Hebreos 1:1-2

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quién constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.











29 de octubre de 2010

Un periodo interdispensacional (continuación...)

Aquí va hermanos la continuación de lo que estuvieron leyendo la semana pasada.

Pero volviendo a los primeros tres años y medio del tiempo de la tribulación, diremos que el Anticristo en este periodo se hará del poder de una manera sorprendente, que lejos de parecer una usurpación de poderes, parecerá una hábil e inteligente maniobra a favor de todo el mundo; y cualquiera que ose impedírselo, quedará desprestigiado, humillado y anulado; incluso a aquellos que de parte de Dios, intenten mostrar esta verdad, él los aplastará con razones que parecerán mucho más poderosas y objetivas. Luego como ya hemos dicho hará un pacto con los judíos liberales y con otros líderes importantes del mundo, para que todos estén en paz; todos pensarán que al fin se alejaron los rumores de guerras, y la economía del mundo tendrá un gran repunte. Pero a mitad de la semana, o sea hacia los tres años y medio, habrá un gran cambio de actitud como ya vimos; revisemos otro pasaje, donde se destaca lo siguiente: “Y le sucederá (al sistema de gobierno imperante esos días) en su lugar un hombre despreciable, al cual no darán la honra del reino (pues no precisamente todos estarán de acuerdo con él); pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos (y esas sus palabras melosas calmaran los ánimos contrarios). Las fuerzas enemigas (u opositoras a su gobierno) serán barridas delante de él como con inundación de aguas (o sea, de repente ya no existirán); serán del todo destruidos (o anulados todos los opositores), junto con el príncipe del pacto (esto es, los seguidores de Cristo, pues aquí, Jesús es mencionado en representación de ellos; y si hay algo que realmente molesta al Anticristo, es que haya una idea en la mente de algunas personas, de que muy pronto vendrá desde los cielos un salvador. Esta es la noticia que él quiere hacer desaparecer del mundo). Y después del pacto (que realizarán los líderes mundiales) con él, engañará y subirá (o ascenderá en fama y poder), y saldrá vencedor con poca gente. Estando la provincia (o tierra de Palestina) en paz y en abundancia, entrará y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus padres (pues nadie antes que él, habrá actuado así de traicioneramente); botín, despojos y riquezas repartirá a sus soldados, y contra las fortalezas (o países poderosos) formará sus designios (o dicho de otra manera, alcanzará sus objetivos tal como lo había planificado); y esto por un tiempo (pues como ya sabemos, luego vendrá su fin)” (Dn 11:21-24).
He aquí otro aspecto de la situación que se vivirá en esos días, en la tierra de Israel; los judíos en esos primeros años de paz y prosperidad, se sentirán muy seguros y se embarcarán en un ‘aliyá’ sin precedentes; que no es más que el retorno masivo de ellos de todas partes del mundo, a la tierra prometida. En nuestros días ya hay un incipiente aliyá; pero con la paz y seguridad que habrá en ese tiempo, los judíos ricos de todo el mundo (porque hay algunos de ellos que son realmente ricos, y manejan de alguna manera las economías del mundo) emprenderán su viaje de regreso hacia Palestina, y allí se instalarán con sus industrias y negocios; pues como sabemos, Israel es un país moderno, y de gran capacidad económica, y en aquel tiempo esto será mucho más notorio. El panorama que acabamos de describir, hará que al Anticristo le vengan pensamientos de apropiarse de toda esa riqueza, para aumentar su poder y dominio, para poder comprar las armas más poderosas y así asegurarse de ser victorioso en la guerra final que es llamada la guerra de Armagedón, donde él pensará hacer desaparecer a Israel, y a toda idea de ‘un Dios Todopoderoso, que vendrá desde los cielos’ a pedirle cuentas; el profeta Ezequiel, escribió hace muchos siglos a cerca de esta situación y dijo: “Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día (oh Anticristo) subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente (pues los judíos de esos días, sí que estarán confiados); todas ellas habitan sin muros (léase fortificaciones), y no tienen cerrojos ni puertas (entiéndase, sistemas estrictos de control); (iré allí) para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas (ahora por muchos judíos), y sobre el pueblo recogido de entre las naciones (porque la mayoría se habrá recogido allí, desde otras naciones del mundo), que se hace de ganado y posesiones (así se expresaba la riqueza en los días de Ezequiel), que mora en la parte central de la tierra (o sea en tierra de Israel)” (Ez 38:10-12).
El profeta Daniel, también tiene mucho que decirnos a cerca de este plan de invasión, y a cerca de su interés en las riquezas, dice Daniel: “Del Dios de sus padres no hará caso (este dios de sus padres o antepasados, debe referirse al ideal que tenían los antepasados de él, de cómo conseguir un gobierno mundial, vale decir la democracia, la política, la diplomacia, etc.), ni del amor de las mujeres (esto debe referirse a otro tipo de pensamientos, como gobernar con amor, equidad, consideración, etc.); ni respetará a dios alguno (quiere decir, alguna otra forma de gobernar el mundo; pues cuando se habla aquí de ‘un dios’, no se está hablando precisamente de una deidad, sino a alguna forma de conseguir gobernar el mundo), porque sobre todo se engrandecerá. Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas (vale decir al sistema de las guerras, la opresión, la intriga y la traición), dios que sus padres no conocieron (pues nunca antes se practico tales cosas a ese nivel); lo honrará (al dios de la guerra) con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio (pues todo el equipamiento bélico cuesta mucho dinero, y él no escatimará en nada para conseguir sus objetivos). Con un dios ajeno (o con ese dios, el de la guerra) se hará de las fortalezas más inexpugnables (entiéndase: conquistará a los países más poderosos, y dominará a los ejércitos mejor preparados), y colmará de honores a los que le reconozcan (como nuevo y único gobernante del mundo), y por precio repartirá la tierra (pues les pagará muy bien a los que estén luchando de su parte, y les asignará territorios para que los administren)” (Dn 11:37-39).
Por lo tanto la invasión hacia Israel será inevitable; por eso Jesús les advirtió a todos aquellos que estén en Judea, que huyan a los montes, pues en aquellos días y dada la situación de persecución, muchos se convertirán al cristianismo, y de esos muchos, algunos serán gentiles y otros judíos. Pero todo lo que haga el pueblo cristiano, será inútil, pues él será muy arrogante y poderoso; se dice de él: “Y el rey hará su voluntad (porque el Anticristo será reconocido como rey o gobernante mundial), y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios (entiéndase que se impondrá sobre toda religión); y contra el Dios de los dioses (es decir contra Jehová) hablará maravillas (o dicho de otra manera, hablará cosas horribles que dejarán a muchos con la boca abierta), y prosperará (llegando a realizar todos sus propósitos), hasta que sea consumada la ira (pues al final de la tribulación de siete años, vendrá Jesús para aniquilarlo); porque lo determinado (por Dios) se cumplirá” (Dn 11:36).
Jesús mismo, hablo también de estas cosas y del tiempo de su segunda venida, cuando los discípulos le preguntaron: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu (segunda) venida, y del fin del siglo (o dispensación)? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán (porque en aquellos días los cristianos serán perseguidos y se ocultarán del Anticristo, y a fin de que salgan de sus escondites, ellos correrán el rumor de que Cristo ha aparecido en tal o cual lugar). Y oiréis de guerras y rumores de guerras (pues a la mitad de la tribulación, el Anticristo comenzará abiertamente a tratar de aniquilar a todo aquel que se le oponga, y pretenderá establecer su base de gobierno mundial en Jerusalén, a donde se dirigirá con sus tropas para tomarla); mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino (pues algunos países seguramente tratarán de mantener la cordura, y no estarán tan dispuestos a seguir al Anticristo); y habrá pestes (probablemente producidas por el uso de armas químicas y biológicas), y hambres (porque todos estarán dedicados a la guerra, y por lo tanto abandonarán las cosechas), y terremotos en diferentes lugares (pues en ese tiempo el cambio climático y los fenómenos naturales serán mucho más pronunciados que hoy). Y todo esto será principio de dolores (porque las cosas irán cada vez de mal en peor). Entonces (a ustedes los creyentes) os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre (pues la mayoría apoyará al Anticristo y a sus propósitos, y odiará a los seguidores de Jesús). Muchos tropezarán entonces (o se desanimarán y por temor al martirio seguirán al enemigo), y se entregarán unos a otros (a las fuerzas del Anticristo), y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, (y harán grandes señales y prodigios) y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin (de la tribulación), éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones (para que cuando venga Jesús, nadie tenga excusas de que no oyó el mensaje de salvación); y entonces vendrá el fin (de la gran tribulación). Por tanto, cuando veáis en el lugar santo (entiéndase en el templo de Jerusalén) la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (quien dijo que el Anticristo pretenderá ser adorado en el templo de Jerusalén como un dios Dn 11:31 y 2Tes 2:4) (el que lee, entienda), entonces los (creyentes) que estén en Judea, huyan a los montes (porque la persecución será terrible). El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa (no se interesen en las cosas materiales, pues finalmente todo será destruido y vosotros los salvos no necesitaréis nada más que confiar en mí). Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! (recuerden que él no hará caso del amor de las mujeres, será como en los días que predijo Oseas y que sucedió varias veces en Israel, cuando las mujeres en cinta fueron abiertas y los niños estrellados contra las paredes Os 13:16). Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno (porque los inviernos de esos días serán los más crudos de toda la historia) ni en día de reposo; porque habrá entonces gran tribulación (y sufrimiento), cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados (pues por eso solo serán tres años y medio), nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios (porque estarán al servicio del Anticristo, quien tendrá el poder de Satanás para hacer señales Ap 13:2, Ap 13:12-13, Dn 8:24), de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis (de vuestros escondites); o mirad, está en los aposentos (del templo), no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre (o sea todo el mundo se dará cuenta de su venida, porque todo ojo le podrá ver (Ap 1:7) empleando para ello con seguridad los más modernos sistemas de comunicación que haya). Porque (así como) dondequiera que estuviere el cuerpo muerto (de un animal), allí se juntarán las águilas (a comer la carroña; así también, cuando aparezca Jesús en las nubes, todo el mundo se alborotará, y no quedará nadie indiferente, y Jerusalén será el centro de la atención del mundo).
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas (tal como lo dice el apóstol Juan en el libro de Apocalipsis 8:6-13). Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo (Ap 1:7); y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra (Ap 6:15-17), y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (Mt 24:3-30)
Jesús no aparecerá en un lugar secreto, esto ya casi todo el mundo lo sabe; y la Biblia asegura que descenderá en Jerusalén, porque hacia allí se dirigirán también los ejércitos del Anticristo como hemos visto, y como acabamos de leer ‘allí se juntarán las aguilas’; analicemos algunos pasajes al respecto: “Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén (o más bien dicho, las naciones rebeldes se reunirán en aquel lugar para combatir contra los judíos y gentiles creyentes del tiempo de la tribulación y contra Jesús); y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Después saldrá Jehová (que también es Jesús) y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día (cuando descienda a la vista de todos) sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente (y aquí hay que tomar en cuenta la Jerusalén de los días del profeta Zacarías, donde el monte de los Olivos, estaba fuera de la ciudad); y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur (esta transformación de la geografía de Jerusalén producirá un gran terremoto, que lo mencionaremos mas adelante). Y huiréis al valle de los montes (o sea al valle que se formará), porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y (así) vendrá (ese día) Jehová mi Dios, y con él todos los santos (que fueron rescatados del mundo en el día del arrebatamiento)” (Zac 14:2-5).
A cerca de ese terremoto causado por el contacto de Jesús con la tierra y el fin de la tribulación, el profeta Ezequiel escribió: “Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel; que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra (porque el terremoto afectará a toda la tierra), temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. Y en todos mis montes llamaré contra él (es decir contra el Anticristo) la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano (porque ellos se confundirán y tendrán malos entendidos, y pelearan unos contra otros). Y yo litigaré contra él (Anticristo) con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él (Anticristo y sus seguidores), sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre. Y seré engrandecido y santificado (entre mis seguidores), y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy (el Cristo y) Jehová” (Ez 38:19-23)
Los fenómenos celestiales que se suscitarán con la venida de Jesús, serán hechos sin precedentes, y los hombres temblaran de miedo por estas cosas, el apóstol Juan dice: “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto (este es el mismo terremoto del que habló el profeta Ezequiel); y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre (seguramente esto sucederá por la atmosfera contaminada de humo, el polvo y las cenizas de los eventos celestiales); y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra (será una lluvia de meteoritos que nunca antes se había visto), como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla (porque nada se verá si se mira hacia arriba porque todo estará tapado con humo y polvo); y todo monte y toda isla se removió de su lugar (por causa del terremoto, tal como lo dijo Ezequiel). Y los reyes de la tierra, y los grandes (líderes), los ricos, los capitanes (de los ejércitos enemigos), los poderosos, y todo siervo y todo libre (que no creyeron en Jesús), se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira (en su segunda venida) ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” (Ap 6:12-17).
Aunque en muchos pasajes Jesús dice: ‘Yo los mataré, o los aniquilaré’; eso no es precisamente así, solo es una forma de expresar que finalmente se hará tal como Jesús lo dijo; pero todo será obra del mismo Anticristo y de sus seguidores, quienes en el desarrollo de sus planes tendrán malos entendidos, se confundirán y se matarán unos a otros, y como emplearán seguramente armas poderosas, habrá un gran aniquilamiento, y el resto morirá por las enfermedades causadas por el uso de armas químicas y por la acción de los fenómenos celestiales; mas, en la intimidad de cada ser humano rebelde de esos días y porque no decirlo de todos los tiempos, estará la plena certeza de que tuvieron oportunidad de seguir a Jesús y no lo hicieron, tendrán la certeza de que la Biblia era la herramienta adecuada para alcanzar la salvación, pero la rechazaron. A la Biblia siempre se le ha asignado la figura de una espada, pues es con ella que el cristiano se encuentra seguro, es con ella que se defiende de todo ataque del enemigo, entonces la Biblia es una espada que sale de la boca de Dios; y hay un pasaje que nos habla de cómo, esa espada será la que finalmente aniquile las esperanzas de todo incrédulo en el día de la venida de Jesús. El pasaje también cuenta cómo terminará la tribulación: “Y vi a la bestia (que también se la llama el Anticristo), a los reyes de la tierra (a todos los grandes líderes y gobernantes) y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo (blanco al final de la tribulación, o sea Cristo Jesús), y contra su ejército (que es prácticamente un reducido números de cristianos indefensos). Y la bestia fue apresada (por Jesús), y con ella (su ayudante de carácter religioso) el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia (o sea a los incrédulos), y (que) habían adorado su imagen. Estos dos (el Anticristo y el falso profeta) fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre (donde tendrán que aullar de dolor por toda la eternidad). Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo (Aunque ellos se matarán unos a otros físicamente, más será la verdad bíblica, la que los matará espiritualmente o dicho de otra manera, quitará a los incrédulos para siempre la posibilidad de entrar al reino celestial), y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos” (Ap 19:19-21).
Toda esa muchedumbre de gente muerta constituirá, según la Biblia una verdadera contaminación, a tal grado que se tendrá que contratar a gente para que los entierren, y también como dice el pasaje que recién leímos, la fieras del campo, se encargarán de comérselas; el profeta Ezequiel, cuenta esta escena así: “En aquel tiempo yo daré a Gog (que también se llama Anticristo, y aunque aquí en realidad se está mencionando a los seguidores de Gog, no a él mismo; pues como sabemos éste será echado vivo en el lago de fuego) lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog. Y la casa de Israel (pues los cristianos de esos días, serán principalmente Judíos) los estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra. Los enterrará todo el pueblo de la tierra (porque muchos salvos, también acudirán de todas partes a ayudar a limpiar el escenario del Armagedón); y será para ellos (para mis seguidores, que son los únicos que quedaron vivos) célebre el día en que yo sea glorificado, dice Jehová el Señor. Y tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que viajen (pues como todo será destruido, habrá muy pocas formas de movilizarse), para enterrar a los que queden (tendidos) sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla (ya que no solo morirán los que se juntaron en la zona de Jerusalén, sino que morirán en aquel día, los incrédulos de todo el mundo); (y) al cabo de siete meses harán el reconocimiento (para ver como quedó la tierra). Y pasarán los que irán por el país, y el que vea los huesos de algún hombre (muerto) pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog. Y también el nombre de la ciudad será Hamona; y (así) limpiarán la tierra (El Señor de todo cadáver y de todo vestigio de muerte). Y tú, (Ezequiel) hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reuníos (en el día de la matanza de Armagedón) de todas partes (del mundo) a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre. Comeréis carne de (hombres) fuertes, y beberéis sangre de príncipes (y gobernantes) de la tierra; (como si fueran sacrificios) de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados todos en (las buenas tierras de) Basán. Comeréis grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros sacrifiqué. Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de guerra (que se unieron al Anticristo), dice Jehová el Señor.” (Ez 39:11-20)
Así terminará esta época tan trágica para este mundo; pero como podemos ver, todo esto es inevitable, pues todo ya está escrito. Y estas cosas no sucederán por la razón de que Dios las escribió, sino que más bien, Dios las escribió porque sabía desde un principio que serían así; él en su omnipresencia y en su omnisciencia, ya supo la forma como nos comportaríamos nosotros los seres humanos y como terminaría todo. El es Dios y no hay nadie más fuera de él, que pueda decirnos el futuro con tanta antelación y con tanta precisión; por lo tanto, no hay forma de que podamos hacer algo para cambiar el futuro de este mundo; allá aquellos que nos hablan de salvar al planeta, de revertir los daños ecológicos y de anular el calentamiento global, aquellos que sueñan con una era de paz y prosperidad, o aquellos que piensan refugiarse de todo desastre en algún planeta lejano, etc., etc. Solo nos queda arrepentirnos y convertirnos a Dios con todo nuestro corazón y con toda nuestra mente; para así, un día también estar con él, y no terminar enterrados allí en el valle de Hamón-gog, que viene a ser la figura y la antesala del mismo infierno, del que estaremos hablando en la próxima dispensación, pues no se imagine que todo termina aquí. Y, como después que sucedan todas estas cosas de las que hemos estado hablando, ya no quedará ningún incrédulo en el mundo, podemos decir que todo ya está listo para empezar esa nueva etapa o dispensación; queda usted invitado a leer a cerca de esta era, y a emitir su opinión y sus comentarios, próximamente. Que las bendiciones de Dios, caigan sobre su vida y sobre los suyos, Amén.

19 de octubre de 2010

Un periodo interdispensacional

Al periodo que vamos a describir, podríamos llamarlo más propiamente: ‘El periodo de la tribulación’, porque así es como lo llama la Biblia; aunque hablando de dispensaciones, algunos llaman a este periodo la dispensación del juicio. El problema que se presenta al llamar a este periodo así, es que según la biblia, hay varios juicios o dicho de mejor manera, el juicio de Dios se llevará a cabo en varias etapas; incluso hay una donde no precisamente se habla de castigo, sino más bien de retribución o premio; porque como en todo juicio, alguien es declarado inocente y alguien es declarado culpable. Además que, para incluir a este periodo dentro de las dispensaciones, nos parece que este es un periodo muy corto, como para ser llamado así, pues solo durará siete años, y que está dividido en dos periodos de tres años y medio; habiéndosele otorgado al segundo periodo el nombre de ‘La gran tribulación’, por las situaciones catastróficas que se vivirán en él. También podemos llamarlo el fin de la dispensación de la gracia, aunque la verdad es que la gracia de Dios es eterna y ya estuvo antes de la dispensación llamada de la gracia, y también estará después de ella; pero ese periodo que se ha llamado ‘dispensación de la gracia’, donde la gracia de Dios es abundante, más allá de la abundancia de nuestros pecados tal como lo hemos explicado en su oportunidad; ese periodo se terminará, junto con el arrebatamiento de la iglesia. Es necesario añadir que este periodo extraordinario de gracia en el que estamos viviendo, está apoyado por el Espíritu de Dios que ha sido dado a la iglesia (Hech 1:4-8); y quien es el que ayuda al creyente a concientizarse de su pecado, él es quien hace notar al creyente que Dios es justo, y es quien también lo convence de que vendrá un día de juicio de parte de Dios (Jn 16:8). En la era de la gracia, el Espíritu Santo es quien ayuda al débil a vencer todo obstáculo, es quien da sabiduría al sencillo de corazón para tomar buenas decisiones, y es quien intercede por los que oran por sus necesidades e inquietudes (Ro 8:26). Pero el Espíritu Santo de Dios, será quitado de este mundo junto con la iglesia (2Tes 2:6-7, 1Tes 4:16-17); y ese día se considera como el fin de la dispensación de la gracia, y ese mismo también será el día en que empiece el periodo de la tribulación; periodo en el que las personas que lo vivan, no tendrán la asistencia del Santo Espíritu de Dios, por lo que serán mucho más vulnerables ante los ataques del rey de aquella época, el Anticristo.
Hay otro periodo o dispensación que ese día también llegará a su fin y para entender mejor el tiempo de la tribulación, es casi obligatorio hablar de él; y estamos hablando de la dispensación del gobierno humano, pues como usted ya sabe, las dispensaciones, si bien han terminado nominalmente en algún momento, de alguna manera continúan en el tiempo, pues se prolonga esa actitud, esa idea o esa inclinación. Aunque a la verdad el periodo de la tribulación, también tendrá un aspecto de gobierno humano, porque como hemos dicho otras veces, el Anticristo será un hombre que logrará gobernar el mundo, pero este no estará gobernando por sí mismo, sino que más bien será completamente dirigido por Satanás, quien le dará todo su poder (Dn 8:24, Ap 13:2); por lo que también podríamos decir que será una época en que el mundo este gobernado completamente por Satanás.
Pero volviendo a hablar de la dispensación del gobierno humano, no del periodo nominal que terminó con la confusión de lenguas en los días de los constructores de la torre de babel, si no de la prolongación de esta era en el tiempo hasta nuestros días; y para entender mejor su final y el comienzo de la era de la tribulación, tenemos que decir que en la dispensación prolongada del gobierno humano, el hombre ha tratado de conseguir eso que indica el nombre de este periodo: ‘El gobernar el mundo y sus recursos’. Ha intentado el hombre, tener un control de todas las cosas, ha intentado delinear alguna forma de gobierno universal, ideal y justo (desde el punto de vista humano) para todos; aunque eso solo ha sido como un sueño hasta ahora, pero no podemos negar que ese intento ha estado presente en nuestra historia y de muchas maneras. Si revisamos los antecedentes de los pueblos antiquísimos, fácilmente podemos ver las huellas de sus logros, de su grandeza, y de sus sueños; y ante muchos de esos monumentos y testimonios, aún hoy nos quedamos perplejos. Desde Nimrod, quien proyectó construir una torre para escapar de un posible nuevo diluvio, la historia de la humanidad está llena de relatos de grandes imperios, de grandes hombres, de sus admirables conquistas, sus riquezas y su avance; que desde el punto de vista humano, se puede decir que siempre nos hemos movido hacia adelante. El hombre ha ido a través del tiempo, mejorando su manera de convivir comunitariamente, ha conseguido para ello, leyes cada vez más justas (otra vez digo, desde el punto de vista humano, porque no siempre es así, desde el punto de vista de Dios), y ha ido extendiéndose en esta empresa cada vez más, a lo largo y ancho de todo el globo; se ha sumergido en la investigación, y ha llegado a tener grandes descubrimientos y grandes avances tecnológicos y científicos; a tal grado que hoy le parece que le falta muy poco para poder lograr ese mundo ideal para todos.
Pero al llegar a donde estamos, no tenemos que perder de vista la historia; pues a fin de poner en práctica esos ideales, el hombre muchas veces se ha embarcado en terribles guerras fratricidas, ha empleado la tecnología para imponer su propósito a la fuerza, ha sometido a dura labor y esclavitud a su prójimo, ha sobre explotado sus recursos y ha contaminado el mundo; no solo con sustancias dañinas y toxicas, si no que ese ideal mismo que ha tenido en mente, viene a ser en muchos casos una de las contaminaciones más terribles que mantiene al mundo en constante peligro. Si bien hoy se ha logrado que muchos vivan en relativa comodidad y holgura económica, también sabemos muy bien que en medio nuestro están aquellos que no tienen siquiera un pedazo de pan para poder subsistir; y así como hay muchos que logran sobrevivir a enfermedades que antiguamente significaban una muerte segura, hay también hoy muchos enfermos que con todo el avance científico disponible, no pueden ser salvados de la muerte; y es más, cada vez pareciera que el problema se agrava. La convivencia armoniosa en este mundo, es cada vez más difícil de conseguir, la mayoría de las sociedades, está embarcada en un materialismo sin precedentes, que solo traen la odiosidad, el pillaje, las drogas y la muerte. El rumor de guerra hoy, no es menos que ayer, y podemos decir con toda propiedad que este mundo nunca ha gozado de paz, pues el peligro siempre está latente, ya en una parte del mundo ya en otra; pareciera que hemos probado todos los sistemas para conseguir una convivencia pacífica, pero cada vez nos parecen más ciertas las palabras del estadista inglés, Winston Churchill, quien dijo: “Mientras nuestra seguridad no sea hija de la razón, tendrá que ser hija del terror”. Es entonces la razón humana, la que aún no ha podido ser impuesta, pero sí hemos logrado que la paz esté sujeta a las bombas; y como sabemos muy bien, en determinado momento el mundo estuvo literalmente al borde de una explosión atómica, y hoy aún persiste ese peligro.
En ninguna de las áreas donde el hombre ha incursionado, ha logrado tener un real avance, ni un control pleno; pero lo cierto es que el hombre ansia vivir en un mundo maravilloso, lleno de paz y de prosperidad, libre de aflicciones y sobresaltos, y de alguna manera él sabe que estas cosas son posibles; el hombre en su instinto, de alguna forma intuye que al mundo le espera una época de paz, y una era de prosperidad; y en ese su presentimiento, él sabe que para lograrlo se necesita algo especial: ‘Un gran líder’. Alguien que tenga la gracia y el poder para llevar a la humanidad a ese mundo ideal; y el hombre de hoy, en muchas formas busca a ese alguien que tenga esa habilidad, esa capacidad de liderazgo y que haga que todo aquello por lo que hemos estado luchando sea posible. Por supuesto que a medida que avanza el tiempo, al hombre le parece cada vez más cercano el logro de esa meta; las alianzas políticas que se pretenden, los planes económicos y la tecnología nos hacen pensar que de un momento a otro lograremos la solución a nuestros problemas y encontraremos al fin alguien que tenga la capacidad de gobernarnos equitativamente; alguien que traiga la paz, que nos introduzca en ese mundo maravilloso y lleno de felicidad que hemos soñado. Esta es la razón principal por la que el mundo se confundirá al final de la presente dispensación; ellos aplaudirán cuando aparezca el Anticristo, pues él será un gran líder, demostrará tener mucho poder e inicialmente nos presentará esa propuesta de un mundo de paz y equilibrio. Y ese día, en que aparezca ese ‘gran líder’, es llamado en la Biblia, el inicio del tiempo de la tribulación.
Como este es un tiempo futuro, no podemos aventurarnos a decir nada desde nuestra propia perspectiva, pero si lo haremos desde la perspectiva bíblica; y para ellos usaremos algunos de los muchísimos pasajes que hablan de este tema, estos pasajes estarán entre comillas, y entre medio de esos pasajes introduciremos algunas notas aclaratorias entre paréntesis; pues muchas veces para entender claramente lo que dice la Biblia, se necesita entender el contexto del pasaje, y también el apoyo de otros pasajes paralelos. Este entendimiento profundizado y contextual, usted también lo puede lograr por supuesto, al estudiar su biblia más a fondo. Empezaremos recordando que el fin de la dispensación del gobierno humano, y de la gracia, llegará de un momento a otro, sin previo aviso; justo cuando pensemos que estamos alcanzando la paz y la seguridad, la Biblia lo dice así: “Porque vosotros (los hijos de Dios) sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan (los incrédulos): Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán (porque ya será muy tarde)” (1Tes 5:2-3).
Y entonces aparecerá el Anticristo, y se llama así, porque él, por un lado pretenderá ser el Cristo y por otro, mucha gente creerá que viene al fin el Mesías a salvar a la humanidad; veamos lo que dice otro pasaje: “Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco (pues es un guerrero, aunque inicialmente aparecerá como un hombre de paz); y le fue dada una corona (porque él no es rey de por sí, sino que se le permitirá, desde el reino de los cielos, serlo), y salió venciendo (todo obstáculo político, económico, y de toda índole), y (vino) para vencer (pues Dios le permitirá vencer, y reinar por un breve tiempo)” (Ap 6:2); y ahora compare usted esta forma en que aparece el Anticristo, con la que aparecerá Cristo Jesús: “Entonces vi el cielo abierto (porque Jesús vendrá de los cielos); y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero (porque así es Jesús), y con justicia juzga (a la tierra en su segundo advenimiento) y pelea (contra todos aquellos que se le oponen)” (Ap 19:11). Estos pasajes que hablan, de que alguien viene montado en un caballo blanco; ya es aceptado por muchos, y es enseñado así, como que en ambos se está hablando de Cristo Jesús; pero si examinamos bien nuestras Biblias nos daremos cuenta que el Anticristo aparecerá al inicio del periodo llamado ‘La tribulación’ que durará siete años, y al final de éste, entrará en escena, Jesús el Cristo. Y como dijimos, cuando aparezca el Anticristo, éste llegará con un carisma especial, por lo que todos lo aplaudirán y muchos lo confundirán con Jesús; Daniel lo escribió así: “Con lisonjas (o con palabras dulces) seducirá a los violadores del pacto (o sea, a aquellos que no reconocieron a Jesús como su Salvador y rechazaron el pacto de gracia); mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará (en contra de éste ser abominable)” (Dn 11:32).
En un principio entonces, el Anticristo presentará un panorama halagüeño para el mundo; pues aparte de la paz, principalmente en el Medio Oriente, también ofrecerá un panorama de seguridad económica, y para todo aquello que a los líderes de hoy les resulta difícil solucionar, él parecerá tener una excelente solución, pues se dice de él que ‘será entendido en enigmas’ y que ‘prosperará’; veamos otro pasaje que habla de esto: “Y al fin del reinado de éstos (es una referencia al reinado del gobierno humano), cuando los transgresores (de plan y la ley de Dios) lleguen al colmo, se levantará un rey (o gobernante) altivo de rostro y entendido en enigmas (pues él podrá dar solución aparente a la mayoría de los problemas del mundo). Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia (porque estará respaldado por todo el poder de Satanás); y causará grandes ruinas (al mundo), y prosperará (no solo económicamente, sino en todo lo que haga), y hará arbitrariamente (pues al final, ya no tomara el parecer de nadie), y destruirá a los (gobiernos) fuertes y al pueblo de los santos (entiéndase aquí a los israelitas y gentiles creyentes). Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano (porque al principio todo le saldrá a pedido de boca); y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos (porque esos muchos estarán plenamente confiados en que él actúa a su favor, pero su estilo será actuar a traición e intriga); y se levantará contra el Príncipe de los príncipes (vale decir, contra Dios mismo), pero será quebrantado, aunque no por mano humana (porque nadie humano lo podrá vencer, sino solo Jesús en su segunda venida)” (Dn 8:23-25).
Con respecto a la duración del periodo tribulacional, la Biblia nos dice que serán siete años, y que estarán divididos en periodos de tres años y medio; la alusión más clara de lo que venimos diciendo, se presenta en un pasaje que habla de la liberación de los israelitas de manos de los medo-persas, y que luego fueron animados por ellos mismos a regresar a Jerusalén para reconstruir la ciudad y el templo; aquí transcribimos una parte de ese pasaje: “Setenta semanas (estas son semanas de años, vale decir 490 años) están determinadas sobre tu pueblo (amado Daniel) y sobre tu santa ciudad (es decir sobre Israel y sobre Jerusalén), para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado (o dicho de otra forma, después de ese tiempo ya no se hablará más de pecado), y expiar la iniquidad (o pagar vuestras culpas), para traer la justicia perdurable (o sea que será muy duradera o por toda la eternidad), y sellar la visión y la profecía (porque después de esos días, ya no será necesaria), y ungir al Santo de los santos (o sea a Jesús). Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden (del rey Artajerjes que sucedió alrededor del año 444 a.C.) para restaurar y edificar a Jerusalén (que había sido destruida por los babilonios) hasta (que aparezca) el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas (o sea un periodo de 49 años mas otro de 434 años; o dicho de otra forma, sesenta y nueve semanas que son 483 años, que se cumplieron con precisión admirable); (y luego que Artajerjes los deje regresar a Palestina) se volverá a edificar la plaza y el muro (de Jerusalén) en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas (es decir, después del segundo periodo que se mencionó) se quitará la vida al Mesías, mas no por sí (si no que el mismo pueblo matará al Mesías); y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario (es una referencia a la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C.); y su fin será con inundación (o como dicen otras versiones, el fin de Jerusalén será como una inundación), y hasta el fin de la guerra (entre el bien y el mal, o sea hasta la segunda venida de Jesús) durarán las devastaciones (del pueblo de Israel). Y por otra semana (aparte de esas 69 semanas de las que ya hemos comentado, y que falta para completar las setenta semanas; el Anticristo) confirmará el pacto (o mejor dicho hará un pacto) con muchos (de los líderes del mundo y de los israelitas, incrédulos); a la mitad de la semana (de siete años, o sea a los tres años y medio) hará cesar el sacrificio y la ofrenda (porque este ritual, del sacrificio diario, será reanudado en ese tiempo allá en Jerusalén). Después con la muchedumbre de las abominaciones (porque durante el gobierno universal del Anticristo, se harán muchas abominaciones) vendrá el desolador (o Anticristo con su ejército, hacia Jerusalén), hasta que venga la consumación (de sus maquinaciones), y lo que está determinado (por Dios) se derrame sobre el desolador (o Anticristo)” (Dn 9:24-27).
Por supuesto que en las Escrituras, se le da mayor relevancia a la segunda mitad de la tribulación o al tiempo de la ‘gran tribulación’; en otro pasaje del libro de Daniel también se habla de ese tiempo de sufrimiento: “En aquel tiempo (querido Daniel) se levantará (el Arcángel) Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo (Israel, porque él es el que defiende siempre a los israelitas Dn 10:21, Ap 7:2-3); y será tiempo de angustia (en todo el mundo, pero principalmente en Israel), cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo (de todo sufrimiento, de toda esclavitud de pecado y de todo dominio de Satanás), todos los que se hallen escritos en el libro (de la vida del Cordero también serán liberados Ap 13:8 y 21:27). Y muchos de los que (están muertos o) duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos (en las cosas de Dios) resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan (y predican) la justicia a la multitud, (brillarán) como las estrellas a perpetua eternidad. Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin (o tiempo de la tribulación). Muchos (hombres) correrán de aquí para allá (buscando la verdad, pero no la podrán encontrar), y la ciencia se aumentará (mucho en esos días). Y yo Daniel miré (porque esta es una visión del profeta Daniel, estando junto al rio Tigris Dn 10:4), y he aquí otros dos (seres celestiales) que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río. Y dijo uno al varón vestido de lino (o sea a Jesús, porque este varón vestido de lino es Jesús de Nazaret Dn 10:5-6, Ap 1:13-14), que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos (o sea ese tiempo está determinado incluso por un juramento de Jesús, por lo tanto no puede haber ninguna duda de que sucederá, así como él lo dijo), que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo (esto también es una forma de decir: un año, dos años y la mitad de un año). Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo (porque después de estos días ya nadie perseguirá a los hijos de Dios), todas estas cosas serán cumplidas” (Dn 12:1-9). No hay duda entonces de que la última semana de Daniel, de esas setenta semanas que dice que están determinadas para su pueblo, es dividida en dos periodos de tres años y medio, pues esa frase que leímos allí ‘a la mitad de la semana’ viene a ser muy importante aquí, y que esos último tres años serán realmente fatídicos; así también lo confirma el libro de Apocalipsis: “También se le dio (al Anticristo) boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses (que no son sino, tres años y medio)” (Ap 13:5)
Este articulo continuará la proxima semana... esten atentos, y que mientras tanto el Señor les bendiga muchimo. Amén.

15 de octubre de 2010

Las limitaciones de la ciencia


Un creativo enfoque científico a lo desconocido
Autor: J. W. N. Sullivan
A Mentor book
Publicado por: The new American library.

John William Navin Sullivan fue un matemático, filosofo, músico, periodista y escritor de divulgación científica, muy reconocido y apreciado por la sociedad como uno de los hombres más talentosos de su generación, y también porque no decirlo de aquellos que vinieron después de él; a cerca de este hombre al momento de su muerte, la revista TIME, comentó: “Es uno de los cuatro o cinco hombres más brillantes de la historia, que han interpretado el mundo de la física, para el hombre común” En realidad este libro fue escrito hace algo más de medio siglo, y en el J. W. N. Sullivan, nos habla de lo que en sus días se conoce a cerca de la expansión del universo; del misterio que viene a ser para nosotros todo lo que está relacionado con la materia, con su origen, su constitución intima, y las leyes que la gobiernan; de la teoría atómica que él conoce y que por supuesto, era un tanto diferente de la que hoy se enseña; él toca el tema del pensamiento humano a cerca de todo lo que hemos descubierto, y a cerca de todo lo que nos rodea, especialmente en el terreno científico. Nos trata de hacer ver, cuanto es realmente lo que sabemos acerca del origen de las cosas; pues, se nos hace que hemos avanzado tanto, pero… ¿cuánto es realmente lo que la ciencia ha contribuido a desentrañar este gran misterio? Se anima a decir que hasta los días en que él vive, el universo científico es mucho más misterioso de lo que ha sido en otros tiempos de la historia del pensamiento humano; pues aunque el conocimiento del proceso de la naturaleza es mucho mayor de lo que jamás antes se ha conocido; en cierta manera ese conocimiento es mucho menos satisfactorio hoy, de lo que fue el sencillo pensamiento de los antiguos cavernícolas, para quienes las cosas parecían estar mucho más claras. Sullivan nos muestra como es la naturaleza de nuestra mente, porque se han construido ciertos pensamientos o ciertos conceptos; y de cómo la ciencia es incapaz en algunos aspectos de contestarnos las interrogantes que han surgido en el transcurso de nuestras investigaciones y descubrimientos. Él habla del valor que tiene la ciencia en la humanidad y que cosas supuestamente le esperan al hombre en el futuro.
Como ya se dijo, este libro es un tanto antiguo, pero el valor que él toma para nosotros que no somos contemporáneos de J. W. N. Sullivan, es precisamente el tiempo que ha transcurrido desde su edición, en el cual nos damos cuenta que las cosas son casi idénticas de las que tenía en frente este autor. La ciencia ha avanzado un tanto, se han acuñado nuevos conceptos, se aplican quizá nuevos principios, y se han presentado nuevas teorías; pero aún así, no hemos llegado a ningún lugar seguro, aún no pisamos terreno firme, seguimos en discusiones, y lo más probable es que de aquí a otro tanto de tiempo, estemos bajo el mismo velo de misterio que se encontraban los hombres contemporáneos de Sullivan.
Creo que la mayor dificultad, para tomar confianza en el mundo científico, es precisamente el que plantea Sullivan; en que nuestro conocimiento está basado solo en teorías, y ellas no son verdades, sino solo teorías; y aunque estas nos han servido mucho para ir avanzando en nuestro objetivo de desentrañar el misterio de lo que nos rodea, el solo hecho de no haber llegado a ninguna parte, es un elemento muy fuerte que nos impide tener plena confianza en lo que estamos haciendo, y como él dice, una teoría científica, es solo un trabajo hipotético exitoso. Es altamente probable, como dice el autor, de que todas las teorías científicas estén equivocadas. Aquellas que hemos conocido y estudiado, varían mucho dentro de los reales límites de la observación; y así, la verdad llega a ser solo un hecho pragmático. Esto quiere decir que una buena teoría científica descansa sobre hechos conocidos, y si nos permite predecir algunos nuevos, estos tendrán que ser inevitablemente verificados por la observación. Por ejemplo la teoría de la gravitación de Newton, se basó dentro de los límites de observación de los movimientos estelares de esos días. Subsecuentemente, esto les permitió a Adams y a Leverrier, predecir la existencia de un planeta desconocido hasta ese momento, Neptuno. Y ese hecho, nos da la sensación de que estamos en una carrera muy exitosa y es un muy buen ejemplo de lo que se puede conseguir con una teoría científica. Pero una observación más profunda, muestra que esa información no fue lo suficientemente precisa como para establecer el movimiento del planeta Mercurio, y esto nos hace ver que lo que se decía acerca del movimiento de los planetas, solamente parece una información ‘completa’ porque en esos casos las afirmaciones a cerca de los movimientos predichos estaban bajo esos límites de observación.
Los científicos de esos días trataron de remediar los defectos de la teoría de Newton, pero al final no pudieron superar ninguna de sus dificultades. No fue, sino hasta que Einstein, introdujo de lleno una nueva teoría, que esas dificultades se aclararon; y esa nueva teoría, se basa completamente en nuevos conceptos. Ahora sabemos que el conjunto de ideas con las que partió Newton, aunque fueron hábilmente manejadas, no pudieron realizar todo el trabajo para el cual fueron concebidas. Probablemente sea difícil encontrar otra instancia de cambio tan fundamental como esta, en la historia de las ciencias; aquí tenemos la modificación de una teoría, que no se hizo paso a paso, sino que fue el borrón completo de una y el establecimiento de otra, para poder mantener la fundamentación de la perspectiva científica. Uno de los puntos de vista de la teoría newtoniana, que se deja atrás es la insistencia de una formulación completamente matemática de la naturaleza. Otra de las instancias, quizá menos marcada, pero no por eso menos radical entre otras, viene dada por la suerte que corrió la teoría del éter. Me adentrare un tanto, para hablar sobre este medio universal llamado éter, el cual fue postulado principalmente, para explicar la propagación de la luz. Como sabemos la luz, demora ocho minutos para llegar hasta nosotros desde el sol, pero ¿Cómo se transmite? Era la pregunta en los días de Newton. La hipótesis de que la luz consiste en pequeños corpúsculos expelidos desde el sol, paso a ser completamente insatisfactoria; y así, se desarrollo una nueva teoría de que la luz es ‘alguna clase de movimiento de ondas’. Pero aceptar que la luz es un movimiento de ondas, implicaba por supuesto tener también un medio en el cual esas ondas puedan viajar. Y nació casi de manera natural la interrogante, ¿cómo está constituido ese medio en el que viaja la luz? Se concibió primeramente, sobre la base de experiencias previas, un medio extendido y no muy perceptible, una suerte de gas que llenaba el universo, pero ciertos experimentos demostraron que esta teoría es inadmisible; y así nació la idea del éter, que vino a ser una especie de una inmensa gelatina que lo llenaba todo, y fue aceptada porque esto se adaptaba mucho mejor a los hechos observados en el laboratorio.
Pues, así como la teoría de Newton paso a la historia como una que a pesar de que disipó muchas de nuestras dudas y a pesar de que con ella logramos ciertos avances, tuvo que finalmente ser reemplazada por otra que mejor se ajustaba a nuestros nuevos descubrimientos y nuestros nuevos conceptos acuñados en nuestra mente; así también seguirá sucediendo en el futuro al hablar de nuevas ideas a cerca de todo aquello que nos rodea. Como dice Sullivan, finalmente todo científico que le tocó vivir su tiempo, estaba medianamente convencido de que estaba contribuyendo a la ciencia con algo espectacular; pero más tarde, y aunque él quizá nunca lo supo, todo eso que hizo y dijo, paso a considerarse algo equivocado; pues los nuevos descubrimientos se encargarán de demostrarlo. Pero así también, en su tiempo cada científico debe considerar que a no ser por las ‘falsedades’ que dijeron otros anteriormente; él, jamás podría haber descubierto algo nuevo. Se piensa por ejemplo, que si Einstein hubiese sido contemporáneo de Newton, a lo mejor que habría aspirado, es a apoyar lo que hizo y lo que dijo este último, y nada de lo brillante de su teoría habría sido conocida y enunciada por él. Quizá algún otro habría postulado lo que dijo Einstein, o quizá nadie lo habría hecho; y estaríamos embarcados en un panorama científico completamente diferente del que ahora tenemos.
Otro de los grandes misterios, que está sin contestar por la ciencia, es ‘el origen de la vida’; y así como las teorías en otros campos de la investigación, el pensamiento humano ha vagado por diversas hipótesis en diversas etapas de la historia de la humanidad; partiendo desde la antigüedad, y pasando por esas ideas medievales de que la vida surgió espontáneamente, así como surgen los gusanos en una carne descompuesta; llegando hasta Pasteur, quien echó por tierra esa idea, y bajo minuciosa observación estuvo en condiciones de decir que era una conclusión muy equivocada. La vida solo puede surgir de la misma vida, dijo él; pero aún así, a pesar de que creemos que esa es una muy buena respuesta, ella no contesta nuestra inquietud básica. Pero…, para los científicos un tanto más modernos, fue preferible pensar que la vida surgió de ‘alguna manera’ (que aun no podemos descubrir) desde la materia inorgánica, y todo por supuesto, estrictamente de acuerdo con las leyes de la física y de la química.
Independientemente de cuál sea nuestra idea del origen de la vida, de alguna manera se acepta que esta fue básica o simple en un principio; así que nos vemos en la necesidad de contestar la pregunta de ¿cómo llegó entonces a ser como hoy la conocemos? La aceptada enseñanza de que hubo una progresión gradual, desde un ancestro semi-mono hasta un hombre moderno, deja sin contestar una de las más infranqueables interrogantes: ¿En qué momento de ese proceso, dicho ser adquirió un alma? De acuerdo a observaciones, hay una enorme diferencia no solo en el campo fisiológico, si no tan bien en el psicológico y espiritual; aún si tomáramos en cuenta a los más modernos monos, y la inteligencia de los hombres más ancestrales o de las razas o pueblos más simples de la humanidad, todos quedaríamos completamente seguros de que no hay ni un solo punto de comparación entre unos y otros. Y de acuerdo a lo que se ha investigado, no ha habido un desarrollo o perfeccionamiento de la inteligencia humana en todo lo que se conoce hasta ahora; el hombre solo ha tenido un aumento en su conocimiento, y ha avanzado en su técnica; pero su inteligencia y su espiritualidad, su capacidad emocional y sicológica, se han mantenido sin variación a través de los siglos. A los cavernícolas les emocionaba tanto una pintura simple en la pared de una cueva, o el sonido de un pedazo de bambú; como lo haría hoy un original de Picasso o la melodía de una orquesta sinfónica en un famoso teatro. La belleza la puede encontrar el hombre en las leyes de la física, pero también en la salida del sol, o en la sonrisa de un niño. Y así, al hablar de evolución, nos damos cuenta de que también en este campo, hemos ido de un lado a otro, tratando de desenredar la madeja y de contestar nuestras preguntas. De acuerdo a Lammarck, los cambios que ocurrieron en un animal, se produjeron por el uso y el desuso de sus miembros; los órganos que fueron especialmente ejercitados, llegaron a tener con el tiempo un desarrollo especial; y así en cada ambiente diferente, el animal fue teniendo un cambio gradual. Pero vino Darwin, y nos propuso otra teoría, la de la evolución por selección natural; él dijo que siempre hay diferencias individuales en los miembros de una misma especie y que siempre hay una lucha para lograr la existencia; y de acuerdo a este pensamiento, solo sobrevivieron los mejor dotados. Luego hay más, pues están aquellos que intentan hacer una mezcla de todo lo que se ha dicho; pero la verdad es que ni siquiera los científicos logran ponerse de acuerdo, en cómo surgió este sistema de vida tan equilibrado que hay en este mundo; y menos podrán demostrar con hechos algo que enuncian en sus teorías. El autor incluye un fragmento de un poema que me parece que grafica nítidamente lo que acabamos de decir, éste reza:
Una nube de fuego y un planeta,
Un cristal y una célula.
Una medusa y un lagarto
Y las cuevas donde vive el cavernícola;
Luego el sentido de justicia y belleza,
Y un rostro que emerge de la tierra―
Algunos la llaman evolución,
Y otros lo llaman Dios…
¡Esa es finalmente la gran disyuntiva de la humanidad! J. W. N. Sullivan, por supuesto no lo plantea así, pero el planteamiento que él hace, es completamente aceptable; pues al final, la ciencia llega a ser insatisfactoria en muchos de los campos de la investigación. Y aunque muchos al parecer, se muestran completamente dispuestos a seguir incondicionalmente a la ciencia; los que nos planteamos aspectos diferentes dentro del panorama humano, por alguna razón ―que nosotros conocemos, y que ellos no― hemos llegado a conocer que en lo más profundo de su ser, el hombre tiene un gran potencial que no ha descubierto; llámese este, sicológico, emocional, místico, espiritual, o como sea que se lo llame, es un campo en el que también podemos navegar, y en el que también podemos llegar a hacer grandes descubrimientos, y es precisamente en este campo donde los seres humanos pueden llegar a saborear la verdad. Es cierto que aquí también han incursionado muchos, y muchos son los conceptos que aquí se manejan; pero la verdad es que el alma del hombre navega en esta dimensión, y es aquí donde el hombre finalmente puede descubrir a Dios; aquí puede el hombre obtener satisfacción plena para su vida, y es en esta esfera donde está oculto el correcto sentido y propósito que Dios tiene para cada ser humano; aquí es finalmente donde el hombre encontrará la respuesta a todas sus interrogantes.
Ha sido bueno para mí muy bueno leer un libro como este, de los que no hay seguramente muchos; donde el autor es un hombre de ciencia, y donde pone a propósito su lado más sencillo y honesto hacia el hombre común; y acepta de buena gana, que estamos casi ahí mismo, donde algún día en la historia partimos; casi nada hemos logrado, y tampoco podemos dar seguridad, de que en el futuro lo haremos.
Si usted lee este libro, puede que no llegue a las mismas conclusiones que yo he llegado; pero le garantizo de le entretendrá y le confrontará con esta gran disyuntiva, y creo que también le será de mucho provecho. Un abrazo, y que Dios los bendiga muy grandemente.

3 de octubre de 2010

La antonomasia

Esta figura de dicción se usa para asignar un nombre común, como si fuera propio de una persona o lugar. Proviene de la palabra griega ‘antonomázein’, que quiere decir nombrar en lugar de.
Ejemplos
Josué 24:2-3 “Y dijo Josué a todo el pueblo: Así dice Jehová, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor; y servían a dioses extraños. Y yo tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del río, y lo traje por toda la tierra de Canaán, y aumenté su descendencia, y le di Isaac”
Josué ocupa la expresión ‘el rio’, para referirse al rio Éufrates; y aplica esta expresión a la grandeza e importancia que tiene ese rio, en comparación a otros ríos de la región; y si tomamos en cuenta el contexto bíblico, esa es una conclusión correcta, pues de allí era donde vivían los padres de Abraham y de allí lo tomo Dios a éste. Esta figura se aplica en este mismo sentido, también en otros pasajes como: Sal 72:8, 80:11, Miq 7:12, etc.
Lucas 16:16 “La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él”
Aquí el evangelista Lucas, emplea la expresión ‘ley y los profetas’, para referirse a todas las escrituras del Antiguo Testamento, pues aunque no todo el Antiguo Testamento son ley o escritos de profetas o profecía, es una manera de resaltar su más principal y más importante contenido. Hay varios pasajes que ocupan esta expresión en este mismo sentido, por lo que es necesario conocer que la figura retórica de esta expresión, y debe ser entendida como tal, cuando así el texto lo reclame.
Is 62:4 “Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada”
Aquí se usa como nombre del pueblo de Israel, la palabra ‘desamparada’ y ‘Hefzi-bá’, que quiere decir ‘mi deleite está en ella’; y como nombre de la tierra de Israel se usa la palabra ‘Desolada’ y también el vocablo ‘Beula’, que quiere decir ‘desposada’. Pues si bien, algunos veían a los israelitas como desamparados por Dios, y a su tierra como desolada; Dios dice que después (en el futuro) serán llamados ‘mi deleite’, pues Dios se deleitará con ese pueblo, y esa tierra será llamada ‘desposada’, pues él actuará como un esposo protector de su familia.
Oseas 12:13 “Y por un profeta Jehová hizo subir a Israel de Egipto, y por un profeta fue guardado” En este versículo por ejemplo se usa la expresión ‘un profeta’ al referirse a Moisés, pues si bien hubieron muchos profetas en Israel, pero Moisés ha sido uno de los más grandes profetas entre medio de ellos, y además como sabemos él fue quien saco a Israel de Egipto, y los guío por el desierto con seguridad; por lo que aquí es llamado así por antonomasia.
Hechos 3:14 “Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida”
Se usa, los nombres de ‘Santo’ y ‘Justo’ con mayúsculas, porque están reemplazando al nombre de Jesucristo, reconociéndole por supuesto sus atributos.
Los más conocidos nombres que se usan por antonomasia en referencia a Jesús en las escrituras, pueden ser: El Altísimo, El Señor, Maestro, El Hijo del hombre, El Ángel de Jehová, El Ungido, El mediador del Pacto, El León de la tribu de Judá, El Cristo, etc.
Como ejercicio busque en la Biblia, los pasajes donde han sido utilizados los nombres que acabamos de mencionar y que se refieren a Jesús. También busque los nombres y los significados de: Mar Grande, y Monte de Jehová. Coméntenos en reemplazo de qué nombre se usaron estas expresiones.
Espero que estos breves ejemplos les sirvan para identificar y comprender mejor esta importante figura, que es bastante usada en la Biblia, y que el entenderla e identificarla correctamente, le ayude a entender mejor el significado de muchos pasajes. Bendiciones.

25 de septiembre de 2010

LA VIDA DE NEE TO-SHENG


Watchman Nee
Autor: Angus I. Kinnear
Según el autor, Nee To-sheng fue el tercer hijo de Nee Weng-hsiu (padre) y Lin Huo-ping (madre), le antecedían dos mujeres; y según nos cuenta, To-sheng nació tal vez como respuesta a las oraciones de su madre. En la cultura China, como también se ha visto en otras culturas, se valoraba mucho más a los hijos que a las hijas, a tal grado que se consideraba una afrenta para las mujeres el darle hijas a sus maridos, es por eso que Huo-ping oraba y pedía un varón, con la promesa de dedicarlo a Dios todos los días de su vida. Y hablando de similitudes en las culturas, también los chinos acostumbraban ponerles nombres significativos a los niños, así era en la antigüedad también en otras culturas, así se puede notar en los escritos bíblicos, y así podemos ver que sucede también hoy; incluso en nuestra propia cultura, claro que hoy el significado de muchos nombres va dedicado a algunos hombres del mundo del arte o del espectáculo, pero en la antigüedad representaba mas el deseo de los padres o algún hecho característico de su vida. Lo peculiar, es que los chinos, muchas veces les cambian el nombre a sus hijos, si el deseo o las circunstancias así lo piden, haciéndose esto a veces más de una vez. Así To-sheng, primero se llamó Shu-tsu, que significa: ‘aquél que proclama los méritos de sus antepasados’; después se llamó Ching-fu, ‘uno que advierte o que exhorta’; tomando al final recién el nombre de To-sheng, que quiere decir ‘nota o sonido de batintín que se escucha de lejos’, recordando a los serenos que cuidaban las calles haciendo sonar el batintín, para asegurarles a los habitantes que dormían, que todo estaba bien y que ellos estaban haciendo su trabajo; en Inglés, fue llamado por la gente de occidente ‘watchman’ o el vigía, que tiene mucho que ver con su último nombre, acompañado de su apellido ‘Nee’; pues, en la sociedad china el apellido va primero.
Aunque los padres de Nee To-sheng, eran cristianos, ninguno de los dos mostraba fidelidad ejemplar para el joven, pero un día su madre, al escuchar a una predicadora llamada Yu Tsi-tu, fue movida a arrepentimiento por la vida liviana que llevaba, esta conversión influyó también en su hijo, que al final entrego completamente su vida a Cristo, poniéndose a estudiar la Biblia de manera muy profunda y sostenida. También fue descubriendo de a poco su habilidad para exponer los más profundos temas bíblicos, en palabras sencillas que la gente apreciaba mucho, y aunque era muy joven, pues empezó alrededor de los dieciocho años; con el paso del tiempo fue ganado liderazgo entre los predicadores tanto de origen chino como los misioneros de occidente. Había una disposición de los corazones chinos a oír y aceptar la palabra de Dios, gracias al trabajo que Hudson Taylor había iniciado, hacía unos cincuenta años atrás, con ‘La misión al interior de China’; obra que continuaba y a la que To-sheng se adhería fácilmente pues tenía, los mismos pensamientos en cuanto a diseminar el evangelio por todo el país, y bajo el mismo concepto de sostenimiento de la obra. Nee To-sheng, se hizo muy conocido no solo en su país, sino también fuera de él, gracias a que tuvo siempre buena disposición a escuchar y aprender de los misioneros, europeos así como también de los norteamericanos, países que también tuvo la oportunidad de visitar, donde fue escuchado y apreciado por su gran entrega, aunque no siempre bien ponderado, por algunos que guardaban otros puntos de vista. Gracias a su dominio del inglés, también leyó, a varios autores de occidente, de quienes aprendió muchas cosas que siempre valoró y usó en su vida de predicador y conferencista. Aunque Nee To-sheng, solo escribió un libro que tenía cuatro tomos, ‘El hombre espiritual’, hay muchos textos que llevan su nombre o su autoría, pero estos solo son la recopilación de sus enseñanzas, predicaciones y conferencias.
Nee To-sheng no solo tuvo que enfrentar oposición de parte de algunos predicadores contemporáneos, con los que nunca estuvo de acuerdo, ya sea por la manera de enfrentar la obra o por su manera sencilla de vivir, dependiente solo de Dios; sino que también tuvo que enfrentar al sistema político imperante en la China de sus días. A partir de la instauración de la revolución comunista de Mao Tse-tung, la iglesia cristiana de China, empezó a sufrir una severa restricción para sus actividades, y también una horrible persecución de sus líderes, entre los cuales estuvo en primer orden To-sheng. La injerencia de la política de Mao en la iglesia de Cristo, fue lapidaria, pues la mayoría que no estuvo dispuesta a enfrentarse férreamente al sistema, optó por denunciar a sus hermanos y a enrolarse a la iglesia que imponía el sistema, que si bien tenía aún el nombre de iglesia cristiana, en realidad había sucumbido a las enseñanzas y doctrinas del partido comunista, y era utilizada solo como una pantalla, para tratar de manejar a aquellos que se decían cristianos, y ponerlos a trabajar a favor de la revolución. En abril de 1952, Nee To-sheng, fue encarcelado y sometido a duro tratamiento, tendiente a hacerlo cambiar de actitud, ya que el partido comunista tenía muy en claro que él era un hombre muy influyente dentro del ambiente cristiano, y bien podría servir al sistema para vencer completamente a ese sector, que aunque era escaso; aun se resistía a doblegarse completamente al servicio de la revolución China. Muchos seguían siendo cristianos secretamente, otros gracias a la férrea conducta de fe, y defensa de la verdad que tenía To-sheng en la cárcel, eran animados a seguir sus pasos y el fermento de iglesia, que tanto odiaban los comunistas amenazaba con reactivarse, por lo que a ellos les interesaba mucho que Nee To-sheng, sea doblegado completamente. Fue sentenciado, inicialmente a 15 años de prisión, aunque en realidad tuvo que cumplir 20; los cargos fueron ridículamente atribuidos, pues se lo acusó de: Intriga, espionaje imperialista, actividades contrarrevolucionarias hostiles a la política del gobierno, irregularidades financieras, vida libertina, y mucho mas, a tal grado que se llenaron alrededor de 2300 páginas de acusaciones.
En 1934, Nee To-sheng se unió en matrimonio con Chang Pin-huei, una niña con quien jugaba en su infancia, y que ahora estaba convertida en toda una mujer, profesional y buena cristiana, quien fue su compañera, aún en los tiempos de tribulación, pues también estuvo presa y luego que salió de la cárcel, sufrió un accidente casero que la llevo hasta el hospital, donde perdió la vida, sin volver a ver a su amado esposo libre. Pin-huei, solo concibió una vez, pero por la vida sacrificada que llevaban, sufrió la pérdida de su bebé antes de nacer, y no volvió a concebir más. Aunque To-sheng, había estado enfermo de tuberculosis, en su juventud, Dios obro un milagro en él y lo sanó, pues sus médicos le habían dado solo un par de meses de vida, por su avanzada enfermedad; sin embargo al final sufrió de problemas cardiacos, los que le acompañaron varios años en su etapa de cárcel. Ya al final de su vida, luego de ser puesto en libertad, en la soledad de su vejez, partió a la presencia del Señor el 1 de Junio de 1972. Nunca se ha podido establecer la razón de su muerte, puede haber sido resultado del duro trato carcelario, o quizá la soledad y tristeza, la intensificación de su enfermedad, o quizá una combinación de todas ellas.
Nee To-sheng, por la forma en que vivió y predicó, y muy especialmente por la forma en que afrontó sus días de presidio, ha influenciado muchísimo, no solo en los cristianos chinos, sino que viene a ser un baluarte del mundo cristiano hasta nuestros días. Sus escritos y sus enseñanzas reunidas como libros han sido, y son muy solicitadas por cualquiera que desee profundizar en el conocimiento de las grandes verdades bíblicas; pues él les ha sabido imprimir un sello especial y propio, ayudando a muchos a entender esas verdades, que son expuestas con palabras sencillas y a la vez profundas.
Esta recopilación biográfica que ha hecho el autor A. I. kinnear, es excelente, y según él, lleva el esfuerzo de haber investigado en la verdad, junto a aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo y escucharlo. Aunque Kinnear, confieza que él lo ha conocido poco, sí se ha tomado el trabajo en serio, y el resultado es un libro muy interesante, que despeja toda clase de dudas y noticias sensacionalistas, que hubo a cerca de Watchman Nee, como generalmente se lo conoce en el ambiente cristiano de occidente.
Es este, desde luego, un libro muy útil para todo aquel que desea conocer más de cerca a este gran apóstol de la fe de los tiempos modernos; que vivió y trabajo en un país, donde siempre ha sido difícil promover el cristianismo. Cuanto bien nos hace conocer esa férrea voluntad que tuvo este hombre, y cómo pasó sus días por este mundo. Para aquellos que a veces nos sentimos deprimidos, vencidos por los problemas, o abandonados de la mano de Dios; es muy bueno saber que las dificultades y tribulaciones que vivió Watchman Nee, fueron mucho más dolorosas y largas; entonces es cuando la historia de este hombre se convierte para nosotros en una voz de aliento, y en una gran bendición. Si tienen la oportunidad de leer este libro, de seguro que les será de mucho provecho. Bendiciones.

9 de septiembre de 2010

La dispensación de la gracia

Antes de la aparición de Jesucristo en Palestina, hubo al menos unos 450 años de silencio profético, pues todos los profetas y los que escribieron los libros de la Biblia, se manifestaron antes de ese tiempo; aunque hay algunos libros apócrifos o no reconocidos dentro del canon bíblico, que se escribieron después, pero son muy pocos y han sido declarados como ‘no inspirados por el Santo Espíritu’; aunque estos libros de alguna manera confirman el cumplimiento de las profecías dichas por los profetas bíblicos para ese tiempo inter-testamentario, especialmente las profecías de Daniel, y muy sorprendentemente la que está en el capítulo 8, que se refiere a la actuación de Antíoco IV Epífanes en la tierra de Palestina después del año 170 a.C., y quien cumplió con mucha crudeza los eventos de los versículos 11-12 y 24-25 en Judea y principalmente en Jerusalén. Estas matanzas y vejaciones por parte de este gobernante griego, ocasionó mucho dolor y sufrimiento a los judíos, que vivieron en esos días; pero no fueron los únicos judíos que sufrieron, recordemos que como pueblo de Israel, ellos fueron invadidos humillados y explotados por otros pueblos, tales como los egipcios, los asirios, los babilonios, los medo-persas, los griegos, de los cuales venía Antíoco como dijimos; y finalmente como todos sabemos en los días de Jesús, ya hacía rato que los romanos los habían subyugado.
Entonces, ¿Cómo pensaban los israelitas en los días antes que aparezca Jesús? Por supuesto, que muchos habían perdido las esperanzas de que llegue el Mesías prometido, aquel que traería libertad, justicia y unidad al pueblo de Israel, pero otros, y que eran la mayoría, no habían perdido esas esperanzas; y es así, como antes de Jesús se levantaron varios caudillos, que pretendieron emular al Mesías, e intentaron con la ayuda del pueblo, rebelarse y luchar por la liberación de manos de sus opresores. Algunos de estos revoltosos están mencionados en la Biblia (Hch 5:35-37), otros solo los menciona la historia, pero el deseo de ser libres y de tener nuevamente la manifestación del poder de Dios, como en los tiempos de Moisés, Josué, David y otros líderes históricos estaba vivo, y es por eso que esos falsos mesías, de alguna manera consiguieron agitar al pueblo; sin embargo muchos se dieron cuenta perfectamente de que ellos solo eran unos falsos cristos, y desesperaban por que llegara ese día en que pudieran tener al Mesías de Dios, en medio de ellos.
Es preciso sin embargo, decir algunas cosas con respecto a esto: Primeramente, ‘que la espera, desespera’; con esto quiero decir que los judíos se confundieron en el objetivo. Ellos esperaban un Mesías que expulsara a los romanos de sus tierras, y que les devolviera la libertad y la paz, con victorias magistrales como habían tenido sus antepasados en la antigüedad, esperaban un Mesías que trajera buenas palabras de parte de Dios para ellos, pues vivas estaban en su mente esas palabras de Moisés, que decían: “Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho. Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare” (Dt 18:17-18), o las que habló el profeta Ezequiel: “Y levantaré sobre ellas a un pastor (representando a cada israelita como una oveja), y él las apacentará; a mi siervo David, (representado al Mesías como el rey David) él las apacentará, y él les será por pastor. Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he hablado” (Ez 34:23-24), o las que dijo el profeta Malaquías: “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Mal 4:2-3); esto es solo para poner una pequeña muestra de lo que estaba escrito a cerca del Mesías, y que estaba grabado en la mente y en el corazón de cada israelita de los días previos a la aparición de Jesús. Pero cuando Jesús, comenzó su ministerio en Palestina, ninguna de esas cosas que ellos esperaban, predicó; mas al contrario, él les propuso cosas como: “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mt 5:38-44) Estas palabras de Jesús, que no son las únicas que se dijeron en este sentido, no se ajustaban de ninguna manera al pensamiento judío de aquellos días; y con respecto a su relación con Jehová Dios, Jesús les dijo: “Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer…” (Jn 8:42-44) Estas, tampoco son las únicas palabras dichas en este sentido; por lo que finalmente los judíos llegaron a pensar que ese que tenían frente a ellos, no era el Mesías; aunque muchas de las cosas que hacía, las verdades que predicaba, la forma en que enseñaba, los milagros, y todo lo demás que se relacionaba con Jesús, por supuesto que indicaba que él era el Mesías que esperaban. Por estas razones, ellos se confundieron y a pesar de que estaban conscientes de que podrían estar matando al propio Salvador, de todas maneras decidieron hacerlo, plenamente conscientes de que eso les pudiera traer grandes problemas y dificultades. Poncio Pilato había empleado todos los medios para dejar libre a Jesús, porque él consideraba que Jesús no había cometido ningún delito, y es así como lo remitió a Herodes, para ver si él se haría cargo de ese juicio, mas Herodes no acepto tal responsabilidad, y se lo devolvió diplomáticamente; luego Pilato usó otra estratagema para zafarse de tamaña responsabilidad, presentó a uno que había hecho mucho daño entre los judíos, a Barrabás; como era costumbre en esas fiestas liberar a algún preso, él pensó que sería muy difícil que los judíos quisieran dejar a este libre, y así se verían obligados a aceptar la libertad de Jesús, pero ellos contra todo pronóstico, eligieron a Barrabás para que sea libertado y pidieron que Jesús fuese ejecutado; finalmente Pilato a pesar de ser romano, echó mano de un rito de la ley judía (Dt 21:5-8), para hacerles entender que él no sería responsable de esa muerte, sino que lo serían ellos, y aún así no logró convencerlos, las escrituras relatan así ese momento fatídico: “Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos” (Mt 27:24-25)
Por otro lado, tenemos que decir que este no es un hecho único en la historia de la humanidad, en el que los seres humanos mismos deciden a pesar de algunas evidencias, tener un destino difícil y amargo; y perdonen que descienda a la cotidianidad para ponerles un ejemplo: Un fumador. El sabe muy bien lo que le espera, sabe que puede terminar muy mal, pero a pesar de eso sigue fumando. Volviendo a nuestro caso, si bien fueron los judíos los que tomaron tal decisión, eso no quiere decir de ninguna manera que no lo hubiesen hecho los ciudadanos de cualquier otra nación; y es más, creo que los demás hubiesen tomado decisiones mucho más terribles. Sé que esto viene a ser solo una conjetura, pero seamos un poco objetivos: Por ejemplo, lo judíos eran los únicos que tenían un testimonio real a cerca de la grandeza y poder de Dios; ellos habían visto cómo Moisés los sacó de Egipto, que no fue una cosa menor o que pasara desapercibida, pensemos que faraón era un gobernante poderoso, y que era muy difícil que un simple pastor como era Moisés, pueda salirse con las suyas; después de eso, ellos fueron sustentados de una manera extraordinaria por cuarenta años en el desierto, cosa que tampoco pudo haberse atribuido a cualquier mortal, sino solo a la intervención de Dios entre medio de ellos; luego podemos ver la manera espectacular en que ellos entraron en la tierra de Canaán, cómo vencieron a pueblos que eran mucho más superiores que ellos. Y así podríamos estar relatando muchísimos eventos en donde los judíos pudieron convencerse de que Dios era el que actuaba a favor de ellos; y habían comprendido además que todos los otros dioses, los que adoraban los otros pueblos, y que en algún momento una parte de la población judía, también adoró, ni siquiera eran dioses a los que valía la pena acercarse para confiar en ellos. Y, luego de ver esta relación que tenía ese pueblo con Dios, tenemos que aceptar que, no había otro pueblo que pudiera estar en condiciones de tener más elementos de juicio que ellos, para aceptar al Mesías de Dios, pero no lo hicieron, y esto revela la gran culpa que tuvieron los israelitas con respecto a confiar y aceptar los designios de Dios; aquí queda muy claro que los judíos rechazaron a Jesús y a la vez rechazaron todo esas propuestas que Dios les había hecho. Pero lo que debemos entender es que, así como los judíos personalmente lo hicieron, no podemos pensar que este fue solo un error de ellos, sino que es un criterio general, de toda la humanidad; así lo es al menos para Dios, quien conoce todos los pensamientos de los hombres y todas sus intenciones, para él no es difícil asegurar lo que estamos diciendo, sus palabras al respecto son estas: “Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Sal 14:2-3) Si los judíos quienes tenían mil razones para no equivocarse, lo hicieron mucho mas lo hubieran hecho los otros pueblos; y así sea que Dios hubiese elegido a otro pueblo, ese pueblo habría actuado igual o quizá peor. Entonces aquí queda rebelada la maldad de toda la humanidad, todos hemos sido declarados culpables por Dios, y mucho más si de alguna manera tenemos el criterio de pensar que lo hubiésemos hecho mejor que los judíos, pues al juzgarlos, y no haber hecho nada mejor que ellos en nuestras vidas, nos condenamos aún peor, y la Biblia lo declara enfáticamente: “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo” (Ro 2:1) Pesemos bien esas palabras de Dios, ‘eres inexcusable…, quienquiera que seas tú’; frente a Dios podríamos negar que es así, podríamos pensar en presentar nuestras excusas, nuestras razones, o cualquier cosa que pueda justificarnos, pero es imposible, Dios ya ha dado su sentencia hacia la humanidad: ¡Culpable! Los judíos pueden ser un ejemplo visible, pero si cada ser humano pudiera mirar hacia su interior, y si encuentra razón en el criterio de Dios, podríamos decir que es un humano consciente de su culpa; pero si no puede encontrar que Dios tiene razones para declararlo culpable, entonces ha perdido toda cordura y toda esperanza de arrepentimiento.
Según Dios, nadie puede decir que no ha tenido la oportunidad de conocerle, de adorarle, nadie puede excusarse que no ha tenido esas oportunidades que tuvieron los judíos, y en fin; Dios dice que todos hemos podido conocerle, pues la creación de Dios nos abraza y nos sustenta a todos, y todos pudimos adorarle como él se merece y pudimos entender finalmente sus santos propósitos; uno de los párrafos que habla de esto, dice así: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido” (Ro 1:18-21)
Ahora, si volvemos nuestra mirada hacia la dispensación de la ley, nos damos cuenta que estamos encerrados, y no tenemos ninguna escapatoria, nadie ha podido cumplir la ley, y todos hemos rechazado a nuestro Dios; y esto que hemos comentado hasta aquí, es justamente el resumen y la demostración práctica de que eso es así. Todos, todos, absolutamente todos hemos sido declarados rebeldes ante Dios, faltos de entendimiento, y a pesar de que la ley de Dios ha sido mostrada de mil maneras, no la hemos obedecido, y lo hemos hecho a propósito así como lo hicieron los judíos, el día que dijeron: ‘que su sangre (la de Jesús) sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos’; o dicho de otra manera, hemos dicho: Nosotros nos hacemos responsables de su muerte, pero lo rechazamos de todas maneras. Y si este es el panorama que tiene la humanidad, ¿Qué es lo que le espera? Cualquier mortal cuerdo, podría decir cuál es su destino.
Dios ha dejado que las cosas lleguen hasta esos niveles, para que se note muy bien, para que no quede ninguna duda, de que a pesar de que al hombre le espera un castigo terrible, Dios tiene para cada ser humano un plan perfecto, un plan que no depende absolutamente del hombre, pues él ya nada puede hacer por mejorar su situación frente a Dios, ese plan está basado solo en una decisión unilateral, está sustentado solo en el amor de Dios hacia los hombres. Esas palabras de Jesús en la Cruz, resuenan muy claramente hoy para todo hombre: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23:34); a pesar de que en alguna manera no es así, pues los humanos como hemos visto, sí saben lo que hacen; por eso es que éste es un regalo inmerecido, Dios ha decidido regalarnos el perdón y hacernos justos delante de él, a pesar de nuestra maldad; hay un pasaje de la Biblia que lo dice así: “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia (entre judíos y no judíos), por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (Ro 3:21-26) El pasaje parte hablando de la ley, pero como dijimos en la dispensación de la ley, hubo una razón para que Dios le diera esa ley a Moisés; pero también, Dios aplica a los demás la ley que ellos mismos han anidado en sus corazones, y allí dijimos cual era la razón para que se haya introducido esa ley, lo recordaremos con estos versículos: “Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro” (Ro 5:20-21) La ley se introdujo en el mundo, para que se note bien que nadie puede por sí mismo declararse justo delante de Dios, pero cuando la maldad del hombre fue bien notoria, ahora Dios ha decidido regalarnos el perdón; dice el pasaje, ‘sobreabundo la gracia’, o sea la gracia fue mucho más grande o abundante que aquello que ha hecho el hombre en contra de su Dios, entendamos como gracia, la benevolencia de Dios, el deseo de amistad, el favor, la simpatía de parte de él hacia nosotros, y todo de manera inmerecida. Hemos sido justificados gratuitamente, por medio de la muerte de Jesús.
Por eso es que nosotros tomamos la muerte de Jesús en la cruz, como nuestra bandera, pues aunque ella muestra toda nuestra maldad; ella es también la que inicia la era de la gracia abundante para nosotros, ella nos hace valorar, cuanto ha hecho Dios por nosotros, pues aún siendo pecadores él nos amó y decidió perdonarnos, ella es la que nos afirma en la fidelidad hacia nuestro Dios. Porque, no porque el perdonarnos de esta manera, sea un regalo, es un pasaporte hacia el pecado; pues no podemos pensar que porque Dios vio nuestra maldad y como era mucha e imposible de ocultarla, el decidió perdonarnos, y así si volveríamos a hacer mayor maldad, aún más nos perdonaría; eso simplemente vendría a significar que no hemos entendido bien el perdón de Dios, pues Jesús mismo les dijo a muchos que él sanó y perdonó: ‘vete y no peques más’; y respecto a esto, Pablo les escribió a los romanos: “¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia” (Ro 6:15-18) En la Biblia se usa mucho la palabra siervo, o esclavo, pues así como antes de recibir a Jesús como nuestro salvador, servíamos como esclavos al pecado, haciendo todo lo que el pecado nos mandaba a hacer, aún si aquello nos dañara (pensemos en el ejemplo del fumador); así también hoy debemos servir a la justicia de Dios, aun si aquello representara para nosotros, un esfuerzo o un duro trabajo; pues nos hemos hecho voluntariamente esclavos de Dios, y hemos decidido voluntariamente obedecer a Dios en todo lo que a él le agrada. Esta es pues entonces la era de la gracia, donde el perdón de Dios está disponible para todo aquel que lo quiera tomar; creer en Jesús significa eso, reconocer primeramente nuestra maldad, y luego valorar su perdón; significa someterse a él voluntariamente como siervo, haciendo todo aquello que él nos pide, y que dicho sea de paso, no es nada tan difícil ni nada tan humillante, como lo que teníamos que hacer cuando éramos esclavos del pecado.
Esta dispensación comenzó con la muerte de Jesús en la cruz del calvario, y terminará en un futuro próximo, con el regreso de Jesús a la tierra. Es verdad que en cuanto a duración, de esta dispensación ha sido una de las más extensas, y más aún, si no sabemos exactamente cuando llegará el día de su fin; pero pensemos que es justamente porque Dios es bueno y desea que la mayor cantidad de personas que pisan esta tierra, pueda ser beneficiado con esta gran bendición; el apóstol Pedro ya habló de esto, cuando dijo: “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2Pe 3:8-9) El proveer perdón para la mayor cantidad de gente es por supuesto es la razón principal, por la que Jesús aún no ha regresado; pero nosotros tenemos que entender además, que para Dios y su inmensidad, mil años o dos mil años es un tiempo muy corto, pues finalmente sus planes y sus designios son atemporales, por eso él nos habla de la eternidad, que no tiene días ni años; y para allá vamos nosotros, totalmente mentalizados de que este tiempo que ha pasado en la era de la gracia, ha sido solo un suspiro delante de Dios.
El concepto de la gracia de Dios hacia el hombre, no es algo que se conoció solo en el periodo que hemos comentado, sino que la gracia de Dios siempre ha estado disponible desde el principio de los tiempos, para todo aquel que tome consciencia de su pecado y decida pedir perdón y cambiar su modo de vivir, por ésta razón el rey David escribió: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto (bajo la gracia) su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño” (Sal 32:1-2) Pues, aunque David cometió errores, en este mismo Salmo, él dijo: “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Sal 32:5) Por supuesto que para actuar así antes de que Jesús viniera a este mundo, era necesaria muchísima sabiduría, era muy necesario un espíritu sensible, y una consciencia muy apegada a Dios; más desde que Jesús ofrendó su vida en la cruz, como dijimos, la maldad de los hombres queda ampliamente demostrada, y esta delante de todos los hombres, aunque algunos se nieguen a reconocerla; y es por eso, que Dios les dice a los hombres de esta era que no tienen excusa; y es también por eso que a partir de ese tiempo, todo aquel que mire hacia la cruz de Cristo, puede fácilmente tomar consciencia de su condición, y aferrarse a la gracia de Dios, pues las escrituras eso es lo que declaran, cuando dicen: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Jn 3:16-18)
Espero haber contribuido al entendimiento de esta parte del plan de Dios, que hemos venido en llamar: ‘La dispensación de la gracia’, y que está disponible para todos los hombres, y esa es la razón, por la que trabajamos arduamente en la predicación del evangelio eterno; porque queremos que mucha gente sea beneficiada con esta gracia abundante de parte de Dios, para todo aquel que cree en Jesús. Que Dios los bendiga. Amén.

3 de septiembre de 2010

La prosopopeya


Los miembros del cuerpo humano
Ejemplos
Job 29:11 “Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían me daban testimonio”
Quiere decir que las personas que oían o conversaban con Job, admiraban su sabiduría y cordura, y aquellos que veían sus acciones, tenían buena opinión de él. Los miembros del cuerpo humano que aquí debemos tomar en cuenta son: Los oídos y los ojos.

Isaías 3:8 “Pues arruinada está Jerusalén, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová para irritar los ojos de su majestad”
Isaías, se refiere en términos proféticos, a la situación ruinosa de Jerusalén y de toda Judá, por los comentarios contrarios a Jehová que profieren los judíos, y que ofenden a Dios, que observa de cerca todos sus actos. Aquí, los miembros que se mencionan son: La lengua y los ojos.

Mateo 6:3 “Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha”
Definitivamente aquí, Jesús no está hablando de las manos; sino que esos miembros del cuerpo representan a personas que son muy cercanas a aquel que da la limosna, y el consejo que le da, es que esas personas no se deben enterar de lo que él hace, con respecto al dar. Tomemos en cuenta entonces, las manos.

1 Corintios 12:15-16 “Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?”
Pablo en esta enseñanza, tiene como objetivo hacer entender que la iglesia es el cuerpo de Cristo, el cual es la cabeza; y que así como alguno de los miembros del cuerpo, aunque no quisiera ser del cuerpo, nada puede hacer para separarse de él, y debe cumplir con la función para la que fue creado; así también debe pasar con los miembros de la iglesia, no deben pensar en separarse de ella ni de Cristo, y deben cumplir su rol haciendo lo que mejor saben hacer, sin envidiar la función de otros. Aquí, vemos que se mencionan los ojos, las manos y las orejas.

Hemos tomado algunos ejemplos de las Escrituras, para hablar de una figura de dicción que es muy común en la Biblia: ‘La prosopopeya’, que consiste en representar una cualidad humana, con algo que no lo es; por lo que esta figura también es llamada ‘personificación’. Y, aunque esta tiene varias formas o aplicaciones, hoy solo hemos mostrado aquella que se refiere a los miembros del cuerpo humano; a quienes como hemos visto, se les atribuye algunas características de personas, que cumplen un rol o una actitud, y se ha usado así el lenguaje para darle mayor realce a la idea. Más adelante trataremos de otras formas que toma esta figura de dicción, y que también podemos encontrarlas en la Biblia.

Como ejercicio, le sugerimos que encuentre el sentido correcto a los siguientes versículos, usando la ‘prosopopeya’ como figura fundamental, tal como lo acabamos de mencionar. Use para este ejercicio la versión Reina Valera 1960.
Deuteronomio 13:8, Job 31:7, Salmos 35:10, Salmos 73:9, 1 Juan 2:16, 2 Pedro 2:14.

25 de agosto de 2010

Magallanes

La aventura más audaz de la humanidad
Autor: Stefan Zweig
Editorial Claridad
Buenos Aires

En el siglo XV, la fiebre de las especias que eran traídas de la india y desde ignotas tierras orientales, había creado muchos conflictos en el trayecto de los mercaderes, hasta llegar a Europa. Eran épocas, en que los pueblos dominados por el islam, los indostanos, los turcos y los grandes comerciantes, todos querían monopolizar y gravar con impuestos el paso de esas preciadas mercaderías hacia Europa; tantas eran las odiseas y pérdidas que tenían que afrontar las caravanas, que finalmente en la Europa refinada, el precio de estos productos era literalmente de oro. Así fue como algunos comenzaron a pensar en alguna otra vía para llegar a aquellas lejanas tierras, de donde finalmente, no solo venían las especias, sino también las finas telas de seda para los reyes y señores, el almizcle, el ámbar, el aceite de rosas, las joyas, las perlas blancas los diamantes azulinos, el incienso, el opio, el alcanfor, y así, todo bálsamo y toda droga, todo olor fragante del oriente, y toda mercadería que por exótica y cara, creaba en Europa una verdadera revolución; una fiebre de intercambios y ganancias, de deleites y ostentaciones e intereses, que mantenían a los círculos más altos de la sociedad europea, en toda preocupación e interés de cómo hacerse de esos productos de una manera más expedita.
Fue así como algunos comenzaron a buscar una ruta diferente que pueda llevarlos a las lejanas tierras orientales, fue así como Colón, Bartolomé Díaz, Vasco de Gama, Cabot y otros iniciaron sus expediciones en busca de esa ruta. Bartolomé Díaz comenzó por conquistar la costa oriental de África y luego la india, después lo hizo Vasco de Gama; y Portugal, que hasta esos días era uno de los más insignificantes países de Europa, se convierte de la noche a la mañana en una verdadera potencia, no solo en el dominio del comercio de las especias, sino también en el poderío naval.
En esas expediciones, viajaba un joven portugués, que aunque era retraído y respetuoso, nunca había perdido ocasión de mostrar su valentía y determinación en cada una de las oportunidades que se le han presentado; tampoco ha dejado de llenarse de todo conocimiento y de todas aquellas técnicas que estaban en boga en la moderna navegación. Este joven cuyo nombre en esos días es insignificante, Fernao de Magalhais, es penas un soldado subordinado, un simple ‘sobresaliente’ dentro de todos los grumetes que componen esas tripulaciones enviadas al oriente al servicio del rey Manuel de Portugal; expediciones destinadas a establecer la soberanía de Portugal en aquellas tierras y anular toda fuerza que pretenda administrar la ruta de las especias y anexar todas esas nuevas provincias a la corona portuguesa.
El conocimiento de aquellas tierras, y la correspondencia que mantiene con uno de sus compatriotas y amigos íntimos, quien ha desertado de una de esas expediciones, y se ha quedado a vivir en aquellos parajes paradisiacos, llenos de abundancia, de paz y donde vive casi como un rey, despiertan en Fernao, un deseo de ganar aquellas tierras aún desconocidas, para su rey. A todo esto tenemos que agregarle el continuo roce del joven Fernao, con gente de mar que viene de todos los puertos hasta esos días conquistados; cada día se hacen nuevos descubrimientos, y nuevos mapas se tienen que dibujar, y cada día se ganan nuevas experiencias y se estudian nuevas teorías; también su amistad con Ruy Faleiro quien ha llegado a ser un reconocido cartógrafo y astrónomo portugués, y si bien este ni siquiera ha pisado nunca un barco, conoce por cálculos, libros, tablas y mapas, mucho de las lejanas rutas hacia las tierras orientales.
Magalhais, que es un hombre de decisiones firmes, solicita audiencia con su Rey, y dentro de muchas cosas que tiene que presentarle está su más grande osadía, ella consiste en mostrarle su proyecto de iniciar un viaje de búsqueda de una nueva ruta hacia las indias por el oeste, por aquella ruta que intentara Colón para los españoles, él posee mucha información importante y está dispuesto a poner todo aquello al servicio de su rey; pero el rey Portugués, rechaza de plano toda propuesta de este insignificante soldado.
Fernao de Magalhais, como aún se llamaba, sale de la presencia de su rey humillado y comprendiendo que, no conseguirá ningún financiamiento y apoyo para su proyecto desde la corona de Portugal; sin embargo este navegante experimentado y valiente, no perderá su horizonte, y se siente desligado de todo deber hacia su país, por lo que decide iniciar un nuevo camino que lo pudiera llevar a realizar semejante hazaña que tiene en mente. Parte así, rumbo a España, que en esos días también sufre de la misma fiebre por encontrar una ruta diferente de aquella que ya domina Portugal y que ha sido definida gracias al tratado de Tordecillas, por el cual el Papa ha adjudicado a Portugal las latitudes por las que se transita hacia las islas de la riqueza. Con esa personalidad, y con esa determinación de la que es dueño, y con la suerte que a veces acompaña a los grandes hombres, este marinero que ahora ha tomado el nombre de Fernando de Magallanes, como lo conocemos nosotros, ha logrado impresionar con sus propuestas a los más influyentes sectores de la corona española, llegando finalmente a entrevistarse con el joven rey de España, Carlos V, quien a sus 18 años, tiene poca experiencia, pero le interesan estos negocios, y gracias a la opinión de sus consejeros al fin decide brindar todo el apoyo al proyecto de este joven extranjero; pasando así Magallanes a ser de la noche a la mañana, dueño de una hazaña que jamás hombre alguno haya iniciado, y no estamos hablando del viaje solamente, sino también de la forma en que este taciturno e introspectivo hombre ha logrado poner en marcha su proyecto, allí en un país extraño, pasando a ser la envidia no solo de grandes navegantes españoles y portugueses, sino que se ha convertido en el desertor más preciado de la corona portuguesa, a quien el rey Don Manuel de Portugal, desea tener de regreso en su país, ya sea a costa de ofrecerle el cielo y la tierra, o por la fuerza y amenaza de ser declarado enemigo de Portugal. No desistirá ni se rendirá a todos los obstáculos que se le presentan, ya sea de parte de los heridos capitanes españoles, o de los agentes de Portugal; él seguirá adelante, solo y sin desmayar hasta haber conseguido las embarcaciones y la tripulación que necesita. El rey de España ha tenido que intervenir varias veces para zanjar algunos de aquellos intentos de sabotaje, pero al fin, Magallanes tiene todo lo que necesita para iniciar esa travesía que lo hará inmortal, aunque él mismo no lo sabe, y que hasta cierto punto siente un temor de no poder cumplir con esas promesas y contratos que ha hecho con la corona española. A los 35 años, Magallanes, convertido en almirante de la flota española que intentará descubrir una ruta a las indias, bordeando el sur de los territorios recientemente descubiertos del país del Brasil; se lanza a su aventura única, al mando de su flota que está compuesta por cinco embarcaciones: la Concepción, la Santiago, la San Antonio, la Victoria, y la nave capitana donde él viaja, la Trinidad.
Es casi imposible dejar de ser tentado a contar todo el viaje de Magallanes con todos sus detalles, pero me atengo a mi objetivo, que de alguna manera ya lo alteré, pues este solo es un comentario de un libro que leí; sin embargo todas esas peripecias, y hazañas que tuvieron lugar en ese viaje son realmente un lazo que cautiva a cualquier lector; y en el caso de este primer viaje alrededor del mundo, no solo podemos ver una gran hazaña, sino que increíbles muestras de habilidad marina, valentía e intrepidez casi inimaginables, junto a la impresionante personalidad de Magallanes, quien tuvo que vencer no solo a la incertidumbre de no saber siquiera hacia donde iba, después de haberse dado cuenta que toda la información, mapas y cálculos que tenía, era falsa; y que a partir de cierto momento en el viaje, solo debió confiar en su corazón. También tuvo que vencer a una muy desorientada y desanimada tripulación; quienes al darse cuenta de que no había seguridad del rumbo en que estaban viajando, solo pensaban en desertar o amotinarse. Claramente estos marinos quienes mayormente eran españoles, no estaban dispuestos a enfrentar el peligro, y menos en apoyo de las ideas de un capitán desconocido y extranjero; por lo que Magallanes tuvo que controlar amotinamientos, perdidas de embarcaciones (la Santiago) y largas temporadas de invierno inactivo; y aun, sin tener siquiera la más remota noticia del ansiado paso hacia las islas de la riqueza. Luego cuando ya había descubierto este paso, que hoy lleva su nombre, aun tuvo que sufrir la deserción de una de sus naves, la mejor y más equipada (la San Antonio); y enfrentar la desmoralización de muchos, por el panorama de incertidumbre que les esperaba, junto a la escasez de víveres, la que se acrecentó a medida que pasaban los días; llegó esa parte de la travesía, donde no esperaba Magallanes encontrar un mar tan grande y solitario como es el océano Pacífico. En ese tramo del viaje murieron muchos y los que llegaron a las primeras islas de las molucas, estaban completamente agotados y enfermos. Pero fue una alegría muy grande y una bendición del cielo, la llegada de esos marineros a esas islas paradisiacas; donde pudieron satisfacer todas sus necesidades y descansar como hacía tiempo que no lo hacían. Sin embargo Magallanes no ha olvidado sus obligaciones y compromisos con el rey de España y en el afán de establecer soberanía en aquellos lejanos parajes, él se dispone a dar un escarmiento a uno de esos reyes indígenas que parece no entender que de ahí en adelante, simplemente ha pasado a ser un súbdito, de un rey mucho más poderoso. Para dar escarmiento a este rey rebelde cuyo nombre es Silapulapu, y para aprovechar de demostrar a los otros reyes isleños cuanto poder tienen sus armas, Magallanes decide ir acompañado solo con cuarenta hombres armados; pero en la orilla de la isla rebelde, una horda de indígenas desnudos los espera en la playa y no pueden hacerles frente, porque los españoles aún se encuentran con el agua hasta la cintura y ya son atacados por las flechas indígenas que son miles, y más aún cuando los indígenas se dan cuenta que hay algunas partes vulnerables en el cuerpo protegido por esas capas de metal brillante de los españoles, los indígenas empiezan a apuntar a esas partes porque se dan cuenta que ahí les hacen daño. Ese fue el día final de este gran hombre que inició una de las más grandes hazañas de la historia de la humanidad, y que por esas ironías del destino, fue a morir en una insignificante escaramuza, frente a unos indios desnudos; y ni siquiera su cadáver pudo ser rescatado, para darle cristiana sepultura, como había sido su deseo de acuerdo a su testamento.
En la desorientación, sus capitanes y soldados pierden otra de las naves, la Concepción; y luego de hacer una evaluación de las naves para el viaje de retorno, la Trinidad es dejada en una de esas islas, para que luego de ser reparada pueda continuar el viaje, junto a cincuenta y un hombres que se quedan con ella. Solo la Victoria, haciendo honor a su nombre, parte de la isla de Tidore, con cuarenta y siete oficiales a bordo, e inicia el penoso viaje de regreso a la patria amada, al mando de Juan Sebastián de Elcano y siempre rumbo al oeste; esta es la nave que finalmente el 6 de Septiembre de 1522 arriba a la meta, con solo 18 hombres de los doscientos sesenta y cinco que partieran hace tres años atrás; los demás han perecido ahogados en lejanos mares, muertos por indios rebeldes, por el hambre y la sed, otros desaparecidos y presos. Así termina esta historia que muestra todo ese arrojo y potencial que pueda tener un hombre, que finalmente viene siendo el resumen de todo lo que puede hacer y ha hecho la humanidad a lo largo de toda la historia; pues el hombre ha conquistado no solo los mares, sino también los cielos, ha conquistado el espacio intersideral y ha develado muchos de los grandes misterios y temores de la antigüedad, como eran las enfermedades, el hambre, y los fenómenos naturales; ha logrado grandes avances en el control de la economía, la industria, la tecnología y tantas cosas que son tan admirables, como lo fue la hazaña de Magallanes. Pero, al mirar todas esta obras portentosas del hombre, los creyentes aún entendemos mejor que Dios es el que está sobre todas las cosas; y esta expansión del mundo en los días de Magallanes, Dios ya la había previsto muchísimos siglos atrás; a Noé, ya Dios le dijo que toda la tierra sería habitada (Gn 9:1), y a Abraham le dijo que él sería una bendición para todas las familias del mundo (Gn 12:3), y ahora que conocemos todos los rincones del globo, entendemos mucho más, que Dios es omnipotente.
Sin duda, todo aquel que lea este libro, se verá envuelto en el embeleso de esta historia; que no solo le dejará un sabor a novela de aventuras, sino que iluminará su mente con información de hechos reales, de una época crucial de la historia de la humanidad. Mucho más si la persona, se detiene a meditar, en que Dios es el que finalmente está llevando a cabo sus propósitos eternos, trabados con cada hecho trascendente de la humanidad; entonces el hombre llegará a comprender que toda la humanidad se encuentra en camino hacia ese final del que nos habla la Biblia; y que por lo tanto es muy necesario ponernos a cuenta con Dios, antes de que sea demasiado tarde, pues la historia y el tiempo no se detendrán y lo que tiene que llegar, llegará; estos pocos siglos que ya han pasado, son insignificantes delante del Señor, por eso la Biblia nos dice: “Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará” (Heb 10:37). Que Dios les bendiga.