Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











29 de octubre de 2010

Un periodo interdispensacional (continuación...)

Aquí va hermanos la continuación de lo que estuvieron leyendo la semana pasada.

Pero volviendo a los primeros tres años y medio del tiempo de la tribulación, diremos que el Anticristo en este periodo se hará del poder de una manera sorprendente, que lejos de parecer una usurpación de poderes, parecerá una hábil e inteligente maniobra a favor de todo el mundo; y cualquiera que ose impedírselo, quedará desprestigiado, humillado y anulado; incluso a aquellos que de parte de Dios, intenten mostrar esta verdad, él los aplastará con razones que parecerán mucho más poderosas y objetivas. Luego como ya hemos dicho hará un pacto con los judíos liberales y con otros líderes importantes del mundo, para que todos estén en paz; todos pensarán que al fin se alejaron los rumores de guerras, y la economía del mundo tendrá un gran repunte. Pero a mitad de la semana, o sea hacia los tres años y medio, habrá un gran cambio de actitud como ya vimos; revisemos otro pasaje, donde se destaca lo siguiente: “Y le sucederá (al sistema de gobierno imperante esos días) en su lugar un hombre despreciable, al cual no darán la honra del reino (pues no precisamente todos estarán de acuerdo con él); pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos (y esas sus palabras melosas calmaran los ánimos contrarios). Las fuerzas enemigas (u opositoras a su gobierno) serán barridas delante de él como con inundación de aguas (o sea, de repente ya no existirán); serán del todo destruidos (o anulados todos los opositores), junto con el príncipe del pacto (esto es, los seguidores de Cristo, pues aquí, Jesús es mencionado en representación de ellos; y si hay algo que realmente molesta al Anticristo, es que haya una idea en la mente de algunas personas, de que muy pronto vendrá desde los cielos un salvador. Esta es la noticia que él quiere hacer desaparecer del mundo). Y después del pacto (que realizarán los líderes mundiales) con él, engañará y subirá (o ascenderá en fama y poder), y saldrá vencedor con poca gente. Estando la provincia (o tierra de Palestina) en paz y en abundancia, entrará y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus padres (pues nadie antes que él, habrá actuado así de traicioneramente); botín, despojos y riquezas repartirá a sus soldados, y contra las fortalezas (o países poderosos) formará sus designios (o dicho de otra manera, alcanzará sus objetivos tal como lo había planificado); y esto por un tiempo (pues como ya sabemos, luego vendrá su fin)” (Dn 11:21-24).
He aquí otro aspecto de la situación que se vivirá en esos días, en la tierra de Israel; los judíos en esos primeros años de paz y prosperidad, se sentirán muy seguros y se embarcarán en un ‘aliyá’ sin precedentes; que no es más que el retorno masivo de ellos de todas partes del mundo, a la tierra prometida. En nuestros días ya hay un incipiente aliyá; pero con la paz y seguridad que habrá en ese tiempo, los judíos ricos de todo el mundo (porque hay algunos de ellos que son realmente ricos, y manejan de alguna manera las economías del mundo) emprenderán su viaje de regreso hacia Palestina, y allí se instalarán con sus industrias y negocios; pues como sabemos, Israel es un país moderno, y de gran capacidad económica, y en aquel tiempo esto será mucho más notorio. El panorama que acabamos de describir, hará que al Anticristo le vengan pensamientos de apropiarse de toda esa riqueza, para aumentar su poder y dominio, para poder comprar las armas más poderosas y así asegurarse de ser victorioso en la guerra final que es llamada la guerra de Armagedón, donde él pensará hacer desaparecer a Israel, y a toda idea de ‘un Dios Todopoderoso, que vendrá desde los cielos’ a pedirle cuentas; el profeta Ezequiel, escribió hace muchos siglos a cerca de esta situación y dijo: “Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día (oh Anticristo) subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente (pues los judíos de esos días, sí que estarán confiados); todas ellas habitan sin muros (léase fortificaciones), y no tienen cerrojos ni puertas (entiéndase, sistemas estrictos de control); (iré allí) para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas (ahora por muchos judíos), y sobre el pueblo recogido de entre las naciones (porque la mayoría se habrá recogido allí, desde otras naciones del mundo), que se hace de ganado y posesiones (así se expresaba la riqueza en los días de Ezequiel), que mora en la parte central de la tierra (o sea en tierra de Israel)” (Ez 38:10-12).
El profeta Daniel, también tiene mucho que decirnos a cerca de este plan de invasión, y a cerca de su interés en las riquezas, dice Daniel: “Del Dios de sus padres no hará caso (este dios de sus padres o antepasados, debe referirse al ideal que tenían los antepasados de él, de cómo conseguir un gobierno mundial, vale decir la democracia, la política, la diplomacia, etc.), ni del amor de las mujeres (esto debe referirse a otro tipo de pensamientos, como gobernar con amor, equidad, consideración, etc.); ni respetará a dios alguno (quiere decir, alguna otra forma de gobernar el mundo; pues cuando se habla aquí de ‘un dios’, no se está hablando precisamente de una deidad, sino a alguna forma de conseguir gobernar el mundo), porque sobre todo se engrandecerá. Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas (vale decir al sistema de las guerras, la opresión, la intriga y la traición), dios que sus padres no conocieron (pues nunca antes se practico tales cosas a ese nivel); lo honrará (al dios de la guerra) con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio (pues todo el equipamiento bélico cuesta mucho dinero, y él no escatimará en nada para conseguir sus objetivos). Con un dios ajeno (o con ese dios, el de la guerra) se hará de las fortalezas más inexpugnables (entiéndase: conquistará a los países más poderosos, y dominará a los ejércitos mejor preparados), y colmará de honores a los que le reconozcan (como nuevo y único gobernante del mundo), y por precio repartirá la tierra (pues les pagará muy bien a los que estén luchando de su parte, y les asignará territorios para que los administren)” (Dn 11:37-39).
Por lo tanto la invasión hacia Israel será inevitable; por eso Jesús les advirtió a todos aquellos que estén en Judea, que huyan a los montes, pues en aquellos días y dada la situación de persecución, muchos se convertirán al cristianismo, y de esos muchos, algunos serán gentiles y otros judíos. Pero todo lo que haga el pueblo cristiano, será inútil, pues él será muy arrogante y poderoso; se dice de él: “Y el rey hará su voluntad (porque el Anticristo será reconocido como rey o gobernante mundial), y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios (entiéndase que se impondrá sobre toda religión); y contra el Dios de los dioses (es decir contra Jehová) hablará maravillas (o dicho de otra manera, hablará cosas horribles que dejarán a muchos con la boca abierta), y prosperará (llegando a realizar todos sus propósitos), hasta que sea consumada la ira (pues al final de la tribulación de siete años, vendrá Jesús para aniquilarlo); porque lo determinado (por Dios) se cumplirá” (Dn 11:36).
Jesús mismo, hablo también de estas cosas y del tiempo de su segunda venida, cuando los discípulos le preguntaron: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu (segunda) venida, y del fin del siglo (o dispensación)? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán (porque en aquellos días los cristianos serán perseguidos y se ocultarán del Anticristo, y a fin de que salgan de sus escondites, ellos correrán el rumor de que Cristo ha aparecido en tal o cual lugar). Y oiréis de guerras y rumores de guerras (pues a la mitad de la tribulación, el Anticristo comenzará abiertamente a tratar de aniquilar a todo aquel que se le oponga, y pretenderá establecer su base de gobierno mundial en Jerusalén, a donde se dirigirá con sus tropas para tomarla); mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino (pues algunos países seguramente tratarán de mantener la cordura, y no estarán tan dispuestos a seguir al Anticristo); y habrá pestes (probablemente producidas por el uso de armas químicas y biológicas), y hambres (porque todos estarán dedicados a la guerra, y por lo tanto abandonarán las cosechas), y terremotos en diferentes lugares (pues en ese tiempo el cambio climático y los fenómenos naturales serán mucho más pronunciados que hoy). Y todo esto será principio de dolores (porque las cosas irán cada vez de mal en peor). Entonces (a ustedes los creyentes) os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre (pues la mayoría apoyará al Anticristo y a sus propósitos, y odiará a los seguidores de Jesús). Muchos tropezarán entonces (o se desanimarán y por temor al martirio seguirán al enemigo), y se entregarán unos a otros (a las fuerzas del Anticristo), y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, (y harán grandes señales y prodigios) y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin (de la tribulación), éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones (para que cuando venga Jesús, nadie tenga excusas de que no oyó el mensaje de salvación); y entonces vendrá el fin (de la gran tribulación). Por tanto, cuando veáis en el lugar santo (entiéndase en el templo de Jerusalén) la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (quien dijo que el Anticristo pretenderá ser adorado en el templo de Jerusalén como un dios Dn 11:31 y 2Tes 2:4) (el que lee, entienda), entonces los (creyentes) que estén en Judea, huyan a los montes (porque la persecución será terrible). El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa (no se interesen en las cosas materiales, pues finalmente todo será destruido y vosotros los salvos no necesitaréis nada más que confiar en mí). Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! (recuerden que él no hará caso del amor de las mujeres, será como en los días que predijo Oseas y que sucedió varias veces en Israel, cuando las mujeres en cinta fueron abiertas y los niños estrellados contra las paredes Os 13:16). Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno (porque los inviernos de esos días serán los más crudos de toda la historia) ni en día de reposo; porque habrá entonces gran tribulación (y sufrimiento), cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados (pues por eso solo serán tres años y medio), nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios (porque estarán al servicio del Anticristo, quien tendrá el poder de Satanás para hacer señales Ap 13:2, Ap 13:12-13, Dn 8:24), de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis (de vuestros escondites); o mirad, está en los aposentos (del templo), no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre (o sea todo el mundo se dará cuenta de su venida, porque todo ojo le podrá ver (Ap 1:7) empleando para ello con seguridad los más modernos sistemas de comunicación que haya). Porque (así como) dondequiera que estuviere el cuerpo muerto (de un animal), allí se juntarán las águilas (a comer la carroña; así también, cuando aparezca Jesús en las nubes, todo el mundo se alborotará, y no quedará nadie indiferente, y Jerusalén será el centro de la atención del mundo).
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas (tal como lo dice el apóstol Juan en el libro de Apocalipsis 8:6-13). Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo (Ap 1:7); y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra (Ap 6:15-17), y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (Mt 24:3-30)
Jesús no aparecerá en un lugar secreto, esto ya casi todo el mundo lo sabe; y la Biblia asegura que descenderá en Jerusalén, porque hacia allí se dirigirán también los ejércitos del Anticristo como hemos visto, y como acabamos de leer ‘allí se juntarán las aguilas’; analicemos algunos pasajes al respecto: “Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén (o más bien dicho, las naciones rebeldes se reunirán en aquel lugar para combatir contra los judíos y gentiles creyentes del tiempo de la tribulación y contra Jesús); y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Después saldrá Jehová (que también es Jesús) y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día (cuando descienda a la vista de todos) sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente (y aquí hay que tomar en cuenta la Jerusalén de los días del profeta Zacarías, donde el monte de los Olivos, estaba fuera de la ciudad); y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur (esta transformación de la geografía de Jerusalén producirá un gran terremoto, que lo mencionaremos mas adelante). Y huiréis al valle de los montes (o sea al valle que se formará), porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y (así) vendrá (ese día) Jehová mi Dios, y con él todos los santos (que fueron rescatados del mundo en el día del arrebatamiento)” (Zac 14:2-5).
A cerca de ese terremoto causado por el contacto de Jesús con la tierra y el fin de la tribulación, el profeta Ezequiel escribió: “Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel; que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra (porque el terremoto afectará a toda la tierra), temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. Y en todos mis montes llamaré contra él (es decir contra el Anticristo) la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano (porque ellos se confundirán y tendrán malos entendidos, y pelearan unos contra otros). Y yo litigaré contra él (Anticristo) con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él (Anticristo y sus seguidores), sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre. Y seré engrandecido y santificado (entre mis seguidores), y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy (el Cristo y) Jehová” (Ez 38:19-23)
Los fenómenos celestiales que se suscitarán con la venida de Jesús, serán hechos sin precedentes, y los hombres temblaran de miedo por estas cosas, el apóstol Juan dice: “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto (este es el mismo terremoto del que habló el profeta Ezequiel); y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre (seguramente esto sucederá por la atmosfera contaminada de humo, el polvo y las cenizas de los eventos celestiales); y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra (será una lluvia de meteoritos que nunca antes se había visto), como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla (porque nada se verá si se mira hacia arriba porque todo estará tapado con humo y polvo); y todo monte y toda isla se removió de su lugar (por causa del terremoto, tal como lo dijo Ezequiel). Y los reyes de la tierra, y los grandes (líderes), los ricos, los capitanes (de los ejércitos enemigos), los poderosos, y todo siervo y todo libre (que no creyeron en Jesús), se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira (en su segunda venida) ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” (Ap 6:12-17).
Aunque en muchos pasajes Jesús dice: ‘Yo los mataré, o los aniquilaré’; eso no es precisamente así, solo es una forma de expresar que finalmente se hará tal como Jesús lo dijo; pero todo será obra del mismo Anticristo y de sus seguidores, quienes en el desarrollo de sus planes tendrán malos entendidos, se confundirán y se matarán unos a otros, y como emplearán seguramente armas poderosas, habrá un gran aniquilamiento, y el resto morirá por las enfermedades causadas por el uso de armas químicas y por la acción de los fenómenos celestiales; mas, en la intimidad de cada ser humano rebelde de esos días y porque no decirlo de todos los tiempos, estará la plena certeza de que tuvieron oportunidad de seguir a Jesús y no lo hicieron, tendrán la certeza de que la Biblia era la herramienta adecuada para alcanzar la salvación, pero la rechazaron. A la Biblia siempre se le ha asignado la figura de una espada, pues es con ella que el cristiano se encuentra seguro, es con ella que se defiende de todo ataque del enemigo, entonces la Biblia es una espada que sale de la boca de Dios; y hay un pasaje que nos habla de cómo, esa espada será la que finalmente aniquile las esperanzas de todo incrédulo en el día de la venida de Jesús. El pasaje también cuenta cómo terminará la tribulación: “Y vi a la bestia (que también se la llama el Anticristo), a los reyes de la tierra (a todos los grandes líderes y gobernantes) y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo (blanco al final de la tribulación, o sea Cristo Jesús), y contra su ejército (que es prácticamente un reducido números de cristianos indefensos). Y la bestia fue apresada (por Jesús), y con ella (su ayudante de carácter religioso) el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia (o sea a los incrédulos), y (que) habían adorado su imagen. Estos dos (el Anticristo y el falso profeta) fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre (donde tendrán que aullar de dolor por toda la eternidad). Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo (Aunque ellos se matarán unos a otros físicamente, más será la verdad bíblica, la que los matará espiritualmente o dicho de otra manera, quitará a los incrédulos para siempre la posibilidad de entrar al reino celestial), y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos” (Ap 19:19-21).
Toda esa muchedumbre de gente muerta constituirá, según la Biblia una verdadera contaminación, a tal grado que se tendrá que contratar a gente para que los entierren, y también como dice el pasaje que recién leímos, la fieras del campo, se encargarán de comérselas; el profeta Ezequiel, cuenta esta escena así: “En aquel tiempo yo daré a Gog (que también se llama Anticristo, y aunque aquí en realidad se está mencionando a los seguidores de Gog, no a él mismo; pues como sabemos éste será echado vivo en el lago de fuego) lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog. Y la casa de Israel (pues los cristianos de esos días, serán principalmente Judíos) los estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra. Los enterrará todo el pueblo de la tierra (porque muchos salvos, también acudirán de todas partes a ayudar a limpiar el escenario del Armagedón); y será para ellos (para mis seguidores, que son los únicos que quedaron vivos) célebre el día en que yo sea glorificado, dice Jehová el Señor. Y tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que viajen (pues como todo será destruido, habrá muy pocas formas de movilizarse), para enterrar a los que queden (tendidos) sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla (ya que no solo morirán los que se juntaron en la zona de Jerusalén, sino que morirán en aquel día, los incrédulos de todo el mundo); (y) al cabo de siete meses harán el reconocimiento (para ver como quedó la tierra). Y pasarán los que irán por el país, y el que vea los huesos de algún hombre (muerto) pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog. Y también el nombre de la ciudad será Hamona; y (así) limpiarán la tierra (El Señor de todo cadáver y de todo vestigio de muerte). Y tú, (Ezequiel) hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reuníos (en el día de la matanza de Armagedón) de todas partes (del mundo) a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre. Comeréis carne de (hombres) fuertes, y beberéis sangre de príncipes (y gobernantes) de la tierra; (como si fueran sacrificios) de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados todos en (las buenas tierras de) Basán. Comeréis grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros sacrifiqué. Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de guerra (que se unieron al Anticristo), dice Jehová el Señor.” (Ez 39:11-20)
Así terminará esta época tan trágica para este mundo; pero como podemos ver, todo esto es inevitable, pues todo ya está escrito. Y estas cosas no sucederán por la razón de que Dios las escribió, sino que más bien, Dios las escribió porque sabía desde un principio que serían así; él en su omnipresencia y en su omnisciencia, ya supo la forma como nos comportaríamos nosotros los seres humanos y como terminaría todo. El es Dios y no hay nadie más fuera de él, que pueda decirnos el futuro con tanta antelación y con tanta precisión; por lo tanto, no hay forma de que podamos hacer algo para cambiar el futuro de este mundo; allá aquellos que nos hablan de salvar al planeta, de revertir los daños ecológicos y de anular el calentamiento global, aquellos que sueñan con una era de paz y prosperidad, o aquellos que piensan refugiarse de todo desastre en algún planeta lejano, etc., etc. Solo nos queda arrepentirnos y convertirnos a Dios con todo nuestro corazón y con toda nuestra mente; para así, un día también estar con él, y no terminar enterrados allí en el valle de Hamón-gog, que viene a ser la figura y la antesala del mismo infierno, del que estaremos hablando en la próxima dispensación, pues no se imagine que todo termina aquí. Y, como después que sucedan todas estas cosas de las que hemos estado hablando, ya no quedará ningún incrédulo en el mundo, podemos decir que todo ya está listo para empezar esa nueva etapa o dispensación; queda usted invitado a leer a cerca de esta era, y a emitir su opinión y sus comentarios, próximamente. Que las bendiciones de Dios, caigan sobre su vida y sobre los suyos, Amén.

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