, debe ser que eso ya sucedió hace mucho tiempo, porque usted se imagina y está en lo cierto que estas cosas fueron escritas hace mucho mas de dos mil años; y si piensa que muchas de estas cosas ya pasaron, y que si hablamos de guerras, se refieren a guerras que hubo en el pasado como las cruzadas o las guerras mundiales, que verdaderamente la historia nos cuenta que fueron grandes eventos, y si las compara con lo que ahora en mundo está logrando, un panorama de buen entendimiento, y que muchas cosas se están solucionando por la vía del entendimiento y la paz, entonces tiende a pensar que no hay razón para tener tal temor; y si además pensamos que la tecnología traerá al fin un equilibrio entre la población actual o futura del mundo y la gran cantidad de alimentos necesaria; y que gracias a los grandes avances de la ciencia, al fin estamos llegando a ganarle la guerra a las enfermedades por lo que el futuro que nos espera es de todas maneras halagüeño; y muchas como esas que la gente siempre tiende a pensar y usa como salida para no aceptar la palabra de Dios, y que también hace que muchos se burlen de nosotros los que aún mencionamos a Dios como el único que dice y tiene la verdad; a todos aquellos, les parece que siempre decimos lo mismo, que siempre estamos anunciando cosas malas y que somos tan pesimistas y que finalmente nunca sucede nada de lo que decimos; para ellos, es muy fácil no discernir u olvidar de que Dios es tan grande que mil años, prácticamente es nada delante de él y que las cosas de Dios generalmente son atemporales por lo que da lo mismo hablar de miles de años o de un día, y que si ha tardado un poco en su venida de acuerdo al criterio bíblico, es porque tiene misericordia de nosotros los que vivimos en este mundo; a todos aquellos, deseo decirles que todo se entenderá muy bien, que todo se conectará muy bien, y que todo tendrá sentido; si se hace un profundo estudio de la palabra de Dios, y que no quedará nada sin conexión; pues es verdad que si le muestro solo unos pocos pasajes, tal como acabo de hacerlo, se ve que todo es como desconectado y absurdo, pero necesitamos enterarnos del contexto de estos pasajes, del punto de vista del profeta que ha sido inspirado por Dios, y una conexión de todo eso con otros pasajes que nos hablan de lo mismo, y ahí es donde todo el panorama quedará completamente expuesto para aquel que se interesa en estas grandes verdades. Por último le diré que muchas de estas cosas que acabamos de decir ya las había vaticinado el apóstol Pedro, en una de sus cartas, él dijo esto: “Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Más, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 Pedro 3:1-10)
Piense el amado lector que nosotros solo somos portadores de estas grandes verdades; que muchas veces los hombres que han pasado por este mundo, han tenido problemas para entender y aceptar la realidad; que la mayoría de las veces que han intentado comparar la realidad del mundo en que vivían, no han encontrado que coincidieran plenamente con las escrituras; y que a los muchos que han logrado tener discernimiento de estas verdades, siempre se los ha tratado de locos, de mentirosos y no se les ha creído; más a aquellos que dicen algo sin tener plena certeza de lo que dicen, sin haber logrado tener plena comprensión de las cosas de Dios, y que han inventado fabulas artificiosas en muchos casos, la gente no solo les ha creído, sino que les ha seguido y les ha ayudado, porque todo eso también está escrito. Me despido de usted que me sigue, por este medio, y que seguramente encuentra que lo que digo tiene algo de cordura, y si así no lo fuera, no tenga temor de hacérmelo saber. Su opinión de todas maneras en buena para nosotros. Que Dios le bendiga muy ricamente, es siempre nuestro deseo. Amén.
23 de julio de 2011
Siervo fiel
ESCRITURA
San Mateo 25:21 “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”
APLICACIÓN
¿Quiere saber cómo le iría si hoy ganara el premio mayor de la lotería, o si recibiera repentinamente una gran herencia? Se lo diré: Le irá exactamente como le ha ido hasta ahora con ese modesto sueldo que gana. Mire a su alrededor y observe a las personas que han pasado por la experiencia de recibir de repente una gran cantidad de dinero; a la mayoría les ha ido muy mal; porque, si cuando vivían humildemente no aprendieron a organizar sus gastos, no pudieron controlar sus deudas, les falto sabiduría para compartir lo poco que tenían; entonces cuando tienen mucho tampoco lo pueden hacer. Lo que hacemos cuando tenemos poco, es lo que haremos cuando tengamos abundantemente.
Si piensa que Dios le ha dado poco, en relación a su capacidad y esfuerzo; trate de hacer lo mejor que pueda con eso que es poco, pues quizá Dios este pensando ponerlo en algo muy grande, pero usted… ¿cómo le convencerá de que es merecedor de más? De hecho la entrada al reino de los cielos, es algo muy valioso, y usted… ¿Qué está haciendo para estar allá?
ACCIÓN
Cualquiera sea el campo en el que usted se desenvuelve; puede ser en el liderazgo, en la administración de bienes, en la enseñanza, en la alabanza, en la predicación, o en cualquier otro campo, usted ha sido dotado por Dios para desempeñar un papel importante y decoroso. Pida desde hoy en oración a Dios, el poder desarrollar sus potencialidades. Si eso que usted tiene es poco, no se preocupe, él le dará más.
12 de julio de 2011
Revelación Divina
ESCRITURA
San Lucas 10:21 “En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó”
APLICACIÓN
En 1943, Thomas Watson, que fue el presidente de IBM, dijo: ― Creo que, tal vez, puede haber un mercado mundial para unas cinco computadoras―. Y hablando de computadoras, cuando estas ya estaban funcionando, en 1977, Ken Olson, fundador y gerente general de Digital Equipment Company se preguntó: ― ¿Por qué razón alguien habría de querer una computadora en su hogar?―
El hombre va comprendiendo muy lentamente lo que pasa en el mundo, mientras más descubre y sabe, más se niega a aceptar aquello que Dios ha dicho que sucederá en el futuro; lo comprenderá y lo aceptará recién cuando lo viva, pero ya será muy tarde. ¡Oh, qué difícil es enseñar tus verdades Señor! Pues… ¿quién ha creído a nuestro mensaje? Y… ¿a quién le has revelado tu poder, Señor? (Is 53:1)
ACCIÓN
Los grandes misterios de Dios, están escondidos a la mente y al corazón de los que dicen ser sabios e inteligentes; pero son revelados a aquellos que son inocentes como niños. Deje a partir de hoy, toda esa su argumentación teórica y científica, y siga inocentemente a Jesús. Todo se tornará más claro y más seguro para usted. Amén
30 de junio de 2011
Señor ¿por qué nos diste el libre albedrío?
¿Qué es el libre albedrío? Dicho en pocas palabras, es la potestad que tiene el hombre de obrar por reflexión o por elección. Y, si nos adentramos un poco más en el concepto diremos que obrar o actuar por reflexión quiere decir que las personas pueden analizar las consecuencias de su actuar; pueden evaluar todo aquello que ocurre a su alrededor y decidir sus actos en base a tales circunstancias. Y actuar por elección, es tener la capacidad de elegir lo que podemos o debemos hacer y lo que no podemos o no debemos hacer; por lo tanto, para poder elegir, debe estar allí lo que podemos y debemos y lo que no podemos y no debemos hacer. Esto último, es la razón principal para que tengamos delante de nosotros lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo inocente y lo malicioso, lo bien intencionado y lo mal intencionado, etc. Es decir, si alguien se pregunta por qué Dios permite lo malo junto con lo bueno, lo pecaminoso, junto con lo santo, etc., entendamos de una vez que si no existieran las cosas malas, ¿cómo podríamos tener la posibilidad de elegir entre lo bueno y lo malo? El libre albedrío, entonces es la facultad que tiene el ser humano de elegir sus actos; él puede elegir hacer el bien, pero también puede elegir hacer el mal, y para hacer esa elección, tiene completa libertad. Eso puede parecerle a muchos un sistema riesgoso y muy comprometedor, y muchos son los que piensan que sería mejor que Dios no nos hubiera dado esa liberta o ese libre albedrío; sin embargo hay una razón fundamental y es la que trataremos de explicar mediante este artículo.
Empezaremos diciendo que Dios ha puesto en el hombre dos herramientas muy importantes para que éste pueda tener una ayuda o una guía al hacer su elección, y esas herramientas son: La voluntad, y la conciencia. La voluntad es una característica propia del hombre, y no está en los animales; y esto es así, porque el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gn 1:27), y como Dios tiene voluntad propia y toda la creación esta bajo su voluntad, así también Dios entregó al hombre esa facultad. Y la voluntad es la capacidad que mueve al hombre a hacer cosas intencionadas y controladas, haciendo posible que el hombre pueda llegar a hacer incluso aquello que sus semejantes no hacen; vale decir que si todos están haciendo lo malo, un hombre que hace uso de su voluntad, puede decidir hacer lo bueno; o también puede suceder al revés, si todos hacen el bien, él intencionalmente puede hacer el mal. Dios puso en el hombre la voluntad, porque sin ella, para el hombre sería imposible llevar a cabo sus objetivos o sus planes; sería imposible, dada la libertad que tiene, llegar a un buen entendimiento con sus semejantes; y como la vida para Dios es un objetivo o una meta, el hombre haciendo uso de su voluntad, puede elegir llegar a esa meta, que es el cielo, o puede elegir lo contrario. Así el llegar al cielo para vivir con Dios, es una elección dejada a voluntad del hombre.
Por otro lado, tenemos la conciencia, y esta es como un termómetro para el hombre, pues es la que le indica a cada ser humano, que es lo que está bien hacer, o que está mal. Estamos de acuerdo que sin la conciencia, el hombre puede hallarse completamente perdido, y probablemente no podría saber si lo que está haciendo está bien o está mal; pero al poner en nosotros la conciencia, Dios nos ayuda a saber, que es lo que a él le agrada y que es lo que le enerva, pues la conciencia es una especie de ley que Dios ha grabado en nuestros corazones.
Pero… ¿No habría sido mejor no tener esas herramientas, y no tener el libre albedrío? Al no tener voluntad y no tener conciencia, descendemos al nivel de los animales; ellos no tienen estas facultades, y podríamos decir que no pueden pecar o no pueden saber si lo están haciendo o no. Sé que hay muchos que prefieren una condición de esa naturaleza, a cargar con la responsabilidad de elegir, y al hacerlo, elegir el bien; o sea intencionalmente y a voluntad y haciendo uso de plena conciencia, elegir a Dios, a sus enseñanzas y su preceptos.
Dios desea tener comunión, con alguien que es como él, que tenga sentimientos afines, pues la relación que Dios quiere tener con el hombre es de AMOR, y el amor es fruto de la voluntad; podemos decidir amar a Dios, y podemos hacerlo intencionalmente, aún si nos sintiéramos lejanos o contrarios a él, podemos, haciendo uso de nuestra voluntad, cambiar el rumbo de nuestra relación con Dios; así como alguien puede decidir amar a su enemigo, así, aun que fuéramos enemigos de Dios, podemos decidir amarle y servirle, él lo hizo de esa manera. Nosotros hemos sido pecadores y contrarios a él y él lo sabía muy bien; pero aún siendo malos él decidió amarnos, él decidió descender a este mundo y convivir con nosotros, y lo hizo sabiendo que nosotros lo rechazaríamos, sabiendo que lo crucificaríamos; él tomo la iniciativa y eligió amarnos, y como dicen las escrituras ‘él nos amó primero’ y lo hizo voluntariamente (1Jn 4:19); y después de haberlo hecho espera que nosotros también podamos tomar una decisión de esa naturaleza. No tendríamos otra oportunidad mejor de demostrarle que le amamos, si es que no estuviera todo el mundo y sus deleites delante de nosotros; tenemos todo lo que nos gusta, todo lo que nos atrae, todo lo que satisface a nuestro cuerpo, y nuestra conciencia nos indica que no todo aquello precisamente agrada a Dios, y también nos indica qué es lo que él espera de nosotros; y teniendo esto presente, nosotros podemos tomar una decisión, podemos decidir amar a Dios, podemos elegir escuchar sus consejos, podemos decidir seguir sus pasos, y podemos hacerlo voluntariamente; a pesar de que ello nos puede traer incomodidades, burlas, privaciones y hasta sufrimiento, tal como él lo hizo con nosotros; pero también por supuesto, podemos elegir rechazarle, y esto también es voluntario, tal como lo hicimos una vez en el Gólgota. Entonces lejos de ser el libre albedrío una especie de maldición, como muchos tienden a pensar; diremos que ella es nuestra única y gran oportunidad para demostrarle a Dios que le amamos, y que queremos estar con él, a pesar de que hay cosas que nos gustan y atraen, pero las desechamos voluntariamente, por amor a él. Para poder elegir, debemos tener más de una opción, o sea podemos elegir a Dios o al enemigo de Dios, y podemos hacerlo haciendo uso de nuestra plena libertad, pues Dios nos ha hecho seres completamente libres o sea dotados de ‘Libre albedrío’, y así él puede tener plena certeza de que le amamos o de que le rechazamos; y si le amamos, ese amor se refleja en nuestras conciencias, dándonos mediante el Espíritu, el fruto de la paz en nuestros corazones.
Espero haber contribuido al entendimiento del porqué Dios nos dio el ‘Libre albedrío’, y que lejos de desanimarle el saber que usted tiene esta libertad, usted se sienta muy contento de saber que: El poder demostrarle a Dios que usted le ama, es precisamente haber dejado ese tipo de vida que tanto le gustaba; es haber decidido seguir el evangelio de Cristo, a pesar de que eso le puede traer dificultades y estrecheces en este mundo; es haber dejado de lado a sus amigos con los que tanto se divertía, y elegir estar con personas que se congregan en una iglesia para estudiar la palabra de Dios; es haber dejado ese ‘hobby’ que usted tanto disfrutaba, para ahora disponer de un tiempo para ir y predicar a Cristo, inclusive sabiendo que muchos ni siquiera le escucharán; pero todo, todo lo ha hecho por que usted ha decidido seguir a Jesús, y reconocerle como su Señor y Salvador. Tenga usted muy en claro que Jesús sabe muy bien, cuánto pesa todo aquello que ha dejado por amor a él, y bajo esa seguridad usted puede hoy descansar tranquilo, sabiendo que Jesús se lo reconocerá todo y con creces en el día final. Alce sus manos al cielo por tan inefable oportunidad que Dios le ha dado para poder demostrar que prefiere dejar todo, para estar con él, porque le ama. ¡Aleluya!
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