Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











25 de septiembre de 2010

LA VIDA DE NEE TO-SHENG


Watchman Nee
Autor: Angus I. Kinnear
Según el autor, Nee To-sheng fue el tercer hijo de Nee Weng-hsiu (padre) y Lin Huo-ping (madre), le antecedían dos mujeres; y según nos cuenta, To-sheng nació tal vez como respuesta a las oraciones de su madre. En la cultura China, como también se ha visto en otras culturas, se valoraba mucho más a los hijos que a las hijas, a tal grado que se consideraba una afrenta para las mujeres el darle hijas a sus maridos, es por eso que Huo-ping oraba y pedía un varón, con la promesa de dedicarlo a Dios todos los días de su vida. Y hablando de similitudes en las culturas, también los chinos acostumbraban ponerles nombres significativos a los niños, así era en la antigüedad también en otras culturas, así se puede notar en los escritos bíblicos, y así podemos ver que sucede también hoy; incluso en nuestra propia cultura, claro que hoy el significado de muchos nombres va dedicado a algunos hombres del mundo del arte o del espectáculo, pero en la antigüedad representaba mas el deseo de los padres o algún hecho característico de su vida. Lo peculiar, es que los chinos, muchas veces les cambian el nombre a sus hijos, si el deseo o las circunstancias así lo piden, haciéndose esto a veces más de una vez. Así To-sheng, primero se llamó Shu-tsu, que significa: ‘aquél que proclama los méritos de sus antepasados’; después se llamó Ching-fu, ‘uno que advierte o que exhorta’; tomando al final recién el nombre de To-sheng, que quiere decir ‘nota o sonido de batintín que se escucha de lejos’, recordando a los serenos que cuidaban las calles haciendo sonar el batintín, para asegurarles a los habitantes que dormían, que todo estaba bien y que ellos estaban haciendo su trabajo; en Inglés, fue llamado por la gente de occidente ‘watchman’ o el vigía, que tiene mucho que ver con su último nombre, acompañado de su apellido ‘Nee’; pues, en la sociedad china el apellido va primero.
Aunque los padres de Nee To-sheng, eran cristianos, ninguno de los dos mostraba fidelidad ejemplar para el joven, pero un día su madre, al escuchar a una predicadora llamada Yu Tsi-tu, fue movida a arrepentimiento por la vida liviana que llevaba, esta conversión influyó también en su hijo, que al final entrego completamente su vida a Cristo, poniéndose a estudiar la Biblia de manera muy profunda y sostenida. También fue descubriendo de a poco su habilidad para exponer los más profundos temas bíblicos, en palabras sencillas que la gente apreciaba mucho, y aunque era muy joven, pues empezó alrededor de los dieciocho años; con el paso del tiempo fue ganado liderazgo entre los predicadores tanto de origen chino como los misioneros de occidente. Había una disposición de los corazones chinos a oír y aceptar la palabra de Dios, gracias al trabajo que Hudson Taylor había iniciado, hacía unos cincuenta años atrás, con ‘La misión al interior de China’; obra que continuaba y a la que To-sheng se adhería fácilmente pues tenía, los mismos pensamientos en cuanto a diseminar el evangelio por todo el país, y bajo el mismo concepto de sostenimiento de la obra. Nee To-sheng, se hizo muy conocido no solo en su país, sino también fuera de él, gracias a que tuvo siempre buena disposición a escuchar y aprender de los misioneros, europeos así como también de los norteamericanos, países que también tuvo la oportunidad de visitar, donde fue escuchado y apreciado por su gran entrega, aunque no siempre bien ponderado, por algunos que guardaban otros puntos de vista. Gracias a su dominio del inglés, también leyó, a varios autores de occidente, de quienes aprendió muchas cosas que siempre valoró y usó en su vida de predicador y conferencista. Aunque Nee To-sheng, solo escribió un libro que tenía cuatro tomos, ‘El hombre espiritual’, hay muchos textos que llevan su nombre o su autoría, pero estos solo son la recopilación de sus enseñanzas, predicaciones y conferencias.
Nee To-sheng no solo tuvo que enfrentar oposición de parte de algunos predicadores contemporáneos, con los que nunca estuvo de acuerdo, ya sea por la manera de enfrentar la obra o por su manera sencilla de vivir, dependiente solo de Dios; sino que también tuvo que enfrentar al sistema político imperante en la China de sus días. A partir de la instauración de la revolución comunista de Mao Tse-tung, la iglesia cristiana de China, empezó a sufrir una severa restricción para sus actividades, y también una horrible persecución de sus líderes, entre los cuales estuvo en primer orden To-sheng. La injerencia de la política de Mao en la iglesia de Cristo, fue lapidaria, pues la mayoría que no estuvo dispuesta a enfrentarse férreamente al sistema, optó por denunciar a sus hermanos y a enrolarse a la iglesia que imponía el sistema, que si bien tenía aún el nombre de iglesia cristiana, en realidad había sucumbido a las enseñanzas y doctrinas del partido comunista, y era utilizada solo como una pantalla, para tratar de manejar a aquellos que se decían cristianos, y ponerlos a trabajar a favor de la revolución. En abril de 1952, Nee To-sheng, fue encarcelado y sometido a duro tratamiento, tendiente a hacerlo cambiar de actitud, ya que el partido comunista tenía muy en claro que él era un hombre muy influyente dentro del ambiente cristiano, y bien podría servir al sistema para vencer completamente a ese sector, que aunque era escaso; aun se resistía a doblegarse completamente al servicio de la revolución China. Muchos seguían siendo cristianos secretamente, otros gracias a la férrea conducta de fe, y defensa de la verdad que tenía To-sheng en la cárcel, eran animados a seguir sus pasos y el fermento de iglesia, que tanto odiaban los comunistas amenazaba con reactivarse, por lo que a ellos les interesaba mucho que Nee To-sheng, sea doblegado completamente. Fue sentenciado, inicialmente a 15 años de prisión, aunque en realidad tuvo que cumplir 20; los cargos fueron ridículamente atribuidos, pues se lo acusó de: Intriga, espionaje imperialista, actividades contrarrevolucionarias hostiles a la política del gobierno, irregularidades financieras, vida libertina, y mucho mas, a tal grado que se llenaron alrededor de 2300 páginas de acusaciones.
En 1934, Nee To-sheng se unió en matrimonio con Chang Pin-huei, una niña con quien jugaba en su infancia, y que ahora estaba convertida en toda una mujer, profesional y buena cristiana, quien fue su compañera, aún en los tiempos de tribulación, pues también estuvo presa y luego que salió de la cárcel, sufrió un accidente casero que la llevo hasta el hospital, donde perdió la vida, sin volver a ver a su amado esposo libre. Pin-huei, solo concibió una vez, pero por la vida sacrificada que llevaban, sufrió la pérdida de su bebé antes de nacer, y no volvió a concebir más. Aunque To-sheng, había estado enfermo de tuberculosis, en su juventud, Dios obro un milagro en él y lo sanó, pues sus médicos le habían dado solo un par de meses de vida, por su avanzada enfermedad; sin embargo al final sufrió de problemas cardiacos, los que le acompañaron varios años en su etapa de cárcel. Ya al final de su vida, luego de ser puesto en libertad, en la soledad de su vejez, partió a la presencia del Señor el 1 de Junio de 1972. Nunca se ha podido establecer la razón de su muerte, puede haber sido resultado del duro trato carcelario, o quizá la soledad y tristeza, la intensificación de su enfermedad, o quizá una combinación de todas ellas.
Nee To-sheng, por la forma en que vivió y predicó, y muy especialmente por la forma en que afrontó sus días de presidio, ha influenciado muchísimo, no solo en los cristianos chinos, sino que viene a ser un baluarte del mundo cristiano hasta nuestros días. Sus escritos y sus enseñanzas reunidas como libros han sido, y son muy solicitadas por cualquiera que desee profundizar en el conocimiento de las grandes verdades bíblicas; pues él les ha sabido imprimir un sello especial y propio, ayudando a muchos a entender esas verdades, que son expuestas con palabras sencillas y a la vez profundas.
Esta recopilación biográfica que ha hecho el autor A. I. kinnear, es excelente, y según él, lleva el esfuerzo de haber investigado en la verdad, junto a aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo y escucharlo. Aunque Kinnear, confieza que él lo ha conocido poco, sí se ha tomado el trabajo en serio, y el resultado es un libro muy interesante, que despeja toda clase de dudas y noticias sensacionalistas, que hubo a cerca de Watchman Nee, como generalmente se lo conoce en el ambiente cristiano de occidente.
Es este, desde luego, un libro muy útil para todo aquel que desea conocer más de cerca a este gran apóstol de la fe de los tiempos modernos; que vivió y trabajo en un país, donde siempre ha sido difícil promover el cristianismo. Cuanto bien nos hace conocer esa férrea voluntad que tuvo este hombre, y cómo pasó sus días por este mundo. Para aquellos que a veces nos sentimos deprimidos, vencidos por los problemas, o abandonados de la mano de Dios; es muy bueno saber que las dificultades y tribulaciones que vivió Watchman Nee, fueron mucho más dolorosas y largas; entonces es cuando la historia de este hombre se convierte para nosotros en una voz de aliento, y en una gran bendición. Si tienen la oportunidad de leer este libro, de seguro que les será de mucho provecho. Bendiciones.

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